Iberdrola ha recibido la autorización del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para el cierre de su central térmica de Lada (Asturias), poniendo así fin a la última de sus plantas de carbón en el mundo, según informaron a Europa Press en fuentes del sector.
El pasado mes de junio el gabinete dirigido por Teresa Ribera ya había autorizado a la energética presidida por Ignacio Sánchez Galán el cierre de Velilla (Palencia), la otra central térmica que poseía el grupo.
Así, se pone fin al proceso iniciado en noviembre de 2017 por la compañía, cuando decidió solicitar la autorización para el cierre de estas dos plantas como respuesta a su decisión de sustituir instalaciones emisoras de CO2 por energías limpias de última generación y liderar así la transición energética hacia un nuevo modelo energético sostenible.
Desde 2001, el grupo ha clausurado 17 centrales térmicas de carbón y fueloil en el mundo, que suman más de 8.500 megavatios (MW) y la convierten en la mayor eléctrica del mundo sin producción de carbón.
En respuesta a este cierre, Iberdrola contribuirá al desarrollo socio-económico en torno a la transición energética en Asturias con más inversiones en renovables, apoyo a la generación de empleo a través de la generación de oportunidades y contratos a la industria local y nuevos proyectos de innovación, así como la puesta en marcha una Plataforma de Innovación Ciudadana para canalizar iniciativas de emprendimiento y un proyecto de valorización de residuos.
La semana pasada, la energética adelantaba la adjudicación de contratos a seis empresas asturianas (Windar, Tensa, Isotrón -Grupo Isastur-, Gonvarri Solar Steel, Asturmadi Reneergy y Asturfeito) para nuevos proyectos renovables y el despliegue de redes eléctricas inteligentes. Estos proyectos capacitan a las empresas asturianas para participar en el desarrollo de sectores de futuro en España y los mercados internacionales y permiten la generación de miles de empleos en la región, informó la compañía.
Estas adjudicaciones, junto con el contrato materializado hace un mes con Windar, representan pedidos cercanos a los 200 millones de euros y multiplican por cuatro la media de compras a proveedores asturianos realizada por la compañía anualmente. En los últimos 18 meses, los contratos adjudicados por Iberdrola a empresas locales se han acelerado, hasta elevarse a 300 millones de euros.
Asimismo, la apuesta de Iberdrola por la consolidación de un modelo energético de futuro en Asturias se completa con la aceleración de nuevas inversiones en proyectos eólicos en la región.
Cuatro parques eólicos de 130 MW
En concreto, el grupo desarrolla cuatro parques eólicos, que suman un total de 130 MW de potencia, con los que triplicará su capacidad renovable instalada hasta ahora en la región. La inversión destinada al desarrollo de estos proyectos se eleva a más de 100 millones de euros y permitirá generar empleo para unas 1.200 personas, en base a las estimaciones del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).
Los cuatro parques eólicos serán los de Cordel-Vidural (37 MW), ubicado entre los municipios de Navia, Valdés y Villayón; Capiechamartín (34 MW), entre Tineo y Valdés; Verdigueiro (36 MW), que se levanta entre Tineo, y Villayón y Panondres (21 MW), entre Villayón y Valdés.
La práctica totalidad de los trabajos en campo y obra civil de estos proyectos se están realizando por empresas asturianas, como Hormavasa y Horvalsa, Canteras Rencanos, Deymet, Excade, Posada, Méndez y Mota, Gruas Roxu y Taxus, mientras que la promoción está siendo desarrollada por Erpasa y la fabricación de los aerogeneradores se desarrollará en Windar (Avilés) y en otras instalaciones de Siemens Gamesa, en Somozas (Galicia), Ágreda (Soria), Reinosa (Cantabria) y Lerma (Burgos).
El grupo destacó que el objetivo fundamental de esta iniciativa es transformar la zona en un espacio de experimentación avanzada que "incentive a los emprendedores y 'startups' que valoren instalarse en la zona, estudiando opciones de financiación de iniciativas de I+D+i de proveedores locales".
Para ello, la compañía pondrá a disposición de la comunidad un equipo formado por académicos de la ALC-Euskampus-Universidad del País Vasco y la Universidad Politécnica de Madrid, integrados en el EIT Climate-KIC, una red de conocimiento e innovación, dependiente del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología, dedicada a acelerar la transición hacia una economía descarbonizada.
Las iniciativas en este ámbito incluyen también la promoción de programas formativos y divulgativos, dirigidos tanto a Formación Profesional Dual, como a institutos y universidades de la región, con el objetivo de mejorar la empleabilidad.
Además, través de diferentes fórmulas -convenios con instituciones locales, programa 'Iberdrola U' de emprendimiento joven y actividades de formación en el Campus Iberdrola en soluciones smart, relacionadas con la movilidad eléctrica, el autoconsumo y la climatización-, la compañía promoverá la empleabilidad de jóvenes y profesionales locales con el objetivo de convertirlos en actores activos de la transición energética.
Valorización de residuos
La transformación de la región incluirá también otros proyectos, entre ellos, uno relacionado con la economía circular, a través de la valorización de residuos mediante el reciclaje de cenizas, escorias y yesos, con el fin de transformarlos en nuevos materiales para el sector de la construcción.
Las actuaciones se completarán con más inversiones en el ámbito de la movilidad sostenible, con el despliegue de infraestructura de recarga para el vehículo eléctrico, así como con el análisis de proyectos de innovación relacionados con nuevas tecnologías, como el almacenamiento, la producción de hidrógeno verde, etc.
Asimismo, los trabajos de desmantelamiento de la térmica Lada en los próximos cuatro años y medio permitirán dar continuidad a la colaboración con proveedores locales, cuya involucración en estas tareas asociadas representará un volumen superior al que mantienen en la actualidad.