Los expertos de Fitch consideran que las nuevas medidas de apoyo a los hipotecados no se traducirán en "un aumento significativo en las provisiones de crédito o migraciones a créditos en Stage 3 en el corto plazo".
En un comunicado, estos analistas apuntan que el plan de rescate hipotecario "no cambiará fundamentalmente ni afectará" a sus expectativas de que el deterioro de los activos bancarios será "modesto" en 2023.
Añaden que la calidad de los activos podría empezar a deteriorarse cuando las carencias previstas en este nuevo plan terminen, si bien consideran que la actuación de las hipotecas "se mantendrá resiliente", en parte por el "estable" mercado de trabajo.
Además, desde la agencia de calificación crediticia consideran que estas medidas "deberían mitigar a corto plazo la presión de asequilibilidad para algunos hipotecados sin debilitar la disciplina de pago, dado que no habrá una reducción de la deuda y los prestatarios continuarán pagando los intereses".
Desde la calificadora esperan que todos los bancos se adhieran "unánimemente" a este plan de rescate hipotecario, que contempla un aumento de los criterios de eligibilidad para poder optar a una reestructuración de la deuda, los cuales, con todo, seguirán "profundamente restringidos a un grupo de hipotecados de bajos ingresos con hipotecas variables".