Lidl cerrará este año con 670 tiendas en España tras una inversión de 350 millones de euros dentro de un plan de expansión en el que siguen apostando fuertemente por España. El objetivo es llegar hasta las 1.000 tiendas pero sin marcarse “ritmos de crecimiento” a pesar de los anuncios de planes anteriores y de un contexto marcado por la inflación.
“Pensamos que podemos tener ese número de tiendas, pero no nos marcamos ritmos de crecimiento”, ha señalado el director corporativo de la cadena en España, Ferrán Figueras.
Este mismo ha afirmado que seguirán creciendo en cuota (5,9% actualmente, según Kantar) aunque todavía ven lejos al segundo operador (Carrefour, que tiene 9,7%). “Es un reto mayor”, ha dicho en referencia a alcanzar a la cadena gala.
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La cadena presentará en las próximas semanas los resultados de su ejercicio fiscal 2021 y Figueras ha adelantado que será mejor que el de 2020, cuando la empresa terminó con un beneficio en España de 151 millones de euros, un 14% menos que en el año anterior, debido a los costes a los que la compañía tuvo que hacer frente por la pandemia de la Covid. También han revelado que estarán por encima de los 5.000 millones de facturación.
Todo ello en un contexto en el que las grandes distribuidoras esperan la llegada de una medida que alivie la presión de los precios de los alimentos y que anunciará el Gobierno. De momento, Lidl se defiende. “Hemos hecho un esfuerzo de contención de precios. La distribución en general y nosotros en particular estamos asumiendo el incremento de la presión en precios”, ha apuntado el directivo.
De hecho, ha asegurado que “la subida de precios se ha hecho por debajo del IPRI (Índice de Precios Industriales), por debajo del coste de compra de las materias primas”.
Tampoco les ha gustado la posibilidad de implantar una cesta de la compra. “En nuestro ADN está ser los más baratos y seguiremos ofreciendo una buena relación calidad precio”, ha indicado el directivo. Por ello, “no acabo de ver lo de imponer una cesta concreta”.
Contribución de Lidl
En 2021, Lidl contribuyó a las arcas del Estado con 480 millones de euros de impuestos en España, un 16% más que en 2020. Supone pagar más de 1,3 millones de euros al día en impuestos o nueve de cada 100 euros en ventas van al pago de impuestos, según el informe de Impacto Corporativo 2021 de Lidl en España, elaborado por la consultora PwC.
En el periodo 2016-2021 la compañía ha aumentado un 56% su aportación al PIB nacional, superando ya los 7.000 millones de euros anuales. Así, la empresa ha vuelto a incrementar su contribución al PIB español y en 2021 ha representado un impacto económico equivalente al 0,65% del PIB nacional. Por cada euro de beneficio, Lidl genera 17,40 euros adicionales al PIB español, según el socio responsable deEconomicsenStrategyenPwC, Jordi Esteve.
De hecho, en el periodo comprendido entre 2016 y 2021 la compañía ha aumentado un 56% su aportación al PIB nacional, mientras que solo en el pasado ejercicio, dicha aportación total ha sido de 7.084 millones de euros, lo que ha supuesto un incremento del 9% respecto a 2020.
De este modo, las cinco provincias donde el impacto en el PIB ha sido mayor en términos absolutos han sido Madrid, Barcelona, Murcia, Valencia y Almería, mientras que en términos relativos, o lo que es lo mismo, el tanto por ciento sobre el total del PIB provincial, el impacto ha sido especialmente relevante en provincias como Almería (3,21%), Murcia (2,13%), Huelva (1,79%), Castellón (1,26%) y Palencia (1,25%).
En cuanto a exportaciones, de 2017 a 2021 se ha incrementado un 41% la actividad exportadora para llegar a algo más de 3.000 millones de facturación en 2021. En cinco años supone 12.000 millones de euros.
Además, la cadena de supermercados ha cerrado el ejercicio con un superávit de balanza comercial de 2.000 millones de euros, lo que ha contribuido a reducir la balanza comercial nacional en un 7,4%.