La volatilidad atasca el posible estreno en bolsa de Ibercaja en junio pese a las buenas perspectivas de la banca
El índice VIX se mantiene en los mismos niveles que el pasado febrero, cuando el banco decidió suspender su salida a bolsa.
30 mayo, 2022 02:27Noticias relacionadas
Ibercaja tiene preparados todos los ingredientes para su salida a bolsa, pero la receta no termina de cuajar. La volatilidad que aún persiste en los mercados sigue frenando su estreno bursátil, cuya próxima oportunidad vence el 10 de julio. Si durante las próximas semanas siguen sin despejarse las incertidumbres, el banco aplazará sus esfuerzos a septiembre, aunque por el momento no hay una decisión tomada, según ha podido saber EL ESPAÑOL-Invertia.
La buena noticia es que las perspectivas para el sector bancario en bolsa no podrían ser mejores. La inminente subida de los tipos de interés en la zona euro -la primera en 11 años-, que podría llegar ya en julio, con el consecuente avance del Euríbor, despeja el camino de las entidades para aumentar sus valoraciones tras años de continuas caídas.
Algunos bancos del Ibex 35 están, de hecho, en positivo en el año. CaixaBank, Sabadell y Bankinter, tres bancos principalmente domésticos y con mucha sensibilidad a las subidas de tipos en la zona euro, ganan más de un 30% en lo que va de 2022. Unicaja, por su parte, avanza más de un 6%.
Sin embargo, aunque el viento sopla a favor, persisten los elementos que hacen dudar a los asesores de Ibercaja de que este sea el momento propicio para estrenarse en el parqué: la volatilidad y la incertidumbre. No en vano, fueron las que llevaron al banco a dejar en suspenso su salida a bolsa el pasado mes de febrero, escasos días antes de que se produjera la invasión rusa de Ucrania.
Para evaluar cuándo debe producirse el estreno, la entidad cuenta con un ejército de asesores conformado por JPMorgan y Morgan Stanley como coordinadores, con Bank of America y UBS en la segunda fila y Alantra y Société Générale en la tercera. Rothschild actúa como asesor financiero independiente y Linklaters, Uría Menéndez y David Polk & Wardwell están al frente de los temas legales.
10 de julio
La próxima fecha clave es el 10 de julio. Será entonces cuando caduque el periodo que la entidad tiene para poder utilizar las cuentas cerradas el pasado 31 de marzo como referencia para elaborar el folleto de salida a bolsa.
El escenario central sigue siendo intentarlo en este momento, en la "ventana" de junio, aunque las probabilidades de que ello suceda disminuyen por momentos. En todo caso, no hay una decisión tomada en ningún sentido.
Si el día 10 de julio no se ha efectuado el estreno, el banco deberá trasladar sus esfuerzos a septiembre, cuando se abre una nueva oportunidad para crear un folleto con las cuentas del primer semestre del año.
Cuando hizo su último intento de saltar al parqué, el pasado mes de enero, el banco llegó a trasladar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) un ITF (documento en el cual una compañía manifiesta su voluntad de salir a bolsa) que en estos momentos ya no está vigente, por lo que, de decidir estrenarse en las próximas semanas, debería comenzar el proceso desde el principio.
Lo bueno es que, para bien o para mal, Ibercaja ya es toda una experta en estos trámites, que lleva arrastrando desde hace más de tres años y que se han ido atascando por las diferentes circunstancias que ha vivido el mercado. Es por eso que, en cuanto sea el momento adecuado, todo el proceso se producirá de forma muy rápida.
De ser así, tras enviar el nuevo ITF se deberían iniciar (una vez más) los contactos formales con analistas e inversores ya con una horquilla de precio en mente. Después se procedería a realizar la apertura de libro, la recepción de pujas y el cierre de la operación.
Precio e inversores
La clave es, como lo lleva siendo en los últimos años, encontrar un momento en el que saltar al parqué no implique un sacrificio en el precio, un objetivo fundamental para la Fundación Ibercaja, que tiene la obligación legal de reducir a lo largo de este año su participación en el banco por debajo del 50% desde el 88% actual.
La intención comunicada al mercado el pasado mes de enero hablaba de situar esta participación en el 46%. Y no solo el precio es importante, sino también el perfil de los inversores que quieran entrar en el accionariado, sobre los que sería deseable para la Fundación que tuvieran vocación de permanencia (largo plazo), no especulativa (corto plazo).
Algo que la incertidumbre y la volatilidad están impidiendo por el momento. Y es que el pasado mes de febrero, cuando se paralizó la salida a bolsa, los 'índices del miedo' que miden la volatilidad marcaban niveles similares a los actuales.
Mientras que el Vibex -relativo a la bolsa española- se situaba en torno a los 20 puntos y ahora está en 20,9, el VIX -su homólogo del S&P 500- marcaba 28,81 puntos y ahora está en 25,83. Y solo porque ha caído un 12%, desde los 29,45 puntos, en los últimos tres días, tras conocerse las actas de la Fed.
Alternativas
De alargarse este escenario, el banco dispone de opciones alternativas. Por una parte, el plazo legal que tiene para salir a bolsa, que expira en diciembre de este año, podría alargarse, como ha ocurrido ya en pasadas ocasiones.
Para ello sería necesario que el Gobierno lo ampliara más allá del final de 2022. También podría decidir no extender el plazo y forzar a la entidad a tomar una decisión, si bien no parece el escenario más probable teniendo en cuenta la disposición a ampliarlo años atrás.
Y existe una segunda alternativa. La reestructuración de las antiguas cajas de ahorro tras la crisis financiera dejó como herencia varios compromisos con Bruselas y uno de ellos fue la obligación de que las fundaciones bancarias perdieran peso como accionistas de los actuales bancos. Para ello tenían dos opciones: sacar a las entidades a bolsa para reducir su participación por debajo del 50% o mantenerse en el capital con una porción significativa y constituir un fondo de reserva con parte de los dividendos cobrados del banco.
Por el momento, la Fundación Ibercaja trabaja solo con la primera opción, pero cuenta con la alternativa de ajustarse al mandato legal a través de la constitución del fondo de reserva. Y, si no, siempre podría plantearse desinversiones. Habrá que esperar para ver si Ibercaja puede finalmente debutar en bolsa.