Avangrid, la filial estadounidense de Iberdrola que cotiza en la Bolsa de Nueva York, ha colocado una emisión de bonos 'verdes' a cinco años por un importe de 750 millones de dólares (unos 691 millones de euros), siguiendo así los pasos de su matriz, que la pasada semana también colocó 750 millones de euros en el mercado de deuda, a pesar de la volatilidad existente por la crisis de la pandemia mundial del coronavirus.
En concreto, el cupón de la emisión, con vencimiento el 15 de abril de 2025 -la tercera operación que lleva a cabo Avangrid de este tipo- ha sido del 3,2%, informó la compañía.
Los fondos obtenidos serán utilizados por la compañía para financiar o refinanciar, en parte o en su totalidad, proyectos renovables en Estados Unidos: parques eólicos terrestres y marinos, plantas fotovoltaicas y redes de transporte y de distribución que contribuyan a una mejor integración de las energías limpias en el sistema.
BBVA Securities, BNP Paribas Securities, BofA Securities, MUFG Securities Americas, CIBC World Markets, Commerz Markets LLC, NatWest Markets Securities y Scotia Capital (USA) han actuado como bancos colocadores.
En mayo del año pasado, Avangrid ya cerró con éxito una emisión de bonos verdes por valor de 750 millones de dólares (unos 671 millones de euros) y con vencimiento a 10 años.
Anteriormente, en noviembre de 2017, la filial estadounidense de Iberdrola ya colocó otra emisión por 600 millones de dólares (unos 537 millones de euros).
Siguiendo los pasos de Iberdrola
La pasada semana, Iberdrola se convirtió en la primera empresa española en emitir bonos 'verdes' en plena crisis del coronavirus, colocando 750 millones de euros a más de cinco años (junio de 2025).
La demanda recibida superó los 6.000 millones de euros, multiplicando así por ocho la oferta, lo que fijó el cupón de la operación en el 0,875%.
Estos fondos obtenidos por el grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán se destinarán, en línea con la estrategia del grupo, a financiar y refinanciar total o parcialmente inversiones renovables de España, México y Reino Unido, en su mayoría parques eólicos terrestres.
Estas operaciones están en línea con la estrategia de Iberdrola, que pasa por lograr que su pasivo tenga formato 'verde', de acuerdo con la apuesta de la compañía por un 'mix' energético bajo en emisiones de carbono, liderando la inversión mundial en energías renovables.