A principios de julio, El Corte Inglés anunció la compra de Supermercados Sánchez Romero con el objetivo de consolidarse como un referente en las compras de alimentación premium. A la espera de que en este otoño la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) dé el visto bueno a la operación, la duda que surge en el sector es qué ocurrirá con la marca, es decir, si desaparecerá o se integrará en los grandes almacenes. 

“El planteamiento más inteligente es mantener la marca y usar las sinergias con El Corte Inglés para ahorrar costes”, asegura Juan Carlos Matarrubia, socio director de Retail Data. Sinergias como añadir la marca blanca de los grandes almacenes en detrimento de algunas de las referencias de IFA que tiene Sánchez Romero o incluir el uso de la tarjeta de El Corte Inglés. 

Además, reconoce que el movimiento estratégico de la empresa liderada por Marta Álvarez tiene sentido ya que ni tiene nada parecido a Sánchez Romero dentro de la compañía, ni tampoco lo hay en el mercado. 

El Corte Inglés ya se interesó en comprar Sánchez Romero hace muchos años, pero esta adquisición no responde precisamente a quitarse esa espinita clavada. Se trata de una compra estratégica en un momento de cambio y transformación para los grandes almacenes.

También es una manera de eliminar un competidor directo y de entrar el segmento premium donde Sánchez Romero es el mejor estandarte, especialmente en productos frescos. 

Integración o desaparición

De momento, El Corte Inglés mantiene su idea inicial de conservar la marca de Sánchez Romero, así como a su equipo directivo liderado por Enric Ezquerra. Sin embargo, a medida que la integración se haga efectiva y los grandes almacenes tomen el control total, los expertos del sector consideran que no será tan fácil mantener el equipo anterior y se producirá una “etapa de transición”.

Pero es verdad que existen ciertas dudas sobre cómo se integrará. De hecho, el socio director de Retail Data cree que la compañía añadirá un apellido a la marca, como por ejemplo ‘Sánchez Romero by El Corte Inglés’. Una opción que gana peso en el sector. 

De esta forma, se mantendría la marca. Y si funciona bien, “podría ser un concepto exportable a otras zonas más elitistas como Barcelona o San Sebastián”, reconoce el experto. Cabe recordar que las 10 tiendas de Sánchez Romero están en Madrid y la cadena ya tenía intención de salir de la región. Ahora, con los grandes almacenes es más fácil potenciar esa expansión ya que regionalmente “no tiene ninguna connotación negativa”.

La opción contraria, quizás la que menos sentido tendría aunque no es descartable, es que la marca de Sánchez Romero se diluya, desaparezca y se reconvierta en otros de los formatos que están bajo el paraguas de los grandes almacenes, como por ejemplo, Supercor. 

Algo que, para Juan Carlos Matarrubia, es un error. “Para cambiar las tiendas a enseñas de El Corte Inglés siempre hay tiempo, pero el valor que tiene Sánchez Romero solo se queda si se mantiene la marca”, apunta. 

Además, tampoco parece que sea un movimiento expansivo ya que solo está comprando diez supermercados y, en los últimos años, El Corte Inglés solo ha crecido en alimentación a través de su formato Supercor, especialmente en gasolineras a con el acuerdo con Repsol. 

Operación

No obstante, todas estas dudas se empezarán a tratar tras la aprobación definitiva de la CNMC, algo que se producirá próximamente. En principio, Competencia autorizó la operación en primera fase, con fecha de 29 de septiembre, según 'Europa Press'. 

Competencia ya cuenta con toda la información aportada por las dos empresas y la operación “no tendrá problemas” para su aprobación ya que no copan una gran parte del mercado de distribución ni se produce una elevada concentración de tiendas en un territorio, según confirman fuentes cercanas a la operación a Invertia. 

El acuerdo de compra se cerró por un precio cercano a los 37 millones de euros, según fuentes próximas a la operación. Los grandes almacenes se impusieron a otras grandes cadenas como Carrefour y supermercados regionales que mostraron interés por hacerse con las tiendas de Sánchez Romero. 

Con esta operación, El Corte Inglés sumará los diez establecimientos que la empresa premium tiene en la ciudad de Madrid, e incorporará unos 9.000 metros cuadrados de superficie de ventas. También se hace con la plataforma de distribución, que cuenta con 4.000 metros cuadrados.