El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, durante un mitin en Van Andel Arena.

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, durante un mitin en Van Andel Arena. Brian Snyder Reuters Grand Rapids, Michigan (Estados Unidos)

Banca

BBVA, Commerzbank, Deutsche Bank y HSBC, los bancos más expuestos a las políticas de la nueva Administración Trump

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El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca va a tener implicaciones sobre los bancos de Estados Unidos, pero también, aunque sea indirectamente, sobre los europeos. Su intención de imponer aranceles a México y China, entre otros, y sus políticas inflacionistas posiblemente van a afectar al negocio de varios bancos, aunque la impredecibilidad de la forma de gobernar de Trump hace difícil proyectar si habrá consecuencias.

Entre las entidades europeas potencialmente más afectadas estaría el español BBVA, pero también el asiático-británico HSBC y el británico Standard Chartered, de acuerdo con un reciente análisis de Citi.

"Si el nuevo gobierno republicano introduce aranceles más altos a Europa directamente, entonces Alemania, Italia e Irlanda son los países más expuestos a las exportaciones de Estados Unidos. Más probables (e inmediatos) son los posibles aranceles en China y México. Los bancos europeos con mayor exposición a estas regiones incluyen a HSBC, StanChart y BBVA, con el potencial de que esto afecte (aún más) a la demanda de crédito", apuntan los expertos de Citi.

Hay que recordar que la mayor parte del beneficio de BBVA, en torno a un 55%, procede de su negocio de México. Es por este peso por el que en Citi consideran que estaría potencialmente expuesto a la política arancelaria de Trump.

Sin embargo, la anterior legislatura de Trump no fue especialmente perjudicial para el banco azul. Durante la misma se firmó el acuerdo comercial entre Estados Unidos, Canadá y México. Y fue, al menos en parte, gracias al mismo que el país del que depende BBVA consiguió superar a China como principal socio comercial de Estados Unidos en 2023.

Una gorra de apoyo a la candidatura de Donald Trump en la Bolsa de Nueva York tras su victoria.

Una gorra de apoyo a la candidatura de Donald Trump en la Bolsa de Nueva York tras su victoria. Andrew Kelly Reuters Nueva York (Estados Unidos)

Desde la entidad siempre se han mostrado optimistas en relación con la evolución del país. Luisa Gómez Bravo, directora financiera de BBVA, lo fue una vez más en la última presentación de resultados del banco. "Estamos muy confiados con la capacidad que tiene México de crecer a futuro", dijo, aunque Onur Genç, consejero delegado del banco, reconoció que el país puede generar algo de "volatilidad a corto plazo" a la entidad.

Fuentes financieras, además, recuerdan que "Estados Unidos necesita que México sea más productivo", pues "ambos países están profundamente integrados en cadenas de valor que han demostrado ser altamente resilientes". "México seguirá siendo más atractivo que China, incluso con la introducción de aranceles", añaden estas fuentes.

El impacto en el motor de Europa

La victoria de Donald Trump pilla a la economía europea debilitada mientras la estadounidense consigue aguantar, a pesar de los recientes sustos. Además, el motor económico de la región, Alemania, se va a ver fuertemente afectado por la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos.

Por el momento, se habla de que la futura Administración Trump pretende gravar con un 10% las importaciones generales y con hasta un 60% las procedentes de China.

Supriya Menon, responsable de estrategias multiactivos para EMEA en Wellington Management, afirmaba hace unos días que las políticas comerciales de una posible Administración Trump podrían "tener un impacto exageradamente negativo en las economías europeas, sobre todo en una Alemania que ya se enfrenta a dificultades y que cuenta con un importante superávit comercial bilateral con Estados Unidos, equivalente a cerca del 10% de sus exportaciones".

Esto tendrá consecuencias en el crecimiento y, por tanto, deja expuestos a sus mayores bancos."Alemania es el mayor exportador a China dentro de Europa (adonde llega el 13,6% de las exportaciones fuera de la Unión Europea), así que también podría haber implicaciones negativas para Commerzbank y Deutsche Bank", indican los analistas de Citi en su informe.

El ritmo de crecimiento de la actividad del sector privado de la zona euro se está ralentizando, según refleja desde hace meses el índice PMI compuesto. Algo que se debe, principalmente, a la reducción del dinamismo de las empresas de Alemania y Francia.

No obstante, el país germano ha logrado esquivar la recesión, al menos en octubre. Según los datos preliminares publicados por Eurostat, el crecimiento de la eurozona sorprendió al acelerarse hasta el 0,4% durante el tercer trimestre del año, frente al 0,2% registrado entre abril y junio. Alemania avanzó un 0,2%.

Banca de EEUU vs. zona euro

La nueva Administración Trump no sólo traerá aranceles, sino también, muy probablemente, desregulación para el sector financiero. Esa fue su política durante su anterior legislatura, así que es de esperar que mantenga esta intención.

Y eso que la desregulación jugó una muy mala pasada al sector bancario estadounidense hace apenas año y medio.

En la primavera de 2023, varios bancos regionales del país desaparecieron, fueron intervenidos o se vendieron a otros tras un impacto en cadena generado, principalmente, por dos factores: una regulación (y supervisión) laxa y un modelo de negocio muy sensible a las subidas de los tipos de interés.

La propia Reserva Federal (Fed) así lo concluyó, como contó en un informe realizado a posteriori sobre esta crisis, en el que reconoció fallos de supervisión.

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, durante una reunión bilaterial con el presidente de China, Xi Jinping, durante el G20 en junio de 2019.

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, durante una reunión bilaterial con el presidente de China, Xi Jinping, durante el G20 en junio de 2019. Kevin Lamarque Reuters Osaka (Japón)

En la zona euro (y también fuera, como demuestran países como Reino Unido o Suiza), existe un férreo control del sector bancario a través de la regulación. Una vigilancia que se estableció tras la pasada crisis financiera con el objetivo de que no se repitieran los millonarios rescates públicos a entidades bancarias y que la estabilidad financiera no volviera a estar en riesgo por la quiebra de un banco.

En Estados Unidos, sin embargo, las cosas son diferentes. Solamente las entidades sistémicas (las más grandes, que tienen capacidad de desestabilizar el sistema financiero por sí solas) deben someterse a los stress tests, en los que se valora la solvencia de los bancos. A estos escapan las entidades regionales, como las que acabaron cayendo en la primavera de 2023.

Aunque la supervisión y la regulación son necesarias para evitar un desastre financiero, en muchas ocasiones los bancos europeos se quejan de que hay un "tsunami" de regulación que les impide competir en igualdad de condiciones con los bancos de Estados Unidos. Estas diferencias ahora se acentuarán