El año 2019 fue uno de los mejores para el sector gasista español. Según el informe realizado por el Ministerio para la Transición Ecológica 'Balance energético 2019 y previsión 2020', el gas natural fue el gran ganador de la producción energética en España el año pasado.
No solo aumentó un 14,1% en el reparto de la energía primaria respecto a 2018, hasta representar el 24,5% de la tarta de toda la generación de energía, sino también, según esos datos, en la producción eléctrica.
Mientras todas las tecnologías sufrían un retroceso en su participación en el mix, el gas natural creció hasta situarse en el 30,8% del total (también aumentó la nuclear, con una subida del 21,3%).
Este protagonismo tiene su explicación en la casi nula participación del carbón a lo largo del año pasado, que llegó a caer hasta un 69,9%.
Impacto del coronavirus
Sin embargo, con la llegada de la pandemia todo el sector energético español ha sufrido una importante caída. La demanda eléctrica, especialmente en el sector industrial y servicios, se desplomó una media de un 12,7% durante los meses de marzo a junio y el consumo de gas natural un 15,5%, fruto de ese impacto.
Esa baja demanda por la crisis sanitaria primero y por la económica después "se mantendrá a lo largo de 2020", ha señalado Marta Margarit, secretaria general de Sedigas, durante la presentación del informe, "pero esperamos una recuperación de la demanda, que para 2021 será del 6%".
De hecho, ha recordado que el gas natural debe ser una parte fundamental de la reconstrucción económica basada en la transición energética. "La innovación y la digitalización deben ser pilares fundamentales de este proceso, reforzando la transición ecológica para alcanzar un estilo de vida más responsable con el entorno", ha dicho.
Según ha reconocido, el sector gasista está preparado para aportar crecimiento sostenible y puede ser una decidida palanca para favorecer la recuperación económica en tres ámbitos: en el residencial con las instalaciones térmicas y la rehabilitación de edificios; en movilidad, con los combustibles alternativos para flotas, transporte de mercancías o infraestructuras; y en el sector industrial.
España, reflejo del mercado internacional
Lo que ha ocurrido en España no dista mucho de lo que está pasando en el resto de áreas geográficas.
El primer trimestre de 2020 demostró ser muy desafiante para los productores de gas natural y GNL, porque se mantuvieron los precios bajos durante toda la temporada de invierno, al ser uno de los más templados de la serie histórica.
Además, si a eso se añade que aumentaron las exportaciones de GNL, la consecuencia fue una caída contracíclica en los precios internacionales del gas, y todavía fue a peor a medida que los mercados de todo el mundo comenzaron a anunciar bloqueos para controlar la propagación del virus Covid-19.
Ya lo dijo a primeros del mes pasado la consultora Wood Mackenzie. La industria global de gas natural licuado (GNL) está a punto de enfrentarse a su primera contracción de la demanda estacional desde 2012, y se espera que la demanda en el verano (junio-septiembre) de 2020 caiga un 2,7% interanual o tres millones de toneladas (Mt).
Sin embargo, la situación actual del excedente de suministro de GNL podría cambiar si el crecimiento de la demanda mundial de GNL supera el crecimiento de la oferta, según el informe '2020 World LNG Report' de IGU (International Gas Union).
El problema es que nadie espera que en 2020 se logre controlar la pandemia en el mundo. Por eso, el mercado de GNL a lo largo de este año se verá afectado negativamente por los rebrotes del virus, ya que la demanda de GNL se reduce debido a una menor actividad en los sectores industrial y comercial, dice el informe.
Pero la situación se presenta mucho mejor que el mercado internacional de petróleo. Según señala en Global Voice of Gas, Graeme Bethune, presidente de Australian Gas Industry Trust, hasta ahora no ha habido una caída importante en las cargas de GNL desde Australia hasta el norte de Asia.
"Todo dependerá de la reactivación económica" dice Hazli Sham Kassim, presidente de la Asociación de Gas de Malasia, en la misma publicación. "El Sudeste asiático ha experimentado entre el 25 y el 30% de caída de consumo de gas natural pero mantenemos la ambición de comenzar a crecer en los próximos meses", añade.
En esa misma línea opina Khaled Abubakr, presidente de la Asociación Egipcia de Gas. A corto plazo, el impacto económico del Covid-19 podría frenar la expansión del sector de gas de la región de África y Oriente Medio; sin embargo, a medio plazo, el desarrollo del gas natural continuará siendo una fuente importante de crecimiento económico en la región.