Segundo intento de unión entre Auchan (Alcampo) y Carrefour tras el fracaso del pasado otoño. En este caso, la primera está en conversaciones con fondos de inversión, entre ellos CVC Capital Partners, para conseguir el apoyo suficiente para hacerse con la segunda compañía. Se trata de una operación tras la que se esconde el poderoso imperio de los Mulliez en Francia.
No hablamos de una familia cualquiera, sino de la 15ª fortuna del mundo. Según Bloomberg, Gerard Mulliez, el fundador del imperio, atesora un patrimonio de 45.900 millones de dólares (40.394,4 millones de euros).
Conocida como el Walmart de Francia, esta familia es una de las más poderosas del país vecino desde que en 1955 iniciarán su andadura como grupo empresarial. Sus negocios, que han pasado de generación en generación hasta llegar a la cuarta, están muy presentes en España.
Además de Auchan, controla el 85% de Adeo, el propietario de Leroy Merlin; el 33% de Kiabi; Restaurante Flunch (a través de restauración Agapé); el 45,5% de Decathlon; Pimkie -que controlan a través de la sociedad Jules- y una pequeña participación en Norauto.
Pero la compra de Carrefour sería para el holding familiar, Association Familiale Mulliez, un importante golpe en la mesa en su negocio de distribución.
¿Por qué? Un hipotético acuerdo podría crear un gigante del comercio minorista con unas ventas combinadas de 110.000 millones de euros al año y una cuota de mercado en Francia de casi el 30%, según adelantó Bloomberg. Actualmente, el líder es Leclerc, con una cuota 22,7%, seguido de Carrefour (19,4%), y Auchan ocupa el quinto lugar, con un 9,2%.
Aquí en España hablamos de que Carrefour es el segundo distribuidor con una cuota de 9,3%, mientras que Alcampo es el sexto con el 6,3%, según datos de Kantar (a noviembre de 2021). Con la compra sumarían una cuota del 12,6%, lejos aún del 25% de Mercadona.
Aunque aquí es preciso señalar que la operación estaría sujeta al análisis de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) puesto que, tanto por cuota como por solapamiento de supermercados, podría suponer problemas de competencia y el organismo podría exigir el cierre de determinados puntos de venta.
Cierto es que no es la primera vez que se intenta llevar a cabo esta operación. Ya en octubre del pasado año, Auchan intentó comprar Carrefour a unos 21 euros por acción, o 16.600 millones de euros. Por aquel entonces la operación no cuajó. Y, ahora, depende de los fondos que apoyen la adquisición impulsada por la familia Mulliez.
Sombras en retail
Con el negocio de la distribución encaminado, el imperio Mulliez dejaría a un lado las sombras que acompañan a algunas de sus empresas de retail como, por ejemplo, Pimkie. Desde 2019, la compañía ha puesto en marcha tres Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) en la cadena de tiendas de moda en España y ha reestructurado en varias ocasiones la cúpula directiva tras arrastrar años de pérdidas. Esta empresa es considerada la oveja negra del imperio Mulliez.
Por su parte, Decathlon cerró 2020 con unas ventas brutas de 1.719 millones de euros en España (1.526 millones de forma neta), lo que supone un 10,8% menos que un año anterior por la Covid.
La compañía deportiva también llenó las portadas de muchos medios galos hace años. Y no fue por sus resultados empresariales, sino por los líos familiares que llevaron a cambios en la presidencia entre primos (Fabien Derville por Matthieu Leclercq). El primero argumentó su salida por la falta de libertad para tomar decisiones, mientras que la prensa cargó contra la familia Mulliez a la que culpaba de su renuncia.
Y es que para pertenecer al clan familiar no vale solo con ser familia (directa o indirectamente), además hay que tener más de 22 años, ser avalado por los padres y presentar un proyecto personal al consejo de la familia. En función de ello, el nuevo miembro puede acabar en una u otra empresa del grupo. Y quien sabe si Carrefour estará entre los próximos destinos.