El boom hipotecario vivido en los últimos meses, lejos de agotarse, va a continuar. Desde Santander esperan que este año se produzca "una actividad hipotecaria fuerte", lo que supone mantener el ritmo de finales de 2021, si bien rechazan que haya peligro de "burbuja", algo de lo que han alertado ya los supervisores.
A lo largo del primer trimestre del año, Santander duplicó la producción en hipotecas en comparación con las mismas fechas del pasado ejercicio, en línea con la expansión de los últimos meses.
Y para los próximos se espera que la actividad en este segmento siga "fuerte", como explicó José Antonio Álvarez, consejero delegado de Santander, durante la presentación de resultados del martes.
Una evolución que no resulta sorprendente al ver el último dato del Instituto Nacional de Estadística (INE), que refleja que el número de hipotecas constituidas se disparó un 29,4% en enero en comparación con el mismo mes de 2021.
Un porcentaje elevado pero lejano al crecimiento del 66,9% registrado en agosto del pasado año o el 57,7% de septiembre. Desde entonces, la firma de estos préstamos se ha ido moderando, pero con avances siempre por encima del 20%.
Alerta
El Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de España (BdE) llevan meses advirtiendo de que en algunos países de la zona euro se está produciendo una sobrevaloración en ciertos activos, entre los que se encuentran los criptos y los inmobiliarios.
De esta "burbuja" se escapa por el momento España, como reconoció Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, durante el Observatorio de las Finanzas de EL ESPAÑOL e Invertia: "España no es de los países en los que haya habido un mayor incremento del precio de la vivienda". Alemania y Francia, por el contrario, sí son ejemplos de países en los que "se ha identificado de forma muy clara un sobrecalentamiento del mercado residencial".
Sin embargo, los supervisores se mantienen alerta. Sin ir más lejos, el pasado lunes el Banco de España publicó un recuadro de su Informe de Estabilidad Financiera de esta primavera en el que planteaba la necesidad de "monitorizar con atención" el mercado inmobiliario en España, aunque "por el momento" no existen señales de desesquilibrios.
El supervisor está preocupado por el efecto que esto pueda tener sobre la banca. "No hay señales de la aplicación de criterios de concesión laxos, pero la posibilidad de una cierta transmisión de los efectos de los desequilibrios inmobiliarios dentro del área del euro supone una fuente de riesgo relevante para el sector bancario español", apuntaba el supervisor.
Fuerte actividad
Para el banquero, sin embargo, resulta "exagerado" hablar de burbuja en los precios inmobiliarios y achaca su crecimiento simplemente a un "rebote de la demanda después de un periodo de pandemia".
En su opinión, es necesario prestar atención a la subida de los costes, particularmente los de la construcción, "y probablemente esto no sería tal burbuja, sería un traslado de los costes a los precios".
En este contexto, según las estimaciones del banco, las hipotecas mantendrán la expansión que viven hasta el momento. Y eso que el mercado va a cambiar ligeramente.
El acelerón que ha pegado el Euríbor durante las últimas semanas, que le ha llevado a situarse en positivo -cerró en el 0,134% el pasado lunes-, está ya cambiando las dinámicas comerciales de la banca.
Tras años potenciando las hipotecas fijas para intentar rentabilizar estos préstamos, ahora los bancos empiezan a preferir priorizar las hipotecas variables. Esto es así porque, según vaya subiendo el Euríbor, el coste de las hipotecas variables lo hará también, por lo que recuperan el atractivo que en el pasado tenían para los bancos.