"No puede ser que una empresa venga y, después de diez años y todas las expectativas que tenía, ahora ya no valga para nada", ha criticado el presidente del comité, Alfonso Poyo.
Representantes del comité se han reunido con la directora general de Política Empresarial del Gobierno de Navarra, Izaskun Goñi, en la sede del Departamento de Desarrollo Económico y Empresarial.
Mientras tanto, en el exterior se ha desarrollado una concentración de la plantilla en la que se han desplegado varias pancartas con el mensaje 'No al cierre de Gamesa Agoitz. Despidorik ez' y, en alemán, 'Kampfum jeden arbeitsplatz, nein zur schliessung von Siemens Gamesa' ('Lucha por cada empleo, no al cierre de Siemens Gamesa').
En declaraciones a los periodistas antes de la reunión, el presidente del comité de empresa de Siemens Gamesa en Aoiz, Alfonso Poyo, ha pedido "responsabilidad con el dinero público que este Gobierno invirtió en la empresa".
A su vez, ha emplazado a la ciudadanía a participar en la manifestación convocada este sábado, a las 18 horas en la antigua estación de autobuses de Pamplona, en contra del cierre de la fábrica.
"Luchamos por que no se deslocalice, se mantenga el empleo en la zona y la empresa se quede, puesto que tiene trabajo", ha destacado Poyo, que ha señalado que "nuestra intención es seguir tocando puertas". En este sentido, ha explicado que al mantenido una reunión con el Defensor del Pueblo, si bien "no sacamos ningún compromiso".
El representante de la plantilla ha confiado en que se pueda reconducir la situación y ha reclamado "responsabilidad a los políticos, que son los que tienen que poner toda la carne en el asador ahora".
"No puede ser que una empresa venga y, después de diez años y todas las expectativas que tenía, ahora ya no valga para nada", ha criticado Poyo, que ha considerado que los argumentos esgrimidos por la empresa para el cierre "nos son válidos".
Según ha explicado, desde la empresa se ha argumentado "que no tenemos capacidad para hacer las palas que va a pedir a posteriori el mercado". "Nos dan unos futuribles que a día de hoy no son creíbles", ha remarcado Poyo, que ha apuntado que "según lo que nos dijeron había pedidos de este modelo hasta el año que viene".
"Quieren llevar la producción a otro país donde les sale más barato y entendemos que no es asumible", ha manifestado.