Mercedes Olano, directora general de Supervisión del Banco de España, ha evitado este jueves referirse directamente a la situación de Unicaja, si bien ha recordado que tanto el supervisor español como el Banco Central Europeo (BCE) tienen muy en cuenta las cuestiones de gobernanza y que un deterioro en la misma puede implicar un aumento de los requerimientos de capital.

"Tanto el BCE como el Banco de España dan muchísima importancia a la gobernanza de los bancos, con lo cual cualquier deterioro de la gobernanza se puede reflejar en la puntuación que recibe esa entidad en el SREP, puede suponer un deterioro de la calificación global de la entidad y, por lo tanto, más requerimientos de capital", ha advertido durante la presentación de la Memoria de Supervisión.

No en vano, la gobernanza representa uno de los pilares del SREP, es decir, el proceso de revisión y evaluación supervisora que llevan a cabo el BCE y el Banco de España sobre las entidades financieras. Es por eso que la gobernanza es un punto muy importante para la supervisión y que la presencia de los consejeros independientes en el órgano de gestión de un banco es relevante, según ha dicho.

Dado que el Banco de España nunca se pronuncia sobre entidades concretas, la directora ha evitado referirse específicamente a la situación de Unicaja, que afronta en estos momentos el cuestionamiento hasta el Ministerio de Asuntos Económicos sobre la idoneidad de Braulio Medel como presidente de la Fundación, que es accionista mayoritaria del banco. Sobre Medel, Olano ha dicho que sigue siendo su interlocutor en la Fundación al ser aún presidente de la Fundación.

Sin embargo, preguntada directamente por la entidad ha reiterado que un deterioro de la gobernanza puede llevar a más requerimientos de capital o no, dependiendo de su afecta a la nota que los supervisores ponen a los bancos. "Hacemos un control muy muy muy específico de la gobernanza, pero cuando sale todos los días en el periódico pues todavía hacemos más", ha advertido.

Sanciones a Rusia

Por otra parte, Olano ha explicado que existe tanto dentro del Banco de España como de otros supervisores, como el BCE o la Autoridad Bancaria Europea, "preocupación" en relación con el "puzzle" de sanciones internacionales que los bancos deben cumplir.

Según ha expuesto, las sanciones son diferentes en cada región (Estados Unidos, Europa, Japón...) y hay bancos con presencia internacional que deben dar respuesta a todas, pero a veces no son compatibles.

La directora de Supervisión ha explicado que el Banco de España y el BCE no son responsables del cumplimiento de las sanciones y que en el caso español esa labor corresponde al Ministerio de Asuntos Económicos. Con todo, ha apuntado que están "bastante preocupados" por este tema porque "hay muchas sanciones y para los bancos internacionalmente activos es un puzzle".

Es por eso que instan a las entidades a reforzar sus departamentos legales y de compliance con el objetivo de poder cumplir con todas sus obligaciones. Además, para evitar las "dificultades de interpretación", ha añadido que "se están estableciendo circuitos de preguntas y respuestas para aclarar a los supervisores y las entidades qué sanciones aplicar".

Morosidad

Por otra parte, Olano ha reconocido que "la morosidad va a crecer" a lo largo de este año, como ya se esperaba, si bien ha añadido que no se puede hacer una previsión de hasta cuánto, dado que esto dependerá de la intensidad y la duración de la guerra entre Ucrania y Rusia.

Según ha dicho, en la actualidad el 39% de los créditos ICO están en periodos de carencia y estos irán venciendo desde este segundo trimestre en adelante.

"No estamos viendo los efectos de segunda ronda que se van a producir por la guerra porque tardarán en verse", ha afirmado y esto es relevante porque "van a afectar a la morosidad".

"Hasta dónde no lo sé, no podemos contestar a esto. Las cifras resultantes podrían ser manejables, pero va a depender de lo que dure la guerra, su intensidad y si van a seguir creciendo los precios energéticos", ha concluido.