Dia ya cotiza un 16% por debajo de los 0,67 euros por acción que Mijail Fridman ha puesto sobre la mesa. Y todavía son muchos los que aguantan posiciones, confiados en un tiempo mejor para una compañía en la que siguen viendo valor y potencial. Vender ahora al ruso o en el mercado se traduciría en unas fuertes pérdidas que esperan no tener que sufrir. La clave está en el próximo 20 de marzo.

Al frente de este grupo cada vez más reducido de ‘numantinos’ están el empresario francés Gregoire Bontoux y su socio español Pedro Gómez-Pablos, que suman en Dia una cartera del 3,41%, según su última notificación de cartera remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Aunque en un principio se los señaló como eventuales caballeros blancos frente a Fridman, han pasado a abanderar el grupo de resistencia que se revuelve contra la venta a precio de saldo y exigen que se apliquen las medidas de saneamiento y reestructuración que necesita la compañía para que su cotización pueda regresar a cotas ahora tan lejanas como los 5 euros que marcaba su gráfica hace solo dos años.

A lo largo del último trimestre, 75 fondos de inversión liquidaron su posición en Dia, solo 33 incrementaron cartera a contracorriente

No están solos. Los datos remitidos por las gestoras a la CNMV en el último trimestre mostraban que, a contracorriente del grueso del sector -con su salida de 75 fondos-, 33 vehículos de inversión mantenían posiciones en Dia. Aunque algunas ya se han liquidado para evitar la posibilidad de pérdidas más gruesas, siguiendo el ejemplo de Francisco García Paramés, fuentes del mercado explican que la mayoría se mantienen. Siempre con la expectativa de una recuperación del valor una vez que la junta de accionistas del próximo 20 de marzo se decante por una hoja de ruta para sanear sus finanzas. Además, en el peor de los casos, cuentan con el salvavidas de la venta a Fridman acudiendo a su oferta pública de adquisición (opa) si esta sale adelante.

Entre los que aguantan cartera, Miguel Jiménez, responsable del fondo Renta 4 Nexus, que tiene un 1,3% comprometido a la evolución bursátil de Dia. Su caso es especialmente llamativo, puesto que ha sido uno de los pocos gestores que en el último trimestre han reforzado posiciones en el grupo de supermercados. Y tanto en bonos como en acciones. El experto considera que el precio ofertado por LetterOne “infravalora una compañía que, a pesar de los últimos episodios, aún cuenta con unos fundamentales sólidos”. Además, explica que la llegada del esperado plan estratégico debería aportar a la compañía la fuerza que le falta para recuperar el brillo en la bolsa.

EL APETITO COMPRADOR DE FRIDMAN

El gestor Xavier Cebrián, a cuyo cargo tiene el GVC Gaesco Bolsalíder, también engordó la apuesta por Dia en los últimos compases de 2018. Hasta casi 350.000 euros. Un 2% de la cartera del fondo frente al 1,7% del trimestre precedente. Una posición que desde entonces mantiene intacta. Está convencido de que “Fridman está muy interesado en la compañía, especialmente en su negocio en Brasil, y no va a tirar fácilmente la toalla”.

La certeza del experto de GVC Gaesco Gestión es tal que, cuando la junta de accionistas del próximo 20 de marzo dé luz verde a una de las ampliaciones de capital que se plantean, reconoce que acudiría con la parte que le correspondiese. Además, puestos a elegir, se decanta por la del ruso por estar ya garantizada y por los planes que de momento ha ido desgranando para la cotizada española.

La analista Ana Gómez, de Renta 4 Banco, sigue recomendando “esperar y ver” como después del lanzamiento de la opa. Pero ahora con más atención con la vista puesta en la esperada junta, puesto que “es el momento de que se conozcan más detalles”, ya que considera que “por ahora ha trascendido poca información”. Eso sí, reconoce que “para el que tuviera la suerte de entrar a 0,3 euros por acción, vender en el mercado sigue siendo una buena oportunidad” a pesar del descenso desde los 0,7 euros que llegó a rebasar a principios de este febrero.

Tal parece haber podido ser el caso del último en abandonar este turbulento barco en el que se ha convertido Dia: Goldman Sachs. El banco estadounidense de inversión que en plena especulación sobre el futuro de la cadena de supermercados emergió con un 5,69% del capital social, ahora ha reducido su peso a un puramente testimonial 0,1%, según recogen los últimos registros de la CNMV.

LOS RIESGOS DE LA AMPLIACIÓN Y LA ESPANTADA

Otro inversor institucional que ha puesto pies en polvorosa ha sido el fondo Deep Value International, de la gestora Gesiuris. Al cierre del año pasado tenía poco menos de 3.500 euros confiados a acciones de Dia, pero su responsable Salvador Alegre ha confirmado a este portal que ya ha liquidado el 0,09% de la cartera que suponía esta “muy pequeña posición”. Y estas posiciones más testimoniales son además las que más expuestas pueden quedar a las macroampliaciones de capital que ahora están sobre la mesa.

El analista Felipe López-Galvez, de Self Bank, es uno de los más duros con los inversores más resistentes a la venta al señalar que el efecto dilutivo podría ser más que abultado en una “compañía al borde de la quiebra” si además se le suma la más que probable “venta de la participación de Fridman a cualquier precio” si su hoja de ruta no sale respaldada de la asamblea del próximo 20 de marzo. Con el consiguiente “desplome adicional de la cotización” que “dada la cantidad de fondos de arbitraje que hay parece que algunos están empezando a descontar”. “Si la operación se va al traste, las perspectivas son muy malas”, concluye.

Los expertos se debaten entre dos posturas: "Fridman no va a tirar la toalla en su lucha por Dia". O bien: "Si su hoja de ruta no sale adelante, venderá a cualquier precio"

Para los que lleven más tiempo en el valor, el analista Roberto Moro explica que la espera hoy por hoy es muy recomendable, ya que la mayoría de estos “tiene poco más que perder y mucho que ganar”. En cualquier caso, reconoce que mientras que no se supere la muy lejana resistencia de los 0,85 euros por acción, no se puede hablar de senda de vuelta para Dia. Un regreso a la senda del descalabro en la bolsa que se combina con la confirmación de que la compañía está en causa patrimonial de disolución y con el recrudecimiento del pulso abierto entre Fridman y el consejo de administración en el que decidió no tener representación alguna a pesar de ser dueño de un 29% de sus acciones.

LA CAUTELA VA COBRANDO FUERZA

Muy diferente sigue siendo la opinión de Bankinter. Los analistas de la casa aconsejan vender cuanto antes y, si se prefiere esperar, acudir a la opa. Una recomendación que no es extraña al tener en cuenta que consideran que la compañía vale 0,0 euros. En contra de sus compañeros más confiados, se muestran convencidos de que la debilidad de Dia es tan grande que hoy por hoy no vale nada.

En todo caso, el sentimiento de fondo del mercado hacia Dia sí que se ha visto afectado por los últimos acontecimientos. El mejor termómetro de esta creciente cautela está en la caída del precio objetivo del consenso que recoge Thomson Reuters, que en apenas 20 días ha caído desde 1,54 euros hasta 1,09 por acción, una cota que aún sigue aportando una cancha alcista del 96% para el valor.

Un reflejo de estas mayores reservas hacia el valor lo pone el fondo Fondcoyuntura, de Renta 4. Su equipo gestor explica que, aunque mantienen posición en la compañía seguros de que “el valor de la empresa está muy por encima del que marca el mercado y de lo que ofrece Fridman”, han aflojado ligeramente su participación aprovechando el rally que provocó la irrupción de la oferta del ruso.

Esta desinversión parcial, además, la justifican en que “es política del fondo que los valores en los que invierten no superen una ponderación del 2% sobre el total de la cartera”. Es así que sus responsables afirman sin rodeos que “volveríamos a vender parte de la posición en un regreso al entorno de los 0,75 euros por acción”. Aunque saben que “es difícil que se plantee una alternativa a la opa”, son del grupo de los que apuestan por la recuperación del valor en bolsa una vez que llegue algo de luz sobre su futuro más inmediato y se empiece a poner orden en su estructura financiera y de negocio.

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