El rebote llega para el petróleo. Y para las petroleras. Las compañías europeas del sector esquivan el retroceso de sus respectivos índices y se colocan al frente de los pocos valores que aguantan la subida mientras el barril de Brent vuelve a rondar los 38 dólares entre ganancias de casi el 9% en el mercado de materias primas.
La española Repsol llegaba a subir este martes hasta un 10% cuando el Ibex ganaba cerca de un 4%. Al cierre con caídas del 3,2% para el índice, la compañía aguanta alzas del 1,62% hasata los 8,28 euros por acción. Y después de haber sufrido un desplome del 15,1% en la sesión precedente. La presidida por Antonio Brufau se sacude parte del abultado castigo inversor sufrido por la falta de acuerdo entre Rusia y Arabia Saudí para moderar la oferta petrolera si la economía comienza a resentirse por el coronavirus.
De nuevo, animado por el rebote del barril de referencia en Europa, Royal Dutch Shell se apunta alzas del 3,7% después de haber sufrido la pérdida de un 17,6% en la víspera y haber llegado a subir un 13% este martes. Su gráfica se mantiene todavía por debajo de los niveles que lograba aguantar al cierre del viernes pasado. Y eso que ya comenzaban a descontar a la baja la ruptura entre la OPEP y sus aliados.
Alzas en bloque
Más tímido es el rebote de British Petroleum (BP), que sube un 3,4% a pesar de que ayer llegó a perder un 20% de su valor en la Bolsa de Londres. Un 1,7% remontan los títulos de la francesa Total, mientras que la italiana Eni consigue avances del 0,8% después de haber perdido un 21%.
El retroceso del petróleo comenzó ya a finales del mes pasado, cuando se empezó a descontar el impacto que tendría sobre la economía china el cierre de fábricas y oficinas por la aparición del coronavirus. Y es que los datos mensuales de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) mostraron una reducción de la demanda diaria de 435.000 barriles en febrero.
No obstante, su día más negro tuvo lugar en la sesión de ayer lunes, cuando se apuntó su peor comportamiento en los últimos 30 años. La cotización del petróleo en los mercados no caía tan a plomo desde la Guerra del Golfo. Los analistas estiman que la ruptura entre Riad y Moscú puede traducirse primeramente en una guerra de producción y precios que finalmente se traduzca en un sobreabastecimiento.
Precisamente al ascenso en bloque del sector y el barril contribuyen las medidas finalmente anunciadas por Arabia Saudí. El país ha anunciado que finalmente ampliará su bombeo de pozos hasta 12,3 millones de barriles de petróleo al día, un volumen que representa un incremento de 2,5 millones de unidades diarias, pero que está dentro de los márgenes que ha establecido como capacidad sostenible, algo que de momento espanta los peores presagios para el crudo.