Elena Lozano Laura Broche

Las acciones de la entidad estadounidense New York Community Bancorp (NYCB) se desploman este miércoles más de un 10% en bolsa, hasta situarse por debajo de 3,8 euros, en plenas dudas del mercado sobre la situación financiera de la compañía.

Este miércoles la agencia de calificación crediticia Moody's ha rebajado la nota de la deuda de la entidad hasta el bono basura, según recoge Reuters. Así, la calificación ha pasado desde 'Baa3' a 'Ba2', hundiéndose hasta el nivel de dos escalones dentro del grado especulativo.

"Las calificaciones de NYCB podrían bajar aún más si el banco experimentara una pérdida de confianza de los depositantes que desafiara los recursos líquidos del banco", ha señalado Moody's, según recoge Europa Press.

[Radiografía de una crisis: qué puede hacer Estados Unidos para evitar que más bancos caigan como fichas de dominó]

La calificadora también podría rebajar la nota del banco si la capitalización de NYCB se debilitara aún más respecto a sus niveles actuales o si su liquidez o su rentabilidad flojean.

La agencia ya había amenazado a finales de enero con rebajar, al colocarlas en revisión, tanto la calificación del banco como la de su filial Flagstar Bank. Esta última entidad fue la que se hizo con los depósitos y activos del desaparecido Signature Bank.

Nuevo presidente

Este mismo miércoles, New York Community Bancorp ha nombrado un nuevo presidente para su consejo de administración. Con efecto inmediato, el ejecutivo Alessandro DiNello ha asumido las riendas del máximo órgano de gestión del banco.

Tras conocerse este nombramiento, la entidad, que estaba cayendo en la preapertura del mercado, empezó a dispararse hasta subir un 14%. Sin embargo, tras la apertura de la sesión las acciones del banco cotizaban con una subida del 2% para pasar después a hundirse un 10%.

El fantasma de marzo de 2023

La entidad no consigue recuperar, así, el fuerte descenso registrado el martes, cuando sus títulos se hundieron un 22%. Tras este desplome, las acciones de la entidad cerraron a un precio de 4,2 dólares, un 34% por debajo de su cotización durante los peores momentos de la crisis de la banca regional que afectó a Estados Unidos a mediados de marzo del año pasado.

La entidad ya había dado señales de alarma el pasado jueves tras la amenaza de revisión de Moody's y la publicación de sus resultados, con los que anunció pérdidas y un recorte del dividendo.

Entonces el índice bancario regional KBW cerró con una caída del 6%, su mayor descenso en un día desde el 13 de marzo del año pasado, después de que el Signature Bank de Nueva York colapsara en medio del pánico de los depositantes provocado por la quiebra días antes del Silicon Valley Bank.

Y es que el fantasma de las turbulencias de los bancos regionales de Estados Unidos han vuelto a Wall Street.

Es cierto que la salida de depósitos se ha estabilizado desde entonces, pero algunos inversores consideran que los acontecimientos del miércoles han puesto de relieve las preocupaciones actuales sobre la salud de los bancos regionales.