Hace justo un año, Alejandro Fernández, el fundador de Grupo Pesquera, murió a los 88 años de edad dejando tras de sí un legado inolvidable en la DO Ribera del Duero.
Un legado que tres de sus hijas y cuatro nietas continúan ahora bajo el nombre de Familia Fernández Rivera en un año en el que celebran su 50 aniversario. Medio siglo de vida que ha dado para mucho, incluidas las divisiones internas y las visitas de famosos.
Pero para hablar de todo ello hay que echar la vista atrás, concretamente a 1972, año en el que se funda la bodega. “Primero empezaron nuestros padres (Alejandro y Emilia) de forma muy humilde. Nosotras nos hemos ido incorporando y ahora también está la tercera generación”, recuerda en una entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia una de las tres hermanas, Mari Cruz Fernández, sentada junto a sus hermanas Lucía y Olga.
Las tres nacieron y crecieron en Pesquera del Duero, el pueblo vallisoletano dedicado a la agricultura y la ganadería. Hoy en día es considerado como la milla de oro del vino español. Fue precisamente gracias al vino de las bodegas Tinto Pesquera cuando se comienza a hablar del potencial de la Ribera del Duero, dando lugar a la Denominación de Origen Ribera del Duero.
Un lugar además donde la competencia es grande con Arzuaga, Vega Sicilia o Emilio Moro, entre otras muchas. Pero en Familia Fernández de Rivera no lo ven como una rivalidad, sino como un aliciente que ayuda a hacer crecer la zona.
Pero el gran reconocimiento llegó cuando el gurú internacional Robert Parker concedió 98 puntos a Tinto Pesquera y lo comparó con el legendario Petrus. Todo un hito y un éxito de ventas. Además, como curiosidad, sus vinos están unidos al cantante Julio Iglesias, quien confesó en alguna ocasión "haber hecho muchos hijos" con el Pesquera.
Cambio de nombre
En abril de 2019, se produce un cambio en la denominación del grupo, que pasó a llamarse Familia Fernández Rivera. “Es un proceso lento, sobre todo por identificar el cambio de Tinto Pesquera a Familia Fernández Rivera. Pero el nombre de Pesquera es tan potente que también queremos que el resto de marcas de la familia sean importantes”, explica Lucía.
La idea, por tanto, era que cada una de sus unidades de negocio -bodegas Tinto Pesquera, Condado de Haza, Dehesa de la Granja y El Vínculo, y el Hotel AF Pesquera- tuvieran una personalidad propia. De hecho, más allá del vino y del hotel también producen aceite y garbanzos.
El cambio de nombre llegó en uno de los momentos más complicados de la bodega tras la división familiar. La separación del matrimonio que formaban Alejandro y Emilia provocó que las hijas tomaran partido por uno de sus progenitores. Eva, la enóloga, apoyó a su padre; y Olga, Lucía y Mari Cruz, se pusieron del lado de su madre. Estas últimas fueron las que tomaron el control de la bodega.
Una división que no agrada a nadie. “Forma parte de la intimidad de la familia. Lógicamente nadie lo ha querido ni lo ha buscado, pero lo más importante es que la familia permanece unida y que la bodega continúa con un futuro prometedor”, explica Olga.
Eso no quita que trabajen pensando en Alejandro. “Dios nos da la oportunidad todos los días de rendir tributo a nuestro padre haciendo buenos vinos como a él le gustaría que hiciéramos”, añade Mari Cruz.
Futuro
La bodega cuenta con una plantilla de más de 120 trabajadores, con vinos y productos que se comercializan en más de 70 países. Actualmente ha pasado por un proceso de remodelación de los lagares de las bodegas. También han renovado su hotel, que cuenta con un nuevo restaurante, Origen-es.
No obstante, el objetivo a corto plazo no es la expansión, sino la consolidación. “En cada una de las bodegas se están haciendo reformas y se está invirtiendo mucho, sobre todo en infraestructuras. Además, tenemos dos vinos nuevos: MXI y 20 Aldeas”, dice Mari Cruz. Y todo ello financiado con fondos propios, a pesar de que reconocen que algún que otro fondo ha llamado a la puerta de esta bodega de Pesquera de Duero. Pero no les interesa.
Con una subida del 3% de las ventas, cerraron un 2021 todavía marcado por la pandemia y arrancaron un 2022 protagonizado por la inflación de la que no han sido ajenas. Las hermanas reconocen que han tenido que aplicar incremento en los precios ya que “no queda más remedio por la subida que soportan de las materias primas, energía, cartón, gas, vidrio…”.
Pero el objetivo nunca fue ese. Lucía cuenta que en los años 90 podían haber subido los precios, pero prefirieron seguir con su política conservadora. Esa fue la época en la que Robert Parker ya había comparado el Pesquera con un Petrus.
Y con el objetivo de atraer al público joven, de seguir fijando población en el medio rural y de crecer generación tras generación, la Familia Fernández Rivera seguirá escribiendo las páginas de su historia en la milla de oro del vino español.
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