Fridman ha ganado el primer ‘round’ en el combate por el control de Dia, pero aún le queda mucha batalla para hacerse con la victoria final. Este es el convencimiento que ha ido imponiendo la cautela entre analistas e inversores. Y así vaticinan que seguirá siendo, al menos, hasta que lleguen las cifras definitivas del recuento de voto de la junta de accionistas de este miércoles.
Las evidencias más claras de este viaje desde la euforia a la prudencia están en la actual cotización de Dia y en el vuelco que han dado las recomendaciones de los analistas que más de cerca siguen el valor. Después del sí de la junta a la hoja de ruta de Fridman, que se supone que debería asegurar un precio mínimo de venta de 0,67 euros por acción, su gráfica apenas ha superado en unas milésimas los 0,64 euros. Y en apenas dos semanas, el precio objetivo ha menguado en un 48%, según el consenso de analistas que recoge Thomson Reuters. Esto es, que se ha quedado casi a la mitad.
La nueva marca objetivo que los expertos han marcado conforme preveían que la junta se resolvería a favor del magnate ruso se queda en 0,56 euros por acción, cuando hace apenas dos semanas alcanzaba los 1,09 euros por acción. De una cancha alcista del 96% para el valor, hasta estimar un potencial bajista del 10%. Además, a la cadena de supermercados ya no le queda ni una recomendación de compra. Solo conserva siete de mantener y ya acumula cinco de venta.
"Muchos de los accionistas minoritarios que han tomado la palabra en la junta se han mostrado contrarios a respaldar tanto al consejo como a LetterOne en los puntos de conflicto"
Si hasta ahora la clave estaba en la asamblea del 20 de marzo, el calendario se desplaza hacia el lunes 25 del mismo mes. Ese día es el último para que Dia publique el acta notarial con los porcentajes de voto de cada una de las propuestas sometidas a la asamblea de accionistas. Los analistas coinciden en dos puntos clave: el apoyo conseguido por Fridman más allá del 29% de capital que controla y el rechazo acumulado en la frustrada reelección de KPMG como auditor y de Miguel Ángel Iglesias como consejero de la sociedad.
El termómetro de los apoyos a la hoja de ruta de LetterOne, que debido al bajo cuórum congregado en la junta no necesitaba de ningún apoyo extra para triunfar, servirá para anticipar la posible aceptación hacia su oferta pública de adquisición (opa). Así lo señala la analista Ana Gómez, de Renta 4 Banco, que recuerda que todos los movimientos de rescate del vehículo de inversión ruso están supeditados al éxito de su puja compradora, que está fijado en un 50% del capital que aún escapa de su control.
Y es que la experta señala que “muchos de los accionistas minoritarios que han tomado la palabra en la junta han anunciado su intención de votar en contra de las propuestas tanto del consejo de administración como de Fridman”. Un supuesto que, de confirmarse como mayoritario una vez que se publique el escrutinio jurado de la junta, dejaría en nada los planes del empresario ruso y se volvería a abrir la puerta a las consecuencias más nefastas de la quiebra técnica del grupo y su posible entrada en preconcurso de acreedores.
SIN CABALLERO BLANCO A LA VISTA
La contenida remontada que se ha apuntado el valor este miércoles habla de que “en el mercado todavía no se da por hecho que la opa vaya a salir adelante”. Y en consecuencia, el resto del plan de rescate aprobado en junta. Así explica el analista Roberto Moro el hecho de que Dia no haya llegado a igualar los 0,67 euros por acción que deberían considerarse ya como precio mínimo de compraventa en caso de dar pábulo a la operación.
No obstante, el experto considera que mientras no se pierda de vista el soporte de los 0,52 euros por acción, no hay riesgo a un desplome mucho mayor para la compañía, si bien esta cota ya supone un tijeretazo del 18% desde su actual cotización. Aunque los 0,6 euros por título ya suponen “una zona importante de pivote”, recomienda “no jugársela” a aquellos que no tienen tomada ninguna posición en el valor.
El descenso a los infiernos de los 0,4 euros por acción que Dia ya marcó hace unas semanas parece descartado, según el analista Felipe López-Gálvez, de Self Bank, ya que las propuestas de rescate más dilutivas -que eran las del consejo- se han quedado en papel mojado. Y porque resulta “improbable” que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) tumbe la operación. Por el otro extremo de la gráfica, el experto descarta escapadas por encima del precio de una oferta en la que “la llegada de contraopas ha quedado prácticamente descartada”.
"Después de que en la celebración de la junta de Dia nadie haya mención a la posibilidad de una contraopa deja esta opción prácticamente descartada"
Una conclusión a la que el experto llega después de considerar que cualquier inversor que hubiera podido estar interesado en plantar batalla a Fridman “hubiera tenido un buen momento para manifestarse al respecto en la junta”. Sin embargo, los que han mostrado vías alternativas a las planteadas no pasan por la adquisición, como la de los minoritarios asociados bajo las siglas AADD, que proponen la creación de una socimi en el grupo y una ampliación de capital de solo 150 millones de euros.
El analista Aitor Méndez, de IG, va más allá y señala que el último episodio del “particular juego de tronos desatado en Dia devuelve a la compañía al punto de partida”. Es así que el acuerdo de refinanciación que los bancos acreedores habían alcanzado con la gerencia del grupo se queda en papel mojado, pero el consejo de administración se ha mostrado disponible para hacer de celestina entre los intereses del ruso y los prestamistas. Sin embargo, señala que una vez resuelto este punto “el grupo no saldrá adelante hasta que se afronte un cambio drástico en su modelo de negocio”.
UNA DE LAS APUESTAS MÁS ARRIESGADAS DE LA BOLSA
Una vez más, advertencias sobre su futuro más inmediato. “Dia representa actualmente una de las apuestas más arriesgadas que se nos ocurren en la bolsa española, dados sus pobres números y, especialmente, su elevadísimo endeudamiento”, recuerda Méndez. En la misma línea se sitúa el criterio de los analistas de Bankinter, que desde hace meses vienen valorando a cero la compañía y recomendando la venta en cualquier ventana de oportunidad para aminorar pérdidas latentes.
La importancia sobre los votos en torno a la reelección de Iglesias como consejero es capital para medir el rechazo real de los accionistas, especialmente de los minoritarios, en torno a la gerencia del grupo sin Fridman. En este sentido, se podría establecer un paralelismo entre las cuotas de noes alcanzadas por el plan de salvamento de los consejeros y la reelección del que ha corrido con la investigación de las posibles prácticas irregulares del grupo, que aún no ha detectado conductas denunciables entre los miembros de su cúpula directiva.
Un estamento, este último, que espera poder nombrar pronto un presidente incluso al margen de una LetterOne a la que todavía le quedan muchos combates que ganar para mantener a flote y según sus planes a la cotizada española.