El germen de esta organización son empresarios muy vinculados económica y emocionalmente a la entidad, que en apenas dos días laborales tras la constitución de la sociedad -y con el puente de La Mercè en Barcelona de por medio-, han conseguido ampliarla a más de cien miembros. Y con el visto bueno de la dirección de Sabadell.

La asociación está liderada por seis empresarios y accionistas del banco. Como presidente, Jordi Casas, también presidente de la Fundación por la Industria. Como vicepresidente, Juan Corominas, presidente Consejo Social de la Universidad de Barcelona e hijo del homónimo expresidente de Sabadell. Y, como secretario, el jurista Joaquim Badia.

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Como tesorero y vocales actúan, respectivamente, los empresarios Juan Bril y Santiago Sauquet y Joan Llonch, profesor en la Universidad Autónoma de Barcelona, hijo de un exvicepresidente de Sabadell y tataranieto de uno de los fundadores del banco.

Accionistas, todos ellos, preocupados por el devenir de la opa que BBVA lanzó sobre Sabadell hace cuatro meses con el objetivo de integrar el banco alicantino. Una operación que, de momento, está recabando las autorizaciones necesarias para salir adelante, pero que tiene en contra al Gobierno, a los propios gestores de Sabadell y a líderes políticos y empresariales, especialmente de Cataluña.

Menos miedo y más confianza

Uno de los objetivos principales de la asociación es, en palabras de su presidente, Jordi Casas, "quitar el miedo y generar confianza" en que el banco tiene futuro en solitario a los accionistas minoritarios, que son en torno al 47% del total. Así lo explica en una entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia.

En concreto, "se trata de quitar el miedo, por más amenazas que haya de que esto se hunde, y generar la confianza de que vamos a seguir. Los más viejos del lugar estamos a favor de seguir", añade.

El presidente de BBVA, Carlos Torres, durante su participación en una conferencia-coloquio en la escuela de negocios Esade, el pasado martes. Alejandro García Efe Barcelona

Con "amenazas" se refiere, principalmente, a los comentarios de Carlos Torres, presidente de BBVA, hace unos días en un evento celebrado en Barcelona, en el que llamó a los accionistas de Sabadell a reflexionar qué pasará con la acción de la entidad si la opa no llega a buen puerto dada la correlación que existe entre los títulos de Sabadell y de BBVA desde el inicio de la operación.

"Hay un plan de negocio, a la vista está, no hay más que mirar el comportamiento de los últimos dos años, es bastante espectacular", quiere poner en valor Casas, que confía "absolutamente" en el actual equipo gestor de Sabadell.

La defensa de este proyecto es lo que mueve la creación de la asociación. "Hay que movilizarse para que, sobre todo los accionistas de fuera de Cataluña, sepan que los originales seguimos creyendo en el proyecto del banco. Seguimos pensando que es un proyecto sólido y que puede seguir independiente tantos años como haga falta", añade.

Asimismo, "hay un lazo afectivo, emocional, que nos une mucho con el banco, que lo consideramos como una cosa nuestra", reconoce Casas, que preside una fundación creada para "defender" a la industria, sobre todo la textil, la cual "se ha movido por Sabadell".

Qué se pierde con la opa

Para Casas, está claro que no se puede permitir que Sabadell desaparezca. Y no sólo porque lleva el nombre de su ciudad por el mundo, sino también por su valor como banco.

"España, en general, perdería, porque los bancos medianos son muy útiles también, sobre todo en el mundo empresarial, que es una especialidad del banco", apunta el presidente de la asociación, para quien los comerciantes que trabajan con Sabadell crean "un vínculo un poco emocional" con la entidad.

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"Este vínculo que tenemos los de toda la vida con Sabadell también existe fuera de Sabadell, fuera de Cataluña", continúa explicando el empresario a este periódico.

Un lazo que les lleva a luchar por la independencia de la entidad. En su opinión, los minoritarios deben sostener a un banco "que tiene casi 140 años, que ha hecho un servicio tremendo a la industria local y que, además, tiene unos vínculos emocionales con todos".

Primera acción de Banco Sabadell.

Para Casas, la respuesta a la pregunta de por qué esta operación no es adecuada se encuentra en los orígenes de la entidad.

"No fue una inversión financiera inicialmente, fue una inversión para tener un servicio financiero que funcionara bien", explica sobre el nacimiento del banco como un proveedor para el gremio textil, industria en la que la ciudad de Sabadell era especialista.

"Vas a cualquier empresa de Barcelona que lleve años trabajando con Sabadell y te dirá lo mismo que yo. Es un banco que nace para tener un servicio financiero a las empresas que funciona", apunta.

Y continúa. "Forma parte de nuestra historia y lo queremos mantener. Tenemos un producto solvente y se trata de quitar el miedo a la gente que pueda haber, que se asuste porque venga un gigante. Nosotros podemos perfectamente continuar como estamos", apostilla.

El corazón, pero también el bolsillo

Pero no todo tiene que ver con el corazón. Los minoritarios agrupados en esta asociación tampoco ven con buenos ojos la operación desde el punto de vista financiero. No les ha gustado que la oferta de BBVA sea "cerrada", sin dar lugar a la negociación, y "hostil".

"Sabadell ha hecho muchas adquisiciones de bancos. Su crecimiento viene por adquisiciones de bancos, pero siempre se ha hecho negociando y nunca de una forma hostil", expone Casas, que recuerda que "no suele pasar esto" en el sector financiero.

Ion Alcoba Europa Press Bilbao

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En efecto, en España no es nada habitual que un banco intente comprar a otro de forma no solicitada ni pactada y hay que remontarse décadas para encontrar un caso similar a este.

Además, "aquí hay una oferta muy cerrada, poco explicada, que en este momento estamos convencidos de que no es rentable para un accionista de Sabadell, no nos aporta nada", sentencia Casas en su conversación con este periódico.

Tampoco, dice, aporta nada bueno a los ciudadanos que desaparezca un banco. "Cuantas menos opciones se tengan de alternativas de servicios financieros, peor", valora, agregando que "no es que el tamaño sea determinante para que [un banco] sea rentable". Y es que para Casas, Sabadell "está demostrando que puede ser muy rentable" con su tamaño actual.

La asociación tiene tarea y muchos meses para desarrollarla hasta que llegue el momento de decidir para los accionistas de Sabadell. Casas confía en que podrán llegar a convencer a una mayoría de minoritarios y frenar la operación. Y es que, como comenta entre risas, "también el Rayo Vallecano ha ganado al Real Madrid alguna vez".