El interés de los créditos al consumo ha estado experimentando una tendencia a la baja durante los últimos años. Si hace una década estos préstamos tenían una TAE superior al 9% (9,52% en 2013, en plena crisis financiera), al cierre del pasado ejercicio este interés se situó en el 7,3%.

Y desde principios de este año -momento en el que comenzaron las expectativas de subidas de tipos para 2022- ha vuelto a crecer, llegando al 7,66% en enero, al 7,49% en febrero y al 7,57% en marzo. Algo que algunos expertos achacan a la inflación y al aumento de las expectativas a favor de una subida de los tipos de interés -la primera en once años- por parte del Banco Central Europeo (BCE).

No solamente el mercado descuenta un primer incremento del precio del dinero este verano, sino que la propia Christine Lagarde, presidenta del BCE, ya ha puesto sobre la mesa que el inicio de la normalización de los tipos de interés llegará en julio, con tasas en positivo ya en el tercer trimestre.

El BCE actuará para intentar frenar la desbocada inflación, que en la zona euro se disparó hasta el 8,1% en mayo, un récord histórico que supone 0,7 puntos más que en abril. En España el registro del pasado mes se situó en el 8,7%.

La tendencia continuará

"Sí que hemos notado un encarecimiento respecto a los precios que se ofrecían en 2021", explican los expertos de Help My Cash, que detallan que entre las entidades que han subido sus tipos de los préstamos personales en lo que va de año se encuentran Abanca, BBVA, Cetelem, Santander o Cajamar.

De cara al futuro lo más probable es que esta tendencia continúe, como apunta Miquel Riera, experto en Hipotecas y Créditos del comparador financiero. "En primer lugar, por la subida de los intereses del BCE que se espera para este verano, que las entidades trasladarán a sus préstamos personales e hipotecarios", apunta.

Pero no solo eso. La situación económica que está dejando en España la inflación derivada de la invasión rusa de Ucrania "obligará a las financieras a asumir un mayor riesgo de impago y les puede llevar a cubrir ese riesgo con una subida de los intereses de sus préstamos", añade Riera.

Y es que el riesgo de impago de los préstamos al consumo es mayor al de otros productos, como las hipotecas, dado que financian necesidades secundarias para los clientes. Las cuotas de la hipoteca, sin embargo, suelen ser lo último que se deja de pagar.

Las hipotecas, también al alza

Con todo, los préstamos hipotecarios también están viviendo un encarecimiento como efecto colateral de la inflación y la normalización monetaria que está a punto de vivir la zona euro.

Como ya informó este periódico, los bancos están generalizando las subidas de los precios de las hipotecas fijas, que, ante el acelerón del Euríbor, han perdido interés para ellos frente a las variables -estas, por el contrario, se están manteniendo o abaratando-.

Hace tan solo algunos meses era habitual encontrar en los catálogos comerciales de los bancos hipotecas fijas con un interés de entre el 1,5% y el 2%, pero estos niveles están empezando a cambiar radicalmente. Prácticamente todas las entidades han encarecido sus préstamos a interés fijo y ya es más que habitual que estas hipotecas tengan una TAE por encima del 2%. Algunas, incluso, superan el 3%.