
Alejandra Kindelán, presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB) y José Luis Escrivá, gobernador del Banco de España, durante el V Observatorio de las Finanzas de EL ESPAÑOL.
La banca pide una reflexión sobre los criterios de inversión en Defensa y Escrivá pone el euro digital como pilar europeo
Las entidades quieren formar parte del giro estratégico que está viviendo la Unión Europea.
Más información: Pedro J: "El proteccionismo de Trump es incompatible con la interconexión económica que ha creado la tecnología"
Los bancos quieren que financiar no sea un estigma. Su intención es formar parte del giro estratégico que está viviendo la Unión Europea. La necesidad de aumentar el gasto en defensa para reducir la dependencia exterior en el marco de la guerra de Ucrania va a exigir una mayor inversión y el sector financiero quiere ser protagonista.
No sólo a través de la financiación de toda la inversión necesaria, sino también a través de la dinamización del mercado de capitales, facilitando a las empresas acceder al mismo, y empujando para culminar la Unión Bancaria. Y a esta receta de "más Europa" coadyuvará la creación del euro digital, cuya puesta en marcha está cada vez más cerca y en la que el sector financiero tendrá un papel crucial.
Son algunas de las claves que se extraen de la primera jornada del V Observatorio de las Finanzas organizado por EL ESPAÑOL e Invertia. La principal abanderada de este mensaje fue Alejandra Kindelán, presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB).
En su intervención, afirmó que los bancos "tienen que estar en el centro" de la nueva estrategia europea, que pasa por aumentar el gasto en defensa. "Tenemos que pensar en un ecosistema amplio y diversificado de financiación", dijo.
Sobre la defensa explicó que "hay un bien superior" que es necesario "proteger entre todos". "Estamos ante un cambio tectónico hacia un mundo más multipolar y tenemos que preservar este modelo de convivencia social y político que hemos creado, proteger esta civilización", añadió.
Más Europa
Ignacio Juliá, consejero delegado de Santander España, puso el foco sobre el impacto que la guerra arancelaria de Donald Trump tendrá "en la inflación y en el crecimiento", aunque de momento lo ven con "cierto nivel de optimismo". "Por ahora hay más retórica que acción y tenemos que ver cómo evoluciona", apuntó el directivo.
El ex de ING también valoró que esta situación "está creando un movimiento en Europa de más consolidación, de trabajar más como Europa y de aportar, además de política monetaria, política fiscal para fortalecer el crecimiento".
Para Kindelán, el objetivo a seguir es el crecimiento y la competitividad. Parte de la ventaja competitiva que tiene que desarrollar la banca es la consolidación del mercado interior. "La integración, más Europa, es parte de esta receta".
Tal y como subrayó, "la Unión Bancaria es muy importante para garantizar el nivel de protección, igual y común a los ciudadanos". En este sentido, "nos falta un sistema único y común de protección de depósitos".
El director de banca minorista de BBVA en España, Gonzalo Rodríguez, también trató la cuestión de la unión bancaria. "Europa, para avanzar en su autonomía estratégica, necesita bancos más sólidos y más eficientes y también de escala para hacer frente a las inversiones que tenemos que hacer en materia de transición energética, de tecnología u de digitalización", explicó.
En este sentido, "Estados Unidos parte con una ventaja muy clara con un único mercado de capitales", mientras que "en Europa quedan algunos pasos", resaltó. Según Rodríguez, "si miramos los 25 mayores bancos por capitalización bursátil en el mundo, no hay ninguno de la Unión Europea y estamos en un entorno donde la escala global es cada vez más importante".
A ello, y tal y como subrayó Kindelán, se debe sumar "la simplificación normativa". Como Rodríguez, la líder de la patronal bancaria a la que pertenecen Santander o BBVA comparó la situación en Europa en Estados Unidos. Tal y como señaló, durante los últimos cuatro años, en el Viejo Continente se han desarrollado 15.000 normas. Al otro lado del Atlántico, han sido 3.000. Es decir, cinco veces menos.
"Hemos tenido que hacer frente a una de cada tres normas europeas cada día", afirmó la presidenta de la AEB, quien se preguntó si es necesaria tanta regulación. En su opinión, se debe "reducir solapamientos y tomarnos en serio la simplificación normativa".
El euro digital
El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, también se sumó a esa reclamación de "más Europa". "Estamos en un mundo que requiere, si cabe más de lo que habíamos concluido, reforzar la autonomía estratégica y los elementos que identifican nuestra soberanía europea".
Así de contundente fue el exministro, quien en este marco explicó y defendió la implementación del euro digital. Con esa "perspectiva de reforzar la autonomía Europa", consideró que "es esencial que haya un proyecto claro para que, aprovechándose de nuevas tecnologías, como la tokenización o la digitalización, reforcemos el proyecto del euro".
Es aquí donde entra en juego "la construcción del euro digital". Se trata de una forma digital de la moneda única de la zona euro, emitida y respaldada por el Banco Central Europeo (BCE). Sería, por tanto, una versión electrónica del dinero fiduciario que usamos hoy en día, pero con las ventajas de la tecnología.
Será, según indicó, "un instrumento común" y gratuito para los ciudadanos, que se "podrá acceder desde todas las posibilidades tecnológicas que puedan desarrollarse y de liquidación 24 horas, siete días a la semana".
Frente a las críticas de que implicará un mayor control por parte de las entidades, Escrivá defendió que "el grado de privacidad será absoluta". "Será parecido al intercambio de billetes entre particulares", afirmó. Además, se podrá pagar sin conexión a internet.