Reducción de su endeudamiento en más de 105 millones de euros, incremento de los fondos propios en cerca de 180 millones de euros, y sin vencimiento de bonos hasta 2025. Grosso modo, estas son las principales señas de identidad del proceso de refinanciación que inició OHL a finales del pasado mes de enero con el fin de recapitalizar y reforzar su estabilidad financiera. Puntos que fueron aprobados en la última Junta General de Accionistas.
A todo ello hay que añadir la inyección por parte de la familia Amodio (Luis y Mauricio) de 37 millones de euros. Con estos mimbres, OHL intenta dejar atrás los últimos años, en los que las pérdidas han sido una constante, fruto de una mala gestión, sin olvidar los escándalos que la han salpicado.
La meta de OHL con estos movimientos es hacer frente a sus compromisos financieros y, de esta manera, mejorar su estabilidad a corto y medio plazo para llevar a buen puerto su plan de negocio. “La situación de OHL continúa siendo una incógnita”, afirma Diego Morín, analista de IG. Y matiza: “Bien es cierto que la llegada de los Amodio ha dado un balón de oxígeno a la entidad, y más con la conclusión de sus últimos planes. Una situación que podría darle mayor empujón a su balance de cuentas, ya que se verán incrementados sus fondos propios”.
Problema de negocio
El plan de los Amodio y OHL ha comenzado a andar. Son varias las piedras en el camino que se pueden encontrar. “El problema de OHL es realmente un problema de negocio. El negocio consume caja todos los trimestres y esto es lo que provoca los problemas financieros ya que la compañía necesita liquidez para cubrir los déficits de caja y hace imposible la sostenibilidad de la deuda”, apunta César Fernández Tajes, director general del Instituto Superior de Bolsa, Inversión y Finanzas (Isbif).
Dicho de otra manera, OHL no resolverá sus problemas financieros hasta que el negocio genere caja positiva. A pesar de los esfuerzos realizados, todavía no ha llegado a ese nivel. “En el primer trimestre del año, el negocio quemó más de 150 millones de euros de caja”, matiza César Fernández Tajes.
Si esa generación de caja positiva del negocio tarda más tiempo del previsto en alcanzarse, y OHL vuelve a tener problemas para financiar las operaciones, más que una piedra en el camino, será un bache profundo que sortear.
“A ello podemos añadir que sigan apareciendo problemas en la cartera antigua de proyectos que provoquen salidas de caja importantes”, indica el director general del Isbif. Es algo que ya se vio en el pasado. Así, anunciaron al mercado que el peor escenario ya estaba provisionado, pero, en realidad, fue el germen de nuevos problemas.
Además, habrá que seguir pendientes de la decisión de los inversores. Sobre todo cuando los vencimientos se han alejado hasta 2025. “Por ahora podríamos decir que, dentro de lo malo, lo positivo son las perspectivas de la compañía para los próximos trimestres. Sin olvidarnos de pasar por caja gracias a la posible formalización de la venta del hospital de Toledo”, indica Diego Morín.
Efecto Biden
Estados Unidos es el principal mercado para OHL. En 2020, supusieron casi la mitad del total de las adjudicaciones de la compañía en todo el mundo. Un ‘campo de cultivo’ que va a ser regado por la administración presidida por Joe Biden. Sin embargo, la cantidad inicialmente prevista se ha reducido a la mitad.
“Es una mala noticia para OHL porque representa el 40% de la cartera actual. También es el mercado con mejor comportamiento de contratación”, apunta César Fernández Tajes. Por su parte, Diego Morín prefiere ver el vaso medio lleno: “OHL sigue mirando dicho acuerdo para introducirse más en el país americano”.
También, en Estados Unidos, hay otros dos hechos que pueden condicionar la hoja de ruta de OHL y los Amodio: el incremento de los salarios y la subida del precio de las materias primas. “Esto está generando inflación, llevando a Estados Unidos a su nivel más alto de los últimos trece años”, relata el director general de Isbif.
Si este nivel de inflación deja de ser un problema puntual, y se convierte en estructural, llevará a la Reserva Federal a una subida de tipos de interés. “Lo que hará más difícil la financiación del déficit público y que el Gobierno reduzca su plan de inversiones”, matiza César Fernández Tajes.
Respecto a los salarios, su ascenso impacta en las estrategias de crecimiento de las empresas en suelo americano. “OHL tendrá un reto mayúsculo por delante para afrontar meses complicados ante el repunte continuado de la inflación”, concluye Diego Morín.
Noticias relacionadas
O gestiona tu suscripción con Google
¿Qué incluye tu suscripción?
- +Acceso limitado a todo el contenido
- +Navega sin publicidad intrusiva
- +La Primera del Domingo
- +Newsletters informativas
- +Revistas Spain media
- +Zona Ñ
- +La Edición
- +Eventos