El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico creará un nuevo mecanismo de respaldo al sistema eléctrico en situaciones de necesidad, denominado servicio de reserva estratégica de respuesta rápida, que sustituirá al servicio de interrumpibilidad.
Según consta en el proyecto de orden lanzado a consulta pública por el gabinete dirigido por Teresa Ribera, este nuevo servicio consiste en la prestación por los proveedores del mismo de una reserva de potencia y energía a subir que pueda ser activada de manera casi instantánea, en respuesta a una solicitud del operador del sistema en situaciones de insuficiencia.
Este servicio de reserva estratégica ocupará así el hueco dejado por el servicio de interrumpibilidad, cuya desaparición se consumo el pasado 1 de julio, tras dejar de funcionar con la última subasta para el primer semestre de este año.
La interrumpibilidad creada en 2013, era un sistema que permitía a la gran industria percibir incentivos -que llegaron a ser en los últimos siete años cercanos a los 3.000 millones de euros, aunque en las últimas subastas sufrieron ya un importante recorte- por reducir su consumo si era necesario para garantizar la seguridad de suministro o por razones económicas.
Sin embargo, las dudas de Bruselas sobre la compatibilidad del sistema con el marco comunitario de ayudas terminaron por condenar a su fin a la interrumpibilidad.
Ahora, el objetivo es que este nuevo servicio de reserva estratégica de respuesta rápida esté disponible para principios del próximo año, con el fin dar respaldo al sistema eléctrico ante el incremento progresivo de la integración de energías renovables y la reducción del número de horas de funcionamiento de las centrales térmicas convencionales.
Según consta en el proyecto de orden, cuyo plazo para presentar alegaciones se prolongará hasta 18 de septiembre, este nuevo mecanismo está basado en "criterios de mercado, no discriminatorios y transparentes".
Abierto a todo tipo de tecnologías
Asimismo, la provisión del servicio está abierto a todo tipo de instalaciones (generación, consumo y almacenamiento) y de tecnologías que no participen en el mercado de electricidad, y el dimensionamiento de la oferta mínima (1 MW) permite la participación de competidores de tamaño reducido.
En lo que respecta a la asignación del servicio, ésta se llevará a cabo a través de un mecanismo de subasta en la que se pondrán en juego bloques de un mínimo de 1 MW de potencia, coincidiendo el periodo de prestación con el año natural (del 1 de enero a 31 de diciembre).
La retribución constará de un componente fijo ligado a la reserva estratégica a subir y al precio asignado en la subasta (en euros/MWh) y un componente variable ligado a la efectiva aplicación del servicio en respuesta a una activación emitida por el operador del sistema.