OHLA ha anunciado a la CNMV una reducción adicional de su deuda en casi 100 millones de euros. Y todo gracias a los 162,5 millones que recibió de la Comunidad de Madrid por la liquidación de un contrato que proyectaba una nueva línea de tren de cercanías entre las localidades de Móstoles y Navalcarnero. Las obras quedaron paralizadas en 2010.
La compañía ha amortizado un total de 54,5 millones de euros que quedaban pendientes de un crédito con la garantía del ICO, que había suscrito en 2020 con sus bancos de referencia.
Por otra parte, OHLA ha lanzado una oferta de recompra parcial a los tenedores de su bono por un importe total de 43,2 millones de euros. Ello, unido a la amortización del ICO, supondrá una reducción del pasivo de la empresa de 98 millones de euros.
Los titulares del bono podrán ofrecer sus obligaciones para su venta a partir de este viernes y hasta el próximo 7 de marzo. La sociedad anunciará los resultados de la oferta de recompra un día después, el 8 de marzo, con liquidación el día siguiente.
Así, la compañía presidida por Luis Amodio cumple con los términos acordados con sus acreedores en el marco del proceso de recapitalización y renegociación de su deuda que acometió el año pasado. El mismo supuso la reducción del importe conjunto de su único bono en circulación a 488 millones de euros.
Años de litigios
Fue el pasado mes de octubre cuando el Tribunal Supremo tumbó el recurso de casación presentado por la Comunidad de Madrid contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). En ella se estimaba que la resolución del contrato de este tren de cercanías, así como la petición de 356 millones a OHL, como se llamaba antes la compañía, debían ser declaradas nulas.
La Comunidad de Madrid había reclamado una indemnización de 356 millones de euros a OHL como "responsable de los daños y perjuicios derivados de la resolución del contrato" que suscribió en enero de 2008 como concesionaria para la construcción de la línea.
Con todo, el TSJM acordó anular la resolución por la que la Comunidad de Madrid reclamaba a Cemonasa, filial de OHL, ese importe por las obras inacabadas del tren entre Móstoles y Navalcarnero, dando por finalizado el contrato.
Las obras, con las que pretendían cubrir un trayecto de 15 kilómetros, fueron adjudicadas a OHL por el Ejecutivo regional en 2009, con un presupuesto de 369 millones de euros. Tras invertirse más 140 millones, la concesionaria lo paralizó en 2010.
En junio de 2015, tras cinco años paradas, la empresa concesionaria presentó una reclamación administrativa ante la Comunidad solicitando la resolución del contrato por "imposibilidad de su ejecución debido a circunstancias sobrevenidas e imprevisibles" y reclamando 285 millones de euros de indemnización.
Ante esto y apoyados en un informe del Consejo Consultivo a favor, en 2016 iniciaron un expediente a la empresa imponiéndole 34 millones de euros de penalidades y dándole 16 meses para la ejecución de las obras (plazo que terminó en septiembre 2017).
Tras no obtener respuesta, el Gobierno regional reclamó a la adjudicataria una cantidad de más de 300 millones de euros por "incumplimiento de contrato", mientras que la empresa entró en liquidación en 2017 exigió a la administración más de 370 millones en concepto de responsabilidad patrimonial. Finalmente, ha recibido 162,5 millones, que dedicará a la reducción de su deuda.