Una de cal y otra de arena para las constructoras españolas. La de cal, es que han ‘salvado’ los efectos directos que podría acarrear en el negocio la invasión rusa de Ucrania; la de arena, es que no ha sucedido lo mismo con los efectos indirectos: tensiones inflacionarias, subida de tipos, escasez de materias primas e interrupción de las cadenas de suministros.
Acciona y Ferrovial son los dos grupos constructores españoles más directamente afectados. El primero, con su filial Budimex; el segundo, con Mostostal Warszava. La compañía presidida por Rafael del Pino ha visto como su filial polaca ha mejorado sus ingresos un 28% en el primer trimestre de 2022.
Sin embargo, su margen Ebit (el indicador que mide el beneficio operativo de una empresa) desciende del 4,6% al 3,3%. Eso ha sido a consecuencia de que el resultado de explotación se ha contraído un 7,5%. Y ahí los ‘culpables’ han sido la subida en el precio del acero como de otros materiales.
Más allá de Budimex, Ferrovial Construcción aumentó sus ventas de enero a marzo un 1,7%. Pero tiene unos números rojos en su Ebit de seis millones de euros, frente al millón positivo del mismo periodo de 2021. La compañía pone nombres propios a este descenso: subidas en las materias primas, precio de la energía, y subidas en la mano de obra.
En el informe del primer trimestre, Ferrovial apunta a que “el resultado de explotación de Construcción se situó en 10 millones de euros frente a los 20 millones de euros en el primer trimestre de 2021 a causa del impacto de la inflación sobre los precios de los suministros y los subcontratos”.
Activos disponibles
Desafiante entorno actual. Así califican en Acciona este arranque de año “con grandes tensiones en la cadena de suministros a nivel global y crecientes tasas de inflación”. Un proceso que se dio ya en el segundo semestre de 2021 pero que se ha agravado “como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania”.
Aún así, la compañía presidida por José Manuel Entrecanales destaca en su ‘Informe de tendencias de negocio’ del primer trimestre que el año 2022 ha arrancado “con una buena evolución operativa y financiera” en todos los negocios.
Acciona tiene seis plantas fotovoltaicas en Ucrania (100 MW). Y 65 millones de euros invertidos. “Los activos se mantienen disponibles, con daños mínimos y se encuentran produciendo energía, aunque están sujetos, en el contexto de la situación bélica actual, a limitaciones impuestas por el operador del sistema y a la liquidación parcial de los ingresos tarifarios previstos”, señalan en la compañía.
En el caso de FCC, su Ebitda creció un 9,4%, hasta 278,3 millones de euros en el primer trimestre de 2022. Ahí jugo un papel relevante sus divisiones de Agua e Inmobiliaria por las adquisiciones e incorporaciones llevadas a cabo en los dos últimos trimestres.
Ello hizo posible compensar “en gran medida el efecto de los mayores costes energéticos en las operaciones de explotación”, indican en su informe de resultados. Costes que aumentaron sobremanera en la división de Cemento.
Así, en Agua, el Ebitda aumentó un 18,7% tras la compra de GGU. “Esto permitió más que compensar el incremento registrado en los costes, en especial, el excepcionalmente elevado precio de la electricidad”, apuntan. Así, su margen de explotación se mantiene por encima del 25% en el primer trimestre.
Y, en el caso de Cemento, su resultado bruto de explotación registró “una marcada contracción”. En concreto, fue de 0,9 millones de euros, frente a los 20,4 millones de idéntico periodo de 2021.
“Esto se debe al excepcional aumento registrado durante estos meses en los precios de la energía, especialmente eléctrica y más marcada en el mes de marzo. Es un componente sustancial del proceso operativo de generación y molienda de cemento”, puntualizan desde la firma cuyo máximo accionista es Carlos Slim. Aún así, se muestran optimistas de cara al futuro “si los costes energéticos retornan a una senda de progresiva moderación a lo largo del ejercicio”.
Aceleración de costes
OHLA, por su parte, mejoró sus ingresos. Pero la firma presidida por Luis Amodio se ha mostrado cauta. “En el actual escenario macroeconómico a nivel mundial, en donde las elevadas tasas inflacionistas, la subida de precios de las materias primas y de la energía, las revisiones de los Bancos Centrales de tipos de interés y la presión que está ejerciendo el conflicto entre Rusia y Ucrania, están afectando en todos los sectores de la economía, no siendo ajeno el sector de la Construcción”, indican en su informe del primer trimestre.
De ahí que adopten la táctica Simeone de partido a partido: “OHLA está realizando un seguimiento detallado por geografía, proyecto y cliente para estudiar potenciales impactos en el Grupo. En función de lo anterior, existe el riesgo que durante el presente ejercicio los resultados del Grupo puedan verse afectados”.
La cautela también es la seña de Grupo San José. En su caso, hablan de “aceleración generalizada en el incremento de los costes de las materias primas” y de mayores dificultades “en su disponibilidad”. Y se muestran optimistas, por la fortaleza patrimonial y financiera del grupo, así como el nivel de cartera contratada.
Y, por último, Sacyr reconoce que la división de Construcción ha visto “ligeramente afectado” su margen Ebitda. La razón no es otra que “la situación extraordinaria que vive el sector, afectado por el encarecimiento de los precios de las principales materias primas utilizadas en la construcción”. Por eso, el Grupo está en una “fase avanzada” de las conversaciones con aquellas administraciones de los países donde tiene presencia “para que la compensación por dicho incremento de precios sea efectiva durante este año 2022”.
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