Las salidas se siguen produciendo en la cadena de alimentación Covirán. En un consejo celebrado ayer en Granada, el consejero José Luis Bravo dimitió de su cargo, sumándose así a la lista de salidas que en los últimos meses ha ido creciendo a la vez que se producían los enfrentamientos entre un grupo de socios críticos y la directiva.
Desde Covirán aseguran que la dimisión del consejero se produce “por motivos personales, y de manera amistosa”. De hecho, desde la compañía recuerdan que le han realizado un pequeño homenaje y diversas acciones para agradecer su trabajo, su trayectoria y su dedicación en el Consejo Rector.
No obstante, otras fuentes afirman que “los consejeros no aguantan más y prefieren salir de la compañía” ante la situación de tensión que se vive. De hecho, apuntan que esta no se trata de la única salida que se producirá en las próximas semanas. “Solo ellos saben la situación real de la cooperativa, pues la información en esta última etapa tan convulsa (con la salida de más de 25 directivos y consejeros) brilla por su ausencia”, comentan.
Destituciones en cadena
En febrero de 2019, Luis Osuna abandonó su puesto de presidente y consejero delegado en extrañas circunstancias. Antonio Robles, otro histórico de la casa, asumió su puesto. Si bien es cierto se trataba de un periodo transitorio. Así que cinco meses después, concretamente en junio, la cúpula le sustituyó con el nombramiento de la cordobesa Patro Contreras como nueva presidenta. Y, de momento, mantiene su puesto.
Su designación coincidió con la destitución de Rafael Cortés, director general de la sociedad cooperativa desde el mes de febrero de 2019. Duró cuatro meses en el cargo. Fue cesado y su lugar lo ocupó Daniel Gómez Maroto en julio.
Pero este duró menos aún en el puesto: en solo tres meses presentó su dimisión. Así que Covirán creó un comité directivo al frente del cual situó a la presidenta de la cooperativa. Durante este tiempo también fueron cesados los responsables de las áreas de Recursos Humanos, Gestión y Social, entre otros.
Salida de los socios
Y más recientemente, a mediados de julio, la cooperativa expulsó a cuatro socios críticos con la gestión de la dirección en un Consejo Rector. El origen de la expulsión está en un presunto delito de falsedad documental en las firmas recogidas por los socios y que Covirán denunció recientemente.
Dichas firmas forman parte de una iniciativa de más de 300 miembros de la cooperativa, encabezados por Rubén Navarro y Jesús Múñoz (ambos expulsados), para tratar de cambiar al actual Consejo Rector.
Bajo la plataforma ‘Nos duele Covirán’ exigen una Asamblea Extraordinaria que elija una nueva dirección debido a “una mala praxis sistémica aderezada por el amiguismo e intereses serviles”. Estos denuncian ciertas “irregularidades contables” y “acciones no legítimas” llevadas a cabo por la directiva.
Pero, al parecer, al menos 80 de las 270 firmas reunidas podrían haber sido falsificadas, “hecho que Covirán denunció y que está debidamente documentado en la denuncia, con los testimonios por escrito de los socios afectados”, señalaron entonces a Invertia desde la compañía. Así, el Juzgado de Instrucción número 6 de Granada abrió una investigación.
Cabe recordar que Covirán cuenta con 3.034 supermercados y 2.467 socios detallistas independientes de España y Portugal. En 2018 alcanzó 1.372 millones de ventas brutas bajo enseña, un 2,5% mayor que en el ejercicio anterior.