Las actividades que realiza el FROB se financian a través de una tasa que pagan los bancos. Actualmente, la misma se calcula como un porcentaje de las contribuciones que cada uno hace para el Fondo Único de Resolución (FUR), que es la hucha que las entidades de todos los países que conforman la Unión Bancaria han estado dotando durante los últimos ocho años para afrontar las pérdidas en el caso de que un banco sea intervenido y sometido a un proceso de resolución.

Hasta aquí, todo bien. Sin embargo, esta forma de calcular la tasa supone un problema a partir de este mismo año, dado que este mes de julio es la primera vez en ocho años que los bancos no van a tener que realizar aportaciones al FUR.

Esto es así porque las autoridades han decidido que ya no es necesario que los bancos sigan dotando este fondo, dado que los recursos levantados a día de hoy ya han alcanzado el objetivo, que es el equivalente al 1% de los depósitos garantizados de la zona euro.

El volumen total de recursos del FUR asciende a unos 77.600 millones de euros, que han aportado durante los últimos ocho años unas 2.777 entidades bancarias europeas. Esta meta tenía una fecha límite, el 31 de diciembre de 2023, si bien se ha alcanzado ya.

El cálculo de la tasa

La tasa a través de la que se financia el FROB es el resultado de aplicar un tipo de gravamen del 2,5% sobre la cuantía que cada entidad aporta como contribución ordinaria anual al FUR. El año pasado, el importe recibido fue de 25,1 millones de euros.

Esta recaudación suele hacerse cada año en el mes de julio después que la Junta Única de Resolución (JUR) comunique qué aportación necesita de todo el sector bancario europeo ese año para el FUR. A partir de este ejercicio, la aportación va a ser cero, lo que en la práctica implica que el FROB no puede recaudar fondos por parte de los bancos.

En definitiva, por el momento la autoridad se queda sin ingresos. Es por eso que el Gobierno debe aprobar cuanto antes un rediseño de esta tasa para que el FROB pueda seguir financiándose pese a que los bancos ya no ingresen dinero en el FUR.

Ya se hizo un intento para modificar el cálculo de la tasa a través de la legislación que debía ver nacer a la Autoridad del Cliente Financiero.

Tras el paso del proyecto por su trámite parlamentario en la primavera del año pasado se incluyó una enmienda que eliminaba el carácter fijo de esta tasa y la vinculaba directamente a los gastos que realice el organismo cada año.

Sin embargo, las elecciones generales del 23 de julio de 2023 dieron al traste con la norma que iba a crear la Autoridad del Cliente Financiero -que se encontraba ya en su último paso para ser una realidad- y, con ella a la enmienda que modificaba la tasa.

Propuesta del FROB al Tesoro

La conclusión es que el Gobierno no ha llevado a cabo aún cambio alguno en el cálculo de esta vía de financiación de la autoridad, de forma que desde este mismo año no va a recibir ingresos por parte de la banca.

De hecho, el FROB ha propuesto al Tesoro que la cuantía de la tasa se calcule desde este año sobre la base de sus gastos de funcionamiento reconocidos al cierre del año previo. La propuesta, por tanto, va en línea con el rediseño que se iba a aprobar antes de la convocatoria de elecciones generales.

Fuentes del FROB trasladan a EL ESPAÑOL-Invertia que la autoridad puede seguir operando por el momento, dado que dispone de recursos en tesorería, pero aclaran que no pueden recaudar la tasa hasta que el cambio esté aprobado, por lo que confían en que se haga cuanto antes.

De acuerdo con la Memoria de Actividades 2023 del FROB, conocida el martes, el año que mayor aportación realizaron los bancos a través de esta tasa fue 2022, cuando los bancos pagaron 28,31 millones de euros.

Unos ingresos que las entidades abonan en la cuenta bancaria que la autoridad que preside Álvaro López dispone en el Banco de España.