La reunión del Consejo de Agricultura y Pesca de la Unión Europea ha tenido en vilo a uno de los sectores económicos más importante de Canarias. Y no estamos hablando del turismo, sino del que se dedica a producir el Plátano de Canarias. Tras los acuerdos de la PAC, se esperaba una decisión para desatascar las ayudas de las que se aprovecha este producto ‘marca España’; pero finalmente no se han pronunciado.
En juego estaba negociar, o más bien tirar para atrás, el recorte del 3,9% de los fondos destinados a las RUP (Regiones Ultraperiféricas). Estas regiones son: Islas Canarias (España); Martinica, Guayana Francesa, Guadalupe, Mayotte, Reunión, San Martín (Francia); Azores y Madeira (Portugal).
Pero tanto el Consejo de presidentes la semana pasada como el de ministros de agricultura han ignorado negociar y tomar una decisión respecto a la cuantía de ayudas al sector primario de las Regiones Ultraperiféricas. Por lo que dejan al sector del plátano canario en una delicada situación.
¿Quiere decir que está todo perdido para el Plátano de Canarias? De momento no. La decisión queda ahora en manos del Trílogo (Comisión Europea, Parlamento y Consejo) que se reunirán en algún momento a lo largo del próximo mes de noviembre (aún sin fecha fija).
“Una vez perdida la oportunidad del Consejo, sólo un nuevo acuerdo en el Trílogo puede salvar ‘in extremis’ al sector primario de las RUP”, explican desde Organizaciones de Productores de Plátano de Canarias (Asprocan).
Cabe recordar que las RUP representan tan solo un 0,01% del total de los fondos agrícolas comunitarios de la Política Agraria Común (PAC). Cifra irrelevante dentro de los presupuestos europeos, pero necesaria para mantener producciones como la del Plátano de Canarias.
Los productores piden que las RUP se mantengan (a pesar del 20% de déficit que presentan como consecuencia de la inflación desde 2007) y que alcanzarían los 280 millones de euros tomando como referencia una ficha Posei a precios actualizados.
Abandono
Desde el sector dicen sentirse abandonados por parte de la UE. Un abandono que a juicio de los productores, “un varapalo para los productores” y demuestra la “falta de acuerdos diplomáticos con otros Estados Miembros y, particularmente, con la presidencia alemana”.
Además del “escaso interés” de la UE a la hora de abordar el futuro del Programa comunitario de apoyo a las producciones agrícolas (Posei), los productores de plátano español ven “cada vez, con más preocupación”, la “falta de apoyo y atención que la agricultura de Canarias está recibiendo.
En concreto -y aludiendo directamente a las últimas declaraciones de Luis Planas, ministro de Agricultura- lamentan que “dar por cumplidos todos los objetivos de España, sin haber atendido aún la necesidad de Canarias es, cuanto menos, sorprendente”.
Vitales para Canarias
En total, cada año, Canarias percibe 268 millones de euros de ayudas de Europa para proteger su agricultura, que en algunos municipios de las islas supone más de un 40% del empleo. El recorte planteado por Bruselas supondría 10 millones de euros menos anualmente para Canarias, que se convertirían en 20 millones de euros al año menos considerando el incremento de los precios desde 2013.
La industria del plátano en España está 100% centralizada en las Islas Canarias y da empleo (directo e indirecto) a más de 15.000 familias. Al año se producen una media de más de 400.000 toneladas de plátanos que suponen más del 85% de las exportaciones agrícolas del archipiélago, con una contribución económica directa de más de 430 millones de euros.
“Diariamente se exportan a la Península más de un millón de kilos con los que se compensa la enorme dependencia del exterior (importaciones) de las islas y le permite un 10% de ahorro de costes de importación de productos básicos”, señala a Invertia Sergio Cáceres, gerente de Asprocan.
El recorte en estas ayudas podría deprimir aún más la delicada situación económica que atraviesan las islas como consecuencia de la paralización del sector turístico con motivo de la pandemia por la Covid.
El plátano de Canarias supone el 70% de la producción comunitaria y representa una masa salarial bruta superior a los 175 millones de euros. Es la segunda fruta más consumida en nuestro país, con más de 400 millones de kilogramos comercializados cada año.