De madres distintas, a Marta y Sandra Ortega les une ser hijas de Amancio Ortega y, por tanto, herederas del imperio Inditex. Sin embargo, son muchas las diferencias que hacen que cada una, a su manera, entienda y gestione una herencia que las coloca en una envidiable situación empresarial y que, además, les permite engordar sus fortunas personales.
De hecho, las intenciones de ambas dentro de la empresa son bien distintas y eso ha quedado reflejado en la entrevista que Marta Ortega ha ofrecido recientemente a ‘The Wall Street Journal’. En ella ha dado un paso adelante y se ha mostrado como el arma secreta de la compañía textil.
Por primera vez, Marta ha demostrado públicamente que está implicada en la gestión y como dijo en la entrevista: “Siempre estaré donde la compañía me necesite más”. Algo que bien podría entenderse como un golpe en la mesa de la hija pequeña (37 años) de Amancio Ortega (85 años).
Marta lleva 14 años en la compañía. Tras graduarse en International Business por la European Business School de la Regent's University de Londres se incorporó a Inditex en 2007. Sin embargo, nunca ha tenido ningún cargo en la dirección ejecutiva del grupo.
Hasta ahora ha ocupado la vicepresidencia, y es consejera en las sociedades Partler 2006 y Partler Participaciones, dos vehículos de inversión de su padre. También es consejera en la Fundación Amancio Ortega. Es decir, todo su trabajo está centrado en el universo Inditex.
Para Sandra (53 años), Inditex es una herencia familiar que administra al igual que el resto de sus negocios. De la empresa con sede en Arteixo permanece alejada de la gestión y su papel se resume en obtener dividendos derivados de su participación.
Gracias a ellos -y otros negocios- es la segunda persona más rica de España solo por detrás de su padre con una fortuna estimada en 7.300 millones de dólares (6.138 millones de euros), según Forbes.
Pero no todo se lo debe a Inditex. Es conocida su participación en Pharmamar. Desde 2002, Sandra empezó a invertir en la farmacéutica junto con su madre y la primera esposa de Amancio Ortega, Rosalía Mera, que falleció en 2013.
En diciembre, sustituyó a José Francisco Leyte Verdejo en el consejo de administración de la compañía como consejera dominical de la sociedad patrimonial Rosp Corunna Participaciones Empresariales. A través de esta sociedad posee el 5% y controla sus acciones en Inditex. Pero el año pasado perdió 91 millones de euros, según las cuentas del Registro Mercantil.
Este verano, su participación en Room Mate también ha dado mucho que hablar. Primero anunció que pondría a la venta el 31% que posee de la cadena fundada por Kike Sarasola. Y después llegó la querella contra el histórico gestor de su madre, José Leyte, por falsedad documental y administración desleal. Argumentó que este falsificó su firma en varias cartas de garantía para que los bancos prestaran dinero al hotelero.
Además, también le gusta invertir en renta fija con Nordea, Vontobel, PIMCO o BlackRock y hedge funds, tal y como contó Invertia en este artículo.
De sus inversiones y negocios es cierto que se sabe algo más que de su vida privada. Ahí las dos coinciden al heredar de su padre un hermetismo llevado al extremo. De hecho, al parecer, entre ellas no tienen mucho contacto. Pero Sandra puede saber siempre algo más del trabajo de Marta en Inditex gracias a su marido, Pablo Gómez Avilés, que es un directivo de la compañía.
El futuro de Inditex
De vuelta a Inditex, y con Marta levantando la mano para formar parte activa de su futuro, queda contar los retos a los que se enfrentará. El principal es el desafío online para el que la compañía con sede en Arteixo ya ha puesto los primeros ladrillos de lo que será su estrategia.
Hace algo más de un año Inditex anunció la inversión de 2.700 millones de euros hasta 2022 para acelerar su modelo de negocio, integrando venta presencial y online. Una realidad que permitió que sus ventas digitales crecieran hasta 6.612 millones de euros en 2020, un 77% más en plena Covid.
Además, plantea la apertura de hasta 450 grandes tiendas flagship en estos años. Entre ellas, destaca la del edificio España de Madrid anunciada hace unos meses. No obstante, este plan también ha conllevado el cierre de tiendas no estratégicas. Cabe recordar que, en total, se absorberán entre 1.000 y 1.200 tiendas en 2020 y 2021, de las que entre 250 y 300 están ubicadas en España.