La temporada de rebajas de verano podría quedar aplazada hasta la segunda semana de agosto. Al menos esos son los planes que están sobre la mesa de la ministra de Comercio, Reyes Maroto, y cuyo objetivo sería proteger al pequeño comercio durante la reactivación económica en la vuelta a la "nueva normalidad".
De no adoptarse esta medida, los comerciantes se verían obligados a llevar a cabo un período de rebajas en el mes de julio con grandes descuentos. Una situación que pondría en jaque sus maltrechas economías pues llevarían poco más de un mes de funcionamiento tras recuperar cierta normalidad.
Estos planes se han abordado con organizaciones de autónomos y patronal con los que se ha reunido el Ministerio en los últimos días. De hecho, y según explican fuentes asistentes a los encuentros, parece que la idea de que el período de descuentos quede aplazado podría abordarse durante la próxima semana en una conferencia sectorial.
ERTE
Se trata de una iniciativa que era una petición de organizaciones de autónomos como UPTA, y que el Ejecutivo parece haber recogido. De hecho, y como ha contado Invertia, esta organización cree que la puesta en marcha de las rebajas “sería la puntilla para más de 700.000 personas trabajadoras autónomas del pequeño comercio que han realizado la inversión económica necesaria para tener en sus almacenes la mercancía de esta temporada primavera-verano”.
Desde el Ejecutivo que lidera Reyes Maroto también se estudia la manera de que los pequeños comercios y restaurantes puedan ir incorporando al personal que ahora mismo tienen en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE).
Tanto la patronal como los sindicatos quieren que, al igual que la apertura se va a hacer por fases, la reincorporación de los trabajadores también pueda efectuarse de forma escalonada.
La intención es, por ejemplo, que si un comercio puede tener un aforo del 30%, sólo tenga que incorporar al 30% de sus trabajadores y mantenga al resto en ERTE. "Es la lógica menos dañina para la actividad económica", explica el líder de UPTA, Eduardo Abad.
Sello de calidad
Otra de las cuestiones en las que se está trabajando es en la puesta en marcha de un sello de calidad para el sector de la hostelería y el comercio. El objetivo es recuperar cuanto antes la confianza de los consumidores.
Se trata de un sello universal y gratuito que se entregará a todas aquellos locales que cumplan con las medidas de seguridad y de prevención contra el coronavirus.
Precisamente para fomentar la afluencia de clientes hacia los restaurantes, se está analizando también la puesta en marcha de "incentivos económicos" para reactivar el consumo. ¿Cómo? Mediante una modificación de los vales de comida para autónomos, de modo que puedan deducírselo cuando sean empleados en los establecimientos más pequeños.