En medio de la polémica que está generando la modificación de la Ley de la Cadena Agroalimentaria, Lidl ha salido al rescate de los agricultores garantizando un precio mínimo para adquirir aceite de oliva. Y lo ha hecho lanzando una nueva gama de aceite de olivar tradicional que garantiza la rentabilidad de las explotaciones agrícolas.
Así, Lidl se compromete a garantizar un pago mínimo de 2,6 euros por kilo de aceite al agricultor. “No es una promoción para los próximos dos meses, se trata de fijar un suelo a los precios", ha indicado el secretario general de la UPA, Lorenzo Ramos, quien ha asegurado que “vamos a seguir trabajando porque es necesario extenderlo a otros productos”.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, considera que el establecimiento acordado de precios justos a los agricultores es una solución "a los problemas de rentabilidad mínima que sufren las explotaciones tradicionales".
Apoyo de agricultores
La compañía alemana también prevé exportar este aceite a otros países. El nuevo proyecto tiene como objetivo impulsar el desarrollo sostenible del sector oleícola español y del cultivo del olivar tradicional en particular, del que dependen más de 250.000 familias en España, y que no alcanza en muchos casos el umbral mínimo esperado de rentabilidad.
Este proyecto cuenta con la participación de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) y del Grupo Migasa, y con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
Bajo la denominación AOVE de Olivar Tradicional, la cadena de supermercados comercializará una selección de aceites de tres variedades: Picual (500ml), Hojiblanca (500ml) y Coupage (750ml). La característica principal de este producto es que la aceituna empleada es recolectada y seleccionada esencialmente con técnicas tradicionales, y posteriormente procesada en una almazara, donde se prensa para extraer el aceite.
Proyecto sostenible
El proyecto es sostenible desde el punto de vista social, pues apuesta por la producción local y el desarrollo del medio rural; económico, al garantizar la rentabilidad de las explotaciones agrícolas; y medioambiental, ya que el cultivo de olivar tradicional emplea técnicas que minimizan la erosión del suelo, favoreciendo así la lucha contra el cambio climático y el mantenimiento de la biodiversidad.
“Con este proyecto queremos impulsar al sector de la distribución a unas mejores prácticas, tal y como ya hicimos con la eliminación de los huevos de gallinas enjauladas o el lanzamiento de nuestra leche fresca con certificado de pastoreo y bienestar animal. Ser la primera cadena española en asumir este compromiso social nos hace avanzar en nuestro objetivo de ser un supermercado cada vez más sostenible”, ha asegurado Claus Grande, director general de Lidl en España.
Lidl es uno de los mayores compradores de aceite de oliva español. En los tres últimos años, la cadena de supermercados compró 83 millones de litros de aceite de oliva de origen nacional. La cadena de supermercados comercializa una parte de este volumen en España y el resto lo exporta a los más de 30 países donde tiene presencia, promoviendo así su internacionalización.
Nuestro país es el primer productor de aceite de oliva, con cerca de la mitad de la producción mundial (47%), cerca de 1,35 millones de toneladas anuales de promedio. Más de un 60% se destina a la exportación. De hecho, el aceite de oliva es el tercer producto agroalimentario más exportado de nuestro país, con un 10% de las ventas totales de nuestra agroindustria