Francisco Serrano, presidente de Ibercaja, posa para EL ESPAÑOL-Invertia.

Francisco Serrano, presidente de Ibercaja, posa para EL ESPAÑOL-Invertia. Laura Mateo E. E. Madrid

Banca

Francisco Serrano (Ibercaja): "El impuesto a la banca tiene tintes demagógicos y populistas y es un freno a la financiación"

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Riguroso, preciso y claro en el lenguaje. Estas tres cualidades describen perfectamente a Francisco Serrano, que las adquirió, como él mismo ha contado alguna vez, gracias a su pasado como opositor. El banquero, abogado del Estado, preside desde hace casi tres años, con funciones no ejecutivas, Ibercaja, haciendo combo con Víctor Iglesias, consejero delegado de la entidad.

Serrano es de Teruel y se nota. El banquero es un enamorado de su tierra natal y cuando se le pregunta por un buen plan en Aragón no duda en enviar a su interlocutor a su provincia, quizás la más olvidada de las tres que conforman la comunidad en la que Ibercaja es el banco rey.

Quienes trabajan con él destacan su inteligencia, que le permite valorar con calma y claridad que el impuesto a la banca es "demagógico", "populista" y una "mala decisión fiscal" que puede tener un impacto negativo en el crédito.

En esta entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia, confiesa que prefiere que su banco sea el de la calle principal del pueblo (main street bank, en la jerga financiera anglosajona) más que un gigante de Wall Street. Y defiende el valor de las presidencias no ejecutivas, como la suya, en un contexto de mucho ruido en el sector.

En la opa de BBVA a Sabadell ve oportunidad de crecimiento para los demás, pero no se atreve a apostar cuál será su (aún incierto) final. Aunque sí se moja al considerar que en España ya hay mucha concentración bancaria y es mejor que exista "biodiversidad" en un sector muy regulado que trabaja con un supervisor "intrusivo".

Durante la presentación del Plan Estratégico 2024-2026 el pasado mes de abril descartaron la salida a bolsa de Ibercaja. ¿Es algo que puede ocurrir a partir de 2026? ¿Puede haber un cambio de planes?

Una vez que la Fundación Bancaria Ibercaja ha constituido el fondo de reserva, no tenemos ninguna obligación legal de salir. En este Plan Estratégico no está configurado salir a bolsa y creemos que con nuestro tamaño y nuestra estructura de propiedad estamos cómodos. La Fundación Bancaria Ibercaja no sólo ya tiene su fondo de reserva, sino que va aumentando sus reservas y fondos propios. Por lo tanto, no es algo que esté sobre la mesa ni que tengamos pensado para un futuro próximo. Ni a corto ni a medio plazo.

Acaban de integrar la plataforma tecnológica de Orange Bank. También durante la presentación del Plan Estratégico dijeron que hay varias áreas donde quieren crecer. ¿Tienen previsto acometer otra operación corporativa?

Queremos revisar cuál es nuestra estrategia, tener una estrategia propia de consumo y de medios de pago, porque esto se está moviendo mucho. Nuestra primera intención es hacer un crecimiento orgánico con nuestros propios medios, pero abierto siempre a lo que pueda haber en el mercado, que puede ser interesante de estudiar. La operación de Orange Bank no la teníamos pensada y nos surgió la oportunidad. Si surge otra en el futuro, la analizaremos. No tenemos nada encima de la mesa, pero estamos abiertos.

Hablando de operaciones corporativas, ¿les viene bien que se fusionen BBVA y Sabadell?

El sistema financiero español está muy concentrado. Entre los seis [bancos más grandes] ocupan prácticamente un 75%. Entonces, desde un punto de vista objetivo, España va a ser, con diferencia, el país europeo que tiene un ratio de concentración más elevado. Y eso, con carácter general, vemos que no deberíamos ir mucho más allá.

Si se reducen los players significativos, evidentemente dejan un hueco que podemos aprovechar. Es una derivada, pero no es algo que esté dentro de nuestro apetito. Evidentemente, si surge, pues bien, pero no está dentro de nuestro apetito. Eso no quiere decir que el mercado financiero español no sea competido, porque sí que lo es, porque hay muchas entidades de muy diversos tamaños y modelos de negocio. Tenemos multinacionales muy grandes y medianas y pequeñas y locales y otros que hacen banca de nicho y otros, banca muy local.

Por lo tanto, la competencia existe en el mercado. Lo que nosotros siempre defendemos es la biodiversidad, es bueno que haya una multiplicidad de entidades que tengan distintos modelos de negocio, eso es bueno para el cliente bancario. Y, por otra parte, nosotros siempre defendemos, mirándonos a nosotros mismos, que lo que queremos es un proyecto sólido, independiente y de futuro. Y en eso estamos y en eso avanzamos. Volviendo a la pregunta, la operación BBVA-Sabadell dependerá, más allá del ruido que hay, de lo que decidan los accionistas y las restricciones que en su caso pueda establecer la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Es necesario terminar la Unión Bancaria y la Unión del Mercado de Capitales. Pero, por ejemplo, el 'Informe Draghi' incide más en la Unión del Mercado de Capitales que en la Unión Bancaria

¿No se atreve a hacer una apuesta sobre el final de la operación?

Es complicado porque nosotros no somos accionistas. Los accionistas tendrán que decidir y es difícil de decir si uno no está dentro.

UniCredit está intentando sacar adelante dos fusiones, una en Italia con BPM y otra en Alemania con Commerzbank. ¿Esto abre la puerta a las fusiones transfronterizas que tanto promueve el BCE?

No, es muy difícil, porque para que se produzcan fusiones transfronterizas se tiene que acabar la Unión Bancaria y no está acabada. Sin el Fondo de Garantía de Depósitos es muy difícil que pueda haber Unión Bancaria. Cuando quiebra un banco es el propio sistema el que trata de evitar que haya un perjuicio para los depositantes y para eso están los fondos de garantía de depósitos. Tenemos múltiples fondos de garantía de depósitos con múltiples legislaciones, pero no tenemos un Fondo de Garantía de Depósitos en común. Eso, fundamentalmente, impide que el régimen de fusiones transfronterizas funcione libremente. No lo hay.

Lo que se está produciendo en Italia es algo muy parecido a BBVA y Sabadell entre dos que pueden ser más o menos complementarios. Y, por otra parte, en Alemania es algo también bastante parecido, aunque UniCredit ya está en Alemania y, por lo tanto, es una fusión, en esencia, para conseguir las sinergias alemanas. Pero no son fusiones en esencia transfronterizas. Ninguna de las dos en puridad lo son porque los regímenes jurídicos son muy distintos.

Francisco Serrano, presidente de Ibercaja, durante la entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia.

Francisco Serrano, presidente de Ibercaja, durante la entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia. Laura Mateo E. E. Madrid

Como sector llevamos tiempo, y somos muy pesados en esto, insistiendo en que es necesario terminar la Unión Bancaria, como terminar la Unión del Mercado de Capitales. Pero últimamente vemos que, incluso, el discurso que venía sosteniéndose más o menos de forma consensuada de que hay que empujarlo se ha aminorado un poco. El 'Informe Draghi' incide más en la Unión del Mercado de Capitales que en la Unión Bancaria.

Al sector, desde luego, le gustaría. Si queremos tener campeones europeos, completar la Unión Bancaria sería necesario, aunque nosotros lo que defendemos es la biodiversidad, es decir, que haya de todo. Por ejemplo, Estados Unidos tiene a JP Morgan, que ya es más, probablemente, que los diez primeros bancos europeos juntos, pero luego hay 5.000 community banks, que son cajas de ahorro y funcionan muy bien.

A mí me gusta mucho utilizar la expresión que estos últimos utilizan, ellos son los main street banks, o sea, los bancos de la calle principal de su pueblo, frente a los Wall Street banks. A mí me gusta ser main street bank frente al Wall Street bank. Y yo quiero ser el main street bank de España. Wall Street bank hay otros que quieren ser, yo no.

Estamos a punto de terminar el año, ¿por dónde va a ir la senda de los tipos de interés en 2025 y 2026?

La curva de tipos de interés es descendente y a fecha de hoy, según el consenso de analistas, el riesgo al alza es, probablemente, la inflación, pero el riesgo a la baja es el crecimiento. Dejando al margen el efecto Trump, que eso puede distorsionar un poco, realmente hoy el mayor riesgo es que el crecimiento sea menor del que uno puede esperar.

Por lo tanto, no vemos una evolución de tipos distinta de la que más o menos marcan la senda de consenso de analistas. Un punto de llegada en torno al 2%, entre el 2%, el 2,25% o el 2,5% deberían estar los tipos.

¿Y cómo van a impactar las bajadas en Ibercaja y en el sector?

El margen de intereses va a bajar y, por lo tanto, la rentabilidad de los bancos, con carácter general, va a bajar. Dependerá de la capacidad de gestión de cada uno y de su balance hasta dónde le baje la rentabilidad o hasta dónde consiga sujetarla. ¿Va a bajar? Sí, pero hasta el momento es gestionable.

Vemos que las empresas tienen, con carácter general y en términos agregados, una situación financiera que no es mala. Al igual que las familias han hecho muy bien los deberes y se han desapalancado, hay un menor ratio de endeudamiento de empresas. Pero vemos que cuesta acometer nuevos proyectos. La iniciativa privada y la inversión en nuevos proyectos cuesta y yo creo que está influyendo mucho la incertidumbre.

¿Cómo vemos que esto impacta en el sistema financiero? Pues por una parte vemos que los márgenes de intereses pueden acortarse, los gastos se van a incrementar, pero no al nivel que se han incrementado otros años. El coste del riesgo debería mantenerse en un entorno bajo. La mora debería estar contenida y, por lo tanto, la rentabilidad de las últimas líneas, aunque debería bajar, debería cubrir el coste de capital. Por tanto, un año complicado, un año de mucha gestión en los bancos porque los márgenes se van a estrechar, pero en un entorno económico que no es malo, no es de bonanza que te permita hacer grandes volúmenes, pero desde luego no es recesivo. Por lo tanto, gestionable.

Francisco Serrano, presidente de Ibercaja, durante la entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia.

Francisco Serrano, presidente de Ibercaja, durante la entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia. Laura Mateo E. E. Madrid

Hablando de la bajada de tipos, ya conocemos más o menos el diseño del nuevo impuesto a la banca. ¿Les viene mejor que el anterior?

Viene mal siempre. En el sector lo hemos dicho muchas veces y creo que con claridad y rotundidad. El denominado impuesto del beneficio caído del cielo parte de una premisa que no es cierta. Primero, no es un beneficio extraordinario. La política monetaria no la fijan los bancos, la fijan los bancos centrales, y no la fijan los bancos centrales pensando en los bancos, en si quieren que ganen más o menos, sino en cómo quiere que vayan evolucionando la economía y la inflación y cómo hay liquidez o no en el sistema. Eso no lo determinamos nosotros, que somos correas de transmisión de esas políticas monetarias.

Por otra parte, no son beneficios caídos del cielo, porque en el máximo de tipos de interés, la banca ha tenido de media un ROTE [rentabilidad sobre el capital tangible] del 13% y el Ibex 35, del 18%. Y, evidentemente, los tipos van a caer, por lo que los beneficios van a bajar. Por tanto, si ya nos parecía que en la anterior situación no tenía ningún sentido, en esta situación, todavía menos.

Es un impuesto, desde luego, con tintes demagógicos, populistas y en el que vemos que evidentemente, hay vicios de legalidad que pueden ser objeto de recurso y desde luego yo creo que no generan confianza en los inversores, porque no crean seguridad jurídica. Y, por otra parte, evidentemente, son un freno a la posible financiación, porque son recursos que se están detrayendo de inversión. Creo que no es un impuesto adecuado.

El nuevo impuesto incluye una progresividad a la hora de pagarlo. ¿Les parece bien que exista esta diferenciación y que los bancos grandes paguen más?

Lo que nos parece mal es el impuesto. El impuesto no tiene ningún sentido, está mal diseñado de base, entonces todo lo demás es por añadidura. Creo que no es bueno entrar en la dinámica de, mira, es mal impuesto, pero a mí me viene mejor. Eso no tiene ningún sentido. Es un mal impuesto, es una mala decisión de política fiscal.

En Ibercaja el modelo de gobernanza lo conforman un consejero delegado y un presidente no ejecutivo. ¿Echa de menos alguna función ejecutiva o le parece una buena distribución?

A mí me parece una buena distribución. Me gusta la pregunta porque últimamente con cambios en otras entidades leía que el presidente no ejecutivo es un presidente representativo y eso no es así. El presidente no ejecutivo tiene tres grandes funciones, a mi modo de ver. Una, con nuestra estructura de propiedad, es ser correa de transmisión del socio de referencia. También tienes que escuchar al resto de stakeholders, tu función también es de recoger las distintas sensibilidades.

Las manos de Francisco Serrano, presidente de Ibercaja, durante la entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia.

Las manos de Francisco Serrano, presidente de Ibercaja, durante la entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia. Laura Mateo E. E. Madrid

Una segunda función, que es muy importante y es en la que más se fija el supervisor, es liderar el consejo de administración y que sean un contrapeso. Eso sí, una vez que se adoptan las decisiones, todo el mundo tiene que ir a una, porque si no la organización lo nota y eso no funciona.

Por lo tanto, el consejo de administración tiene una labor de monitorizar cómo funciona el banco, cómo lo está haciendo el equipo directivo, valorar cómo lo está haciendo, pero partiendo siempre desde la confianza. Al igual que en el punto anterior, la confianza entre el equipo directivo y el consejo administración tiene que ser total, porque si no, esto no funciona. Y por lo tanto, una de las grandes misiones del presidente no ejecutivo es que la relación que haya con el consejero delegado sea de total confianza. En nuestro caso es de absoluta confianza.

Y una tercera pata de la función del presidente no ejecutivo es la representativa. Es el máximo representante de la reputación de la sociedad. Porque los valores, la cultura de la organización, tienen que emanar desde arriba, desde el consejo de administración y el equipo directivo y tiene que desencadenarse por toda la organización. La representatividad en este caso tiene mucho valor, porque estás trasladando hacia dentro y hacia fuera cuáles son los valores, qué es lo que quiere la organización o qué es lo que quiere la entidad que sea la organización.

¿En España va a terminar mandando ese modelo?

Creo que hay que respetar la idiosincrasia de las entidades, porque lo fundamental no es la figura, sino que la entidad funcione bien y, por lo tanto, el ejercicio que le pedimos al supervisor es que entienda cómo funciona la entidad y si ese modelo de gobernanza estandarizado realmente sirve, mejor o peor, en el caso concreto.

El borrador de guía de gobernanza [del Banco Central Europeo (BCE)] tiene 18 banderas rojas de gobernanza formal, 19 banderas rojas de gobernanza ética o comportamental y 109 mejores prácticas. Nosotros le decimos que esto no puede ser una checklist, a ver cuántas de estas cumples. Mira cómo soy y mira a ver cuántas de estas tiene sentido que yo cumpla. Que la organización funcione bien es lo esencial. ¿A través de qué forma? Nosotros creemos que esta encaja muy bien en nuestra idiosincrasia, pero puede haber otras figuras que a lo mejor sean intermedias, que funcionen también bien.

Francisco Serrano, presidente de Ibercaja, durante su entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia.

Francisco Serrano, presidente de Ibercaja, durante su entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia. Laura Mateo E. E. Madrid

¿Qué cualidades debería tener un buen banquero?

La función básica, y esto lo aprendí nada más llegar a Ibercaja, es saber dar préstamos, porque eso es lo que realmente hace que la entidad sobreviva o no. Qué bello es vivir, una película mítica, tiene muchas lecturas. Hay una que a mí me encanta, que es la bancaria. El usurero se quiere apropiar del otro y el otro es una caja de ahorros, es alguien que concede préstamos a los necesitados para hacerles viviendas de protección oficial.

En esa película se demostraba que la clave era saber dar bien el préstamo, porque si sabes brindar el préstamo, tu entidad va a funcionar. De ahí el rigor, el trabajo bien hecho, la empatía, conocer a tu cliente, saber en qué momento vital está y cuánto necesita, cuál es su apetito al riesgo y el tuyo.

¿Para usted qué banquero ha sido el más influyente?

Mis tres predecesores han sido tres enormes banqueros: Manuel Pizarro, Amado Franco y José Luis Aguirre. Y tengo un consejero delegado que es un gran banquero, Víctor Iglesias. Hacen un grupo de estupendos banqueros y por eso Ibercaja está donde está. Ha tenido muy buenos banqueros a lo largo de su historia.

Lleva muchos años en Ibercaja. ¿Cómo es su relación con los supervisores? ¿Es más de Pablo Hernández de Cos o de José Luis Escrivá?

Soy muy partidario del Banco de España. Es una gran institución, con una plantilla que tiene una capacitación técnica enorme, y después ya está la mayor o menor afinidad que puedas tener personal o no, en función de que los conozcas más o menos.

Y en el BCE... En un primer momento todos nos quejamos un poco, porque nos cambió mucho el paso, era una supervisión muy intrusiva, lo sigue siendo, y muy heterogénea, porque es un aluvión de gente muy diversa, de muy diversos países, con diversas procedencias. Creo que ahora eso ha tendido a estabilizarse más y, por lo tanto, el intrusismo sigue existiendo. Como en la guía de gobernanza, 109 buenas prácticas de gobernanza son muchas. Por lo tanto, es muy exigente, es ciertamente intrusivo, pero cumple una función muy importante y hay que valorarla en lo que vale, que es mucho.

Francisco Serrano, a fondo.

¿Qué libro recomendaría? 

El otro día hicimos una jornada y estuvo Carlos López Otín, biólogo aragonés, es una gran persona. Creó un ambiente en la sala que nos impactó, un momento impactante porque trasladó no sólo conocimiento, sino una gran impronta personal y mencionó su último libro, que es La levedad de las libélulas, y me lancé a comprarlo. Simplemente lo he ojeado, pero tiene muy buena pinta. Me atrevo a recomendarlo.

¿Una película y una serie para este fin de semana?

Estoy pensando en series y veo lo antiguo que soy, porque me iba a Los Soprano, a El ala oeste de la Casa Blanca, que para mí son míticas. Breaking Bad es otra mítica. Más cercanas, The Crown me ha gustado mucho. Y en películas, diría cine clásico de los años cincuenta y sesenta. Desde Charada a El sueño eterno, que probablemente sería mi película favorita.

¿Qué música suele escuchar?

Ahí también soy un poquito antiguo. Me gusta mucho el rock sinfónico de los ochenta, Pink Floyd. Y también me gusta alguna banda indie española, León Benavente me gusta mucho. Mis hijos me recomiendan alguna cosa.

¿Y les hace caso?

Hay veces que sí y hay veces que no.

¿Es más de comer en casa o de salir a restaurantes?

Soy de comer, para qué nos vamos a engañar. Comer en casa me gusta mucho porque la comida es un momento para mí muy especial de hablar en familia, pero por ahí me gusta mucho, hay muchos restaurantes que me gustan en Madrid y en Zaragoza también. Está Crudo, que me gusta particularmente.

¿Qué plan de fin de semana recomienda en Aragón?

Yo soy de Teruel. En Teruel puedes hacer múltiples excursiones. Primero, la capital, que es un sitio muy recomendable, muy, muy entrañable y muy bien conservado. Se ha hecho un gran trabajo en Teruel de difusión turística, está muy bien. Después está Matarraña, es un sitio mágico. Y, aunque es un tópico decir que es como la Toscana en Aragón, es verdad y hay un muy alto nivel de turismo y de establecimientos turísticos. Otra zona es Maestrazgo, que también vale la pena, son paisajes muy distintos, muy diversos. Y, después, Albarracín es absolutamente maravilloso.