Varias sucursales seguidas de BBVA, Sabadell y Santander.

Varias sucursales seguidas de BBVA, Sabadell y Santander. Susana Vera Reuters Madrid

Banca

La banca detecta "inquietud" entre las pymes por los posibles escenarios de cierre de la opa que BBVA lanzó sobre Sabadell

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La opa que BBVA lanzó sobre Sabadell hace seis meses está generando inquietud entre las pymes, que son el principal colectivo potencialmente afectado por una hipotética fusión entre ambas entidades. Así, al menos, lo están detectando en los bancos que trabajan con este colectivo, como trasladan fuentes financieras a EL ESPAÑOL-Invertia.

Desde el inicio del proceso, la situación de las pymes ha sido la principal preocupación general. Los gestores de Sabadell han puesto mucho foco en ello, pero también las voces que han criticado la operación desde el entorno político.

Y es que el negocio de pymes es, como contaba hace unos días César González-Bueno, consejero delegado de Sabadell, la "joya de la corona" del banco. Y es, de hecho, el principal atractivo que tiene la operación para BBVA, que también da servicio en la actualidad a este colectivo.

Así lo demuestra el hecho de que desde ambos bancos han pasado los últimos seis meses haciendo guiños al colectivo de pymes para llamar su atención y llevárselas a su terreno.

BBVA ha prometido mantener durante meses las líneas de circulante para tranquilizar los posibles nervios de los empresarios, mientras que Sabadell ha apelado a su derecho a elegir banco en una amplia campaña publicitaria que se ha extendido meses.

Inquietud, pero no movimiento

Actualmente, existe mucha incertidumbre sobre cuál será el resultado de la opa ante los posibles escenarios que se presentan ahora: fusión, integración con remedies, prohibición de la misma o marcha atrás de BBVA.

Como trasladan fuentes financieras a este periódico, se está percibiendo "inquietud" entre las pymes ante la posibilidad de que Sabadell deje de existir en unos meses o de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) obligue a BBVA a deshacerse de parte del negocio de pymes para que no se genere un problema de competencia.

De hecho, muchas pymes están ya diseñando medidas para afrontar los posibles escenarios. Hay "cierto ruido" en el sector respecto a este tema, como reconocen fuentes financieras.

Hace unos días, desde Ibercaja apuntaban que, en el contexto de la opa, se han incrementado "la competitividad y la agresividad" de los bancos a la caza del negocio de las pymes.

Teresa Fernández, directora de Banca de Empresas de Ibercaja, reconocía en una rueda de prensa el pasado martes que están percibiendo "inquietud" entre las pymes, pero no "movimiento".

"Creemos que todo el mundo está esperando a ver qué pasa. Las empresas respetan mucho a Sabadell como banco de tejido productivo minorista y en principio están ahí, a la espera, porque no se ve un final claro", ha revelado.

Las dudas de la CNMC

Parte de esa incertidumbre que se vive en el sector con la opa viene del hecho de que la CNMC decidiera hace más de dos semanas llevar su análisis de la operación a fase 2, lo que alargará mucho los plazos previstos inicialmente y dará voz al Gobierno para opinar sobre las condiciones que imponga la autoridad.

El organismo que preside Cani Fernández dio a conocer días después la nota sucinta sobre su decisión, en la que daba a conocer sus dudas sobre el impacto que tendría la operación en la competencia en el segmento de financiación a pymes.

Durante la fase 1 del análisis de la CNMC, la autoridad concluyó que no era posible saber si la operación afectaría al crédito a las pequeñas y medianas empresas, pero sí constataba que "la presencialidad sigue siendo un elemento relevante para las pymes y que la operación produce una significativa concentración y elimina una fuerza competitiva relevante en varios mercados infranacionales".

BBVA presentó una serie de compromisos ante la CNMC para eliminar sus preocupaciones sobre la operación, pero a la autoridad le parecieron, en general, insuficientes

En el caso del crédito a pymes, prometió garantizar la continuidad de las líneas de capital circulante (créditos con plazo de terminación o renovación igual o inferior a un año) que Sabadell tuviera vigentes en todo el territorio español durante 18 meses, salvo deterioro financiero.

También mantener, durante 18 meses, todo el volumen de crédito a las pymes que no tengan otro proveedor financiero distinto a BBVA o Sabadell.

La autoridad concluyó que, pese a estos compromisos, "no se puede descartar que el hecho de que se apliquen precios medios nacionales en la concesión de nuevo crédito a pymes pueda empeorar las condiciones actuales de determinadas pymes".