La guerra abierta en el seno de Dia hace mella en su cotización. Las acciones de la cadena de supermercados se han hundido este jueves hasta los 0,604 eurosnuevos mínimos desde que Fridman anunció la oferta pública de adquisición (opa) que hoy ha formalizado a 0,67 euros por título mientras el pulso con el consejo va a más. Al cierre, la cotizada ha logrado enmendar un poco el rumbo y ha frenado la caída al 1% en 0,615 euros.

Los inversores comienzan a temer que la guerra por el control de la cotizada se quede en papel mojado y eso se nota en su cotización. En primer lugar, Mijail Fridman ha formalizado ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la solicitud para la aprobación de su oferta. A través de la firma LetterOne ha dado el paso definitivo para conseguir el visto bueno del supervisor, que ahora debe pronunciarse en el plazo de siete días hábiles. El empresario ruso ha presentado un aval del banco suizo UBS por un importe no inferior a 296,09 millones de euros, pero no ha mejorado en nada los 0,67 euros por acción que ya había anunciado, en contra del pronóstico de los inversores más optimistas.

Por si fuera poco, para el desánimo de los inversores, la división que existe entre el ruso y el consejo de administración de Dia, donde ya no cuenta con ningún representante a pesar de ser el dueño de un 29% de sus acciones, ha ido un paso más allá este jueves. Al orden del día de la junta de accionistas a celebrar en la Casa de América de Madrid el próximo 20 de marzo, LetterOne ha solicitado un complemento para que se valore también su propuesta financiera para el grupo, que comprende una ampliación de capital por 100 millones de euros menos que la diseñada por la cúpula del grupo español.

Con este movimiento, los inversores que acudan a la junta o estén representadas en este cónclave tendrán que pronunciarse sobre qué hoja de ruta prefieren: la del consejo o la de Fridman. En este sentido, algunos gestores comienzan a dudar de que el ruso fuera a insistir en sus planes si recibe el rechazo de la asamblea del 20 de marzo. De tal manera que la posible opa quedaría frustrada antes incluso de su lanzamiento en el mercado.

PEDRO GÓMEZ-PABLOS SE RETIRA

Además, este mismo jueves se ha conocido también que ha abandonado uno de los inversores que habían sindicado su participación con la de los herederos de los antiguos dueños del grupo francés Carrefour. En un hecho relevante aparte remitido a la CNMV se explica que “Pablo Gómez-Pablos Calvo ha dejado de ser parte del acuerdo de sindicación”, mientras su hermano Pedro ha entrado a formar parte del mismo a título personal y no solo a través de su sociedad Altocapital Inversiones SL. Esta reorganización de carteras de los coristas de Naturinvest, propiedad de Gregoire Bontoux, ha sumado más dudas en torno al futuro inmediato de Dia. Ahora, su posición conjunta comprende 19,23 millones de acciones, equivalentes a un 3,09% de su capital.

En este sentido, cabe recordar que la compañía anunció pérdidas de 352 millones de euros al cierre del ejercicio 2018 a consecuencia de la reducción de 288 millones de euros en la valoración de sus activos tras un test de comprobación. Asimismo, la facturación del grupo cedió un 11,3% hasta los 7.288,8 millones. Como resultado, un patrimonio neto negativo de 166 millones de euros, lo que supone que la empresa se encuentra en causa de disolución. Un destino que el consejo y Fridman pretenden evitar con diferentes herramientas y que en el primer caso está confirmado que pasan por el despido de 2.100 empleados.

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