Marruecos mueve ficha para albergar la final del Mundial que acogerá en 2030 junto con España y Portugal. Una importante delegación de Rabat se encuentra en Barcelona para presentar el megaestadio que el país construirá en Casablanca y defender su idoneidad como sede para el partido decisivo de la Copa del Mundo, detallan fuentes cercanas a la presentación a EL ESPAÑOL-Invertia.
El Gobierno marroquí aprovechará su estatus de país invitado a Construmat -una de las ferias de construcción más importantes de España- para presentar ante decenas de inversores el que será el estadio más grande del continente africano. Junto a ello, Marruecos también prepara detalles en lo relativo al desarrollo del resto de infraestructuras para albergar un evento de esta altura, como son carreteras, trenes y aeropuertos.
En concreto, se han desplazado a la Ciudad Condal funcionarios del Ministerio de Planificación Territorial, Urbanismo y Política de la ciudad, altos cargos del brazo inversor estatal del país, directivos de un importante holding empresarial participado por el Ejecutivo marroquí, miembros del Consejo Nacional de Arquitectos, del Consejo Nacional de Ingenieros y de la Federación de Empresas de Materiales de Construcción, señalan las mismas fuentes a este diario.
La sede de la final del Mundial ha sido uno de los puntos más polémicos desde que se conociera la alianza entre los tres países para celebrar el evento. En principio, incluso antes de que Marruecos se sumase al asunto, parecía claro que el nuevo Santiago Bernabéu iba a ser el estadio elegido. Sin embargo, desde Rabat han apostado fuerte por acoger el partido decisivo del torneo.
El pasado 20 de marzo, el Gobierno de Marruecos adjudicó el contrato de diseño y construcción del Grand Stade de Casablanca. Un consorcio formado por dos estudios de arquitectura (Populous y Oualalou + Choi) se encargará de las obras. La firma española Cruz y Ortiz -al que se le adjudicó el proyecto de la candidatura fallida de 2026- estaba entre los aspirantes a llevarlo a cabo.
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Pese a ello, las sedes del Mundial, incluida la de la final, no se darán a conocer hasta 2026. Por tanto, hay por delante dos años de trabajo para convencer a la FIFA, que es la que realiza la elección definitiva. La idea es alcanzar los 100.000 asientos.
La idea no sólo es defender la candidatura marroquí para albergar la final del mundial, sino presentar el país como un enclave perfecto para la celebración de grandes eventos. En este sentido, cabe recordar que Marruecos, de un tiempo a esta parte, ha ligado su política de infraestructura a la consecución de grandes celebraciones, sobre todo en el ámbito deportivo.
Las mismas fuentes sostienen que las compañías españolas se encuentran muy bien posicionadas para concurrir a este tipo de infraestructuras. Remarcan que la relación entre ambos países ha mejorado mucho desde que Pedro Sánchez se encuentra al frente del Ejecutivo.