Mikhail Fridman y Petr Aven van a impugnar las sanciones impuestas por la Unión Europea contra los oligarcas que apoyan o tienen vinculaciones con Rusia. Una lista negra en la que ambos fueron incluidos el pasado fin de semana.
Los empresarios consideran que se trata de unas sanciones “injustas” que se basan en “falsedades malintencionadas y deliberadas”. Afirman, a su vez, estar "profundamente decepcionados" con la decisión de Bruselas y rechazan cualquier vínculo con el presidente de Rusia, Vladímir Putin.
"Son falsedades malintencionadas y deliberadas, pura y simplemente, el producto de fantasías históricas y teorías de conspiración ideadas por individuos con sus propias agendas", han señalado en un comunicado Fridman y Aven. Se trata de los accionistas mayoritarios de LetterOne, sociedad que a su vez es la propietaria de Dia con un 77%.
A largo plazo
Fridman y Aven se describen como "inversores a largo plazo, comprometidos con empresas europeas que emplean a decenas de miles de personas en Reino Unido y Europa" y aseguran que "siempre han sido transparentes con sus negocios y riquezas".
En opinión de ambos magnates, las sanciones están basadas en "cotilleos maliciosos y sin pruebas", y no tendrán impacto en las acciones de Rusia en Ucrania. Sobre todo, porque -insisten una y otra vez- "no tienen ninguna relación financiera o política con el presidente Putin o el Kremlin".
En el caso de Fridman, el magnate asegura que es falso que haya cultivado "fuertes lazos" con la administración del presidente ruso. Lamenta que se le haya calificado de "alto financiero ruso y facilitador del círculo íntimo de Putin" y se le acuse de haber logrado "adquirir activos estatales a través de conexiones gubernamentales".
Asimismo, Fridman niega que la hija mayor de Putin dirigiera un proyecto de caridad que fue financiado por Alfa Bank. Un puesto por el que la entidad habría mostrado su lealtad a las autoridades rusas expresando su agradecimiento por la ayuda política prestada a los planes de inversión en el extranjero de la sociedad.
Por último, ambos magnates aseguran que "lucharán contra esta injusticia con todo su empeño, por ellos mismos y por las decenas de miles de empleados del Reino Unido y de Europa que confían en ellos".
Golpe a Fridman
Cabe recordar que la guerra ha golpeado los negocios de Fridman. Alfa Bank, entidad bancaria fundada por el dueño de la cadena de supermercados Dia, también ha sido sancionada por la UE.
Por si fuera poco, se ha visto afectado por la decisión de Alemania de paralizar la construcción del gasoducto Nord Stream 2. Gazprom, de propiedad estatal y con sede en Moscú, es el único accionista del proyecto y ha proporcionado hasta el 50% de la financiación del proyecto. El resto corre a cargo de otras empresas, entre ellas Wintershall Dea.
Wintershall Dea es propiedad mayoritaria del grupo químico alemán BASF. Tiene tres empresas conjuntas con Gazprom en el país, incluso en Siberia occidental. Su accionista minoritario es LetterOne, que está controlada por Fridman.