La mayorista Makro cerró el ejercicio 2019 con un beneficio neto de 124 millones, un 7,8% menos que en 2018, según las cuentas que la empresa ha publicado recientemente en el Registro Mercantil. Un resultado en un año que estuvo marcado por los conflictos laborales con la plantilla y por las operaciones de sale & lease-back.
Y así lo contempla en la memoria de sus cuentas. El resultado de explotación para el ejercicio 2019 ascendió a 56,4 millones de euros, lo que supuso una disminución frente al mismo periodo del ejercicio anterior de 13,6 millones de euros. Esto es debido principalmente al impacto que supuso en el ejercicio 2018 la operación de sale & lease-back comparado con la misma operación realizada en 2019 de seis centros de negocio (44 millones de euros en 2018 y 32,1 millones de euros en 2019). En total, 76,1 millones de euros).
Así, se produjo la venta y alquiler a largo plazo de seis centros Makro ubicados en Bilbao, Badalona, Zaragoza, Alicante, Palma de Mallorca y Valencia. La operación se vehiculó a través de la operativa de vender activos y alquilarlos con el objetivo de obtener liquidez para realizar nuevas inversiones y proyectos.
A pesar de estos datos, los directivos de Makro elevaron su retribución pasando de 340.438 en 2018 euros a 439.647 euros en 2019, es decir, un 29% más. Estos importes corresponden íntegramente a su retribución por su desempeño como alta dirección. La sociedad detalla también que a 30 de septiembre de 2019 y 2018 no tenía concedidos anticipos a la alta dirección.
En 2019, la compañía contaba con una plantilla de 3.599 empleados (72 personas menos que en 2018), de los que 6 eran directores y administradores (uno menos que en 2018), 622 eran mandos y 2.971 empleados.
Aumentan las ventas
La cara positiva de estas cuentas la encontramos en su facturación. La filial de la alemana de Metro obtuvo unas ventas totales ascendieron a 1.255,7 millones de euros, lo que representa un crecimiento porcentual del 1,9% sobre el mismo periodo comparable del año anterior, principalmente motivado por el crecimiento del 3,8% de las ventas de clientes Horeca.
La compañía detalla que las inversiones realizadas en el año 2019 suponen un paso adelante en la estrategia Makro España para fortalecer su línea de distribución food service delivery.
Las principales inversiones se han destinado a los centros de Elche (600.000 euros), Granada (500.000 euros), Córdoba (500.000 euros), Bilbao (400.000 euros), Tarragona (400.000 euros), Vitoria (400.000 euros), Oiartzun (400.000 euros) y Sevilla Alcalá de Guadaira (400.000 euros), alcanzando la cifra total de alrededor de 4,8 millones de euros. “Estas inversiones permitirán mejorar el nivel de servicio y la penetración comercial de delivery en estos mercados”, asegura.
No obstante, las cuentas no recogen el futuro impacto que tendrá la pandemia en el negocio de Makro, muy afectado principalmente por el cierre de la hostelería, su principal cliente. De hecho, la compañía puso en marcha dos ERTE desde el estado de alarma.