Se sabe poco sobre la futura designación de los dos miembros que conforman la alta cúpula del Banco de España. El único nombre que se ha puesto sobre la mesa es el de José Luis Escrivá, actual ministro de Transformación Digital y Función Pública, para el cargo de gobernador. Lo ha hecho el Ejecutivo y la propuesta sólo ha generado rechazo en las filas del PP.

En el sector financiero, cuya supervisión directa corre a cargo del Banco de España y el Banco Central Europeo (BCE), los grandes banqueros eluden valorar la pertinencia de que un ministro termine liderando una institución como esta. También si esta elección pondría en riesgo la obligada independencia del supervisor.

Con experiencia y capacidades

Sin embargo, sí tienen algo que decir sobre quién debe ocupar ese cargo. "Estoy seguro de que el candidato que se elija va a estar a la altura de una institución como el Banco de España", dejó caer Héctor Grisi, consejero delegado de Santander, durante su última presentación de resultados.

Por su parte, Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, señaló recientemente que los cargos salientes "han hecho un trabajo fantástico". "No tengo ninguna duda de que encontraremos a las personas adecuadas", valoró el banquero, para quien el retraso en el nombramiento es "moderado" y, afortunadamente, "no ha coincidido con una época turbulenta".

Para Gloria Ortiz, consejera delegada de Bankinter, el candidato elegido debe tener "probada experiencia y capacidades" para ser gobernador.

"No me voy a pronunciar sobre temas políticos. Lo que sí diré es que el puesto de gobernador es de mucho peso y mucha influencia y cuanto antes esté nombrado, mejor. Que sea de las mejores capacidades es fundamental. Es un puesto muy importante para la banca", dijo.

La banquera no quiso valorar la propuesta de que Escrivá ocupe el cargo, si bien dejó claro que el retraso en el nombramiento del futuro gobernador perjudica a España.

"Perdemos peso en las instituciones. Es el BCE, las decisiones se toman allí, nos impacta y mucho. Es importante estar debidamente representado en las instituciones europeas", apuntó respecto al hecho de que a la última reunión de política monetaria tuvo que asistir Margarita Delgado, gobernadora en funciones, ante la falta de número uno de la institución.

José Luis Escrivá, ministro de Transformación Digital y Función Pública, tras una conferencia celebrada el pasado julio. Fernando Otero Europa Press León

Para César González-Bueno, consejero delegado de Sabadell, es importante que el elegido "tenga un perfil tan potente y admirado por todos como el de Pablo Hernández de Cos", que "ha dejado un recuerdo magnífico en todos".

Por su parte, Isidro Rubiales, consejero delegado de Unicaja, señaló que su expectativa es que el Gobierno elija a un candidato con "las capacidades que exige el puesto".

El acuerdo entre Gobierno y PP, en el aire

Históricamente, la cúpula del Banco de España se ha nombrado fruto del consenso entre el PSOE y el PP. El partido del Gobierno es habitualmente el que propone al gobernador, mientras que el que lidera la oposición hace lo propio con el subgobernador.

Una dinámica que saltó por los aires la última vez que fue necesario nombrar a la cúpula, en el verano de 2018. En ese momento, el Ejecutivo se disolvió tras la moción de censura que hizo presidente a Pedro Sánchez y fue el Gobierno de Mariano Rajoy, en vísperas de salir del Ejecutivo, el que nombró a Pablo Hernández de Cos como gobernador a principios de junio de ese año.

Pablo Hernández de Cos, exgobernador del Banco de España, y Carlos Cuerpo, ministro de Economía, Comercio y Empresa.

Un mes y medio después, el Ejecutivo socialista hizo lo propio con Margarita Delgado para el cargo de subgobernadora tras la dimisión de Javier Alonso. Tanto Hernández de Cos como Delgado contaban con una larga trayectoria en el Banco de España, concretamente en el servicio de estudios y en el área de inspección, respectivamente.

Para los nombramientos de sus sustitutos, la intención del Gobierno ha sido desde el primer momento contar con el visto bueno del PP y ambas partes llevan semanas negociando. La intención inicial era nombrar al gobernador antes del parón de agosto y que pudiera acudir a la última reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), como adelantó EL ESPAÑOL-Invertia.

No obstante, las desavenencias entre el Ejecutivo y el PP respecto a los nombres alargaron la negociación hasta el punto de que a día de hoy todavía no se han puesto sobre la mesa nombres de manera oficial. El principal punto de fricción es la intención del Ejecutivo de que Escrivá ostente el cargo de gobernador, algo a lo que el PP se niega.

Y eso no es todo. Como ha informado EL ESPAÑOL-Invertia, el Gobierno teme que sea muy difícil alcanzar un acuerdo con el PP después del acuerdo alcanzado entre el PSOE y ERC para la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat, que permitirá a la comunidad autónoma recaudar el 100% de sus impuestos y que la región salga del Régimen Común de financiación autonómica.

Margarita Delgado, gobernadora en funciones del Banco de España, en su despacho. Banco de España

Un acuerdo que ha generado mucho rechazo entre las comunidades autónomas dirigidas por el PP, pero también las del PSOE por la desigualdad que, según critican, genera entre las diferentes regiones el nuevo concierto catalán. Una situación tensa que dificulta cualquier tipo de acuerdo entre ambos partidos.

Lo cierto es que el Gobierno tiene como límite hasta el próximo 11 de septiembre para nombrar a ambos cargos. El motivo es que ese día termina su mandato Delgado como subgobernadora y, por tanto, como gobernadora en funciones, un cargo que se ha visto obligada a ostentar ante la falta de gobernador desde el pasado 11 de junio, cuando cesó Hernández de Cos al cumplir sus seis años.