Esta semana, el dato adelantado del Índice de Precios al Consumo (IPC) indicaba que la inflación se moderaba en marzo hasta el 3,3%, mientras la subyacente seguía en el 7,5%. Pero en la parte de la alimentación la cifra que se conocerá a mitad del próximo mes no parece que vaya a dar tregua, por eso el Gobierno está estudiando otras ayudas para aliviar los elevados precios de la cesta de la compra. Y lo hace con informes que ya están en manos del Ministerio de Alimentación, Pesca y Agricultura.
Con estos informes, el Gobierno ya es consciente de que las primeras semanas de marzo los alimentos muestran precios más de un 13% superiores al mismo periodo de 2022. En febrero, estos subieron un 16,6%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Es decir, en el tercer mes del año se reducirían, pero seguirían siendo demasiado altos.
Unos datos que contrastan con el triunfalismo del Gobierno. Como ha quedado patente en la tercera edición de 'Wake up, Spain!', el 'Davos español' que organizan EL ESPAÑOL, Invertia y D+I, la visión del Ejecutivo es optimista con la evolución del IPC en España.
Ya el pasado lunes, tres días antes de conocerse el dato adelantado de la inflación de marzo, la vicepresidenta Nadia Calviño sacaba pecho de la bajada del IPC, la cual achacaba a "la solución ibérica", aunque reconocía que "cabe esperar una alta volatilidad". "En todo caso", añadió, la inflación "estará en niveles más bajos, prácticamente a la mitad que en 2022. Las medidas están siendo eficaces, pero tenemos que ser muy vigilantes por los precios de los alimentos".
Por su parte, Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, que da por sentado que el Ejecutivo ha ganado la batalla de la economía, recordaba que España es el segundo país con menor inflación de la UE. "La media de la Unión Europea es el 6,9%, la media de España es el 3,1%, menos de la mitad. Cualquiera que sea el parámetro de la inflación, estamos mejor que Francia, que Alemania, que Italia... Las políticas públicas que hemos puesto en marcha han funcionado, es una evidencia", dijo Bolaños.
Mientras, María Jesús Montero, ministra de Hacienda, destacaba que el dato conocido el jueves es "el más bajo desde agosto de 2021". "Es una tendencia esperanzadora, con una subyacente que cae por primera vez desde septiembre. Apostamos por que esta tendencia va a ir cayendo en los próximos meses hasta normalizarse. Con toda la cautela, creemos que vamos en la dirección adecuada", agregó Montero durante 'Wake up, Spain!'.
Los datos que maneja el Gobierno sobre los datos de inflación, sin embargo, no son nada esperanzadores. En estos informes destacan el aumento del aceite de oliva virgen extra (31,9%), de la leche (28,9%), de las hortalizas y patatas (21,3%) y de los huevos (20,7%) en la semana del 13 al 19 de marzo con respecto a un año antes. Pero no son los únicos alimentos que experimentan grandes aumentos. En esa semana, la bollería registra un crecimiento del 28,4%, los zumos un 18,4%, la harina un 20,7% y los derivados lácteos un 20,8%.
Solo cae un 18,7% el aceite de girasol. En este caso la explicación es obvia, ya que en marzo de 2022 este alimento se vio afectado por la guerra en Ucrania, uno de sus mayores productores. Su escasez y problemas de abastecimiento dispararon los precios, llegándose incluso a limitar su compra en algunos supermercados en España.
Este mismo informe muestra cambios en los hábitos de consumo de los españoles debido a los elevados precios. Estos revelan que la estructura de la cesta de la compra se mantiene, con menor peso en el último año de carne, pescado, fruta y hortalizas.
Este informe, realizado por la consultora Kantar, muestra que en enero de 2023 se produjo una gran caída del consumo en los productos pesqueros (9,1%). Este dato tiene lógica si tenemos en cuenta que el Gobierno dejó fuera a este alimento de la bajada del IVA que otros alimentos sí tuvieron, como el aceite (que pasó del 10% al 5%). Y, a pesar de ello, su consumó descendió un 9,9%. Harina, leche, pan o azúcar también caen en consumo.
Por otro lado, señala que el año 2023 comenzó con un mayor consumo de huevos (11,3%), pastas (10%), legumbres (8,8%), arroz (0,71%), carnes (5%) y platos preparados (4,4,%).
Los elevados precios y los nuevos hábitos de consumo hacen que se haya producido una reducción en el número de actos de compra y con cestas de menor tamaño para controlar el gasto en los hogares. Es decir, se acude menos veces a hacer la compra y el ticket de cada una de ellas es menor.
Además, hay una mayor presencia de marcas del distribuidor en las compras (marcas blancas) que, por norma general, son más baratas que las de fabricante. De hecho, la inflación ha hecho que esté en niveles récord, llegando a tener un peso del 46% en la cesta de la compra, según la consultora Nielsen IQ.
Margen y promociones
Por otro lado, en Agricultura también tienen en su poder un informe elaborado por Jaime Romero de la Fuente, catedrático de Comercialización e Investigación de Mercados de la Universidad Autónoma de Madrid.
Este informe refleja que, a lo largo del año 2022, los precios de venta al público se han encarecido menos que los precios de la industria de la alimentación y los precios de sus proveedores, los agricultores.
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También revela que las empresas de distribución minoristas han aumentado sus precios, si bien sus ingresos se incrementan en menor medida debido a que los consumidores han realizado ajustes en sus compras.
Entre otras cosas porque optan por cambiar las marcas de fabricante por la marca blanca o del distribuidor, buscan ofertas o sustituyen unos productos por otros equivalentes (congelados en lugar de frescos o diferentes tipos de carnes o pescados). Y aquí, los hipermercados resurgen para liderar el volumen de promociones. Del total de todos los canales, el 18% de promociones se realizan desde un hipermercado. Le siguen los establecimientos discount (12,7%) y los supermercados (7,8%).
Análisis de productos
Con estos datos sobre la mesa, el Gobierno sigue preocupado por la cesta de la compra. El pasado miércoles, el pleno del Observatorio de la cadena alimentaria (formado por miembros de toda la cadena agroalimentaria y del Ministerio de Agricultura), acordó convocar, a partir de abril, distintos grupos de trabajo para avanzar en los estudios de la cadena de valor de determinados alimentos.
En concreto, se actualizarán los informes de la cadena de valor del aceite de oliva virgen extra y de la leche líquida envasada y se realizarán también del melocotón y la nectarina, las patatas, el tomate, los cítricos y la miel, tal y como solicitaban las organizaciones profesionales agrarias.
Estos informes son estudios descriptivos del conjunto de costes que intervienen en cada etapa de comercialización por las que pasa un alimento desde su recolección en el campo hasta la mesa y establecen los valores medios para cada uno de ellos.
“Se trata de estudios periódicos que se hacen, también a petición del sector, para conocer la formación de precios de la cadena”, según fuentes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.