El entusiasmo de los inversores por el futuro más inmediato de OHL va a menos. Una vez que la familia mexicana Amodio ha mostrado a las claras su intención de evitar una opa sobre la constructora española, las alzas de primera hora van a menos y se quedan en una tercera parte de lo que marcaban a primera hora. Apenas un 4,29% al alza.
Las acciones de OHL coquetean con un céntimo más allá de la cota de los 1,10 euros después de haber arrancado la sesión por encima de los 1,24 por título, lo que suponía subidas de precio de casi el 15%. La ausencia de la lluvia de millones que hubiera supuesto una oferta pública de adquisición resta fuerza a las órdenes de compra que se lanzaban a primera hora a la espera de conocer más detalles sobre la hoja de ruta de los mexicanos.
Al final, la opa queda descartada, pues los Amodio han señalado su intención de solicitar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la exención de tener que embarcarse en una operación así por no tener “como objetivo principal la toma de control” de la constructora, sino que se persigue “un objetivo industrial” de suma de fuerzas. Así lo recogen en la documentación que la propia OHL ha remitido al supervisor después de debatir la oferta de los mexicanos.
En lugar de una oferta por el 100% de OHL, lo que los Amodio ponen sobre la mesa es una partida de 50 millones de euros en efectivo y la integración de los activos de su negocio de construcción, Caabsa Infraestructuras, a cambio de tener una participación entre el 31% y el 35% en el capital de la cotizada española.
Desde la compañía madrileña se ha especificado que sigue “pendiente de definir” cómo se estructuraría la operación. Si bien, su consejo de administración ha acordado explorar esta potencial integración en OHL de los activos del negocio de construcción de Caabsa Infraestructuras mediante un proceso de fusión en el que esta división de Caabsa sería absorbida por la cotizada española.
Dado que la capitalización bursátil de OHL ronda los 320 millones de euros, la participación máxima del 35% a la que aspiran los Amodio tendría un valor de mercado ligeramente superior a los 110 millones. La constructora española acumula una revalorización del 40% en el último año después de un largo periodo de castigo inversor a consecuencia de repetidas desinversiones de la familia Villar Mir, abultadas provisiones y revisiones de proyectos estratégicos para la firma.