Temor en la hostelería a que el pasaporte Covid se extienda más allá de Canarias y Galicia
Se trata de una política que tendría un grave impacto en el negocio de la restauración, que pide esperar dos meses a tomar este tipo de medidas.
28 julio, 2021 02:01Noticias relacionadas
Galicia y Canarias son las dos únicas comunidades donde es necesario el certificado que acredita la vacunación completa para poder entrar en locales de hostelería en aquellos municipios con mayor incidencia (aunque las islas lo extienden a recintos culturales y deportivos también). Una situación que pone en alerta a la hostelería y que parece que va a extenderse a otras CCAA con el objetivo de controlar la pandemia.
Esther González, directora del grupo de Investigación de Turismo en EAE Business School, asegura que “muy probablemente” se ampliará a otras regiones. “Este tipo de medidas ya se aplican en otros países y no solo en hostelería y restauración, sino en todos los eventos y lugares públicos”, recuerda. Entre ellos destaca Italia y Francia, aunque con otras motivaciones como la de incentivar la vacunación.
Pero en España ese no es el problema, por lo que José Luis Yzuel, el presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería de España, cree que “no deberíamos imitar ese modelo” porque “es difícil de aplicar”. Además, critica que “son medidas que ha pedido el ocio nocturno y no la hostelería”.
A esto se suma que “seguimos con un tetris”, señala, ya que en muchas comunidades autónomas hay diversos horarios y restricciones, como Cantabria o Valencia. Esta última, por lo menos, cree que el pasaporte sanitario europeo no es "ni oportuno ni correcto" para la restauración.
Impacto
¿Qué supone para un bar o restaurante estas medidas? Se trata de una decisión que divide a la opinión pública. Por un lado, la parte positiva es que “los clientes tendrán la garantía de estar en un entorno seguro”, comenta la experta.
Por contra, “más de un cliente con reserva puede verse rechazado y el restaurante tendrá que asumir críticas y reclamaciones; además de pérdida de aquellos clientes que no puedan presentar certificado”, explican. Asimismo, se percibe como otra nueva dificultad tras los cambios de número de comensales, distancias entre mesas, uso o no de barra, etc.
Asimismo, “en aquellas comunidades en las que se ha decretado que se exija a los clientes supone un esfuerzo adicional y es percibido como una pérdida de negocio. No olvidemos que muchas personas no tienen todavía el pasaporte, por lo que no podrán entrar. Para el restaurante supone la doble dificultad de tener que negar el paso a quien no lo tenga y asumir una más que probable pérdida de negocio”, explican los expertos.
Hay que tener en cuenta que la hostelería está viéndose obligada a cambios continuos y sobre la marcha durante esta pandemia. En concreto, llevan más de un año y medio sufriendo todo tipo de restricciones y más de 100.000 establecimientos han cerrado en España, es decir, uno de cada tres.
De ahí que desde Hostelería de España aseguren que el impacto sobre el negocio de bares y restaurantes es negativo ya que siempre “quitan clientela”. Por ello, consideran que lo ideal es esperar dos meses más para tener a la mayoría de la población vacunada. Cabe recordar que el 70% de la población española estará vacunada a finales de agosto.
Germen de la idea
En mayo, el Centro de Políticas Económicas EsadeEcPol ya planteó la posibilidad de implantar en España otro pasaporte -distinto al europeo- que permitiera a los turistas y ciudadanos visitar con seguridad espacios sociales como bares o gimnasios. Estos expertos hablaban de una especie de pasaporte nacional.
Establecieron algunos de los pasos a seguir para implantarlo como identificar los establecimientos que necesitarían un pasaporte para reabrir, por ejemplo, utilizando una plataforma digital. O cómo incluir el pasaporte sanitario en esta plataforma, de modo que sea accesible para cualquiera que desee utilizarla (podría usarse la aplicación TousAntiCovid, por ejemplo).
Un debate que se puso sobre la mesa a la luz de algunas experiencias incipientes en países de toda Europa que han sido capaces de aplicarlo de alguna forma: por ejemplo, Israel estableció un pasaporte sanitario general, mientras que Francia ya aprobó hace meses su implementación para grandes eventos, los que reúnen a más de 1.000 personas. Ahora lo ha ampliado a otros servicios y eventos para incentivar la vacunación.