La compañía alemana de suministro energético E.On obtuvo un beneficio neto atribuido de 359 millones de euros en los seis primeros meses de 2020, lo que representa una bajada del 6,7% e comparación con el resultado contabilizado por la 'utility' germana en el mismo periodo del año anterior, tras lo que la empresa ha revisado a la baja sus previsiones anuales.
No obstante, el resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado de E.On en la primera mitad de 2020 aumentó un 34,9%, hasta 3.656 millones.
La cifra de negocio de E.On entre enero y junio alcanzó los 30.503 millones de euros, un 90,5% más que un año antes, con un incremento del 95% de la facturación del negocio de redes, hasta 8.787 millones, mientras que el área de clientes elevó un 107% sus ingresos, hasta 24.526 millones.
Entre abril y junio, la compañía alemana obtuvo un beneficio neto atribuido de 596 millones de euros, en contraste con las pérdidas de 2 millones de euros contabilizadas en el segundo trimestre de 2019. Los ingresos de E.On en este periodo sumaron 12.838 millones, un 86% más.
"Suponiendo que no haya otro confinamiento en los mercados estratégicos de E.On, la compañía espera que la mayor parte del impacto de Covid-19 ya esté reflejado en sus cifras semestrales", indicó la empresa, que cifra en unos 150 millones de euros, o la mitad de los 300 millones de euros previstos en 2020, el impacto en el negocio de redes reguladas, aunque subraya que la mayoría de estos efectos podrá recuperarse entre 2022 y 2024.
De su lado, el impacto adverso en el negocio de clientes asciende igualmente a unos 150 millones de euros, aunque la empresa subrayó que "hasta ahora, este negocio no se ha visto afectado en gran medida por incumplimientos de pago.
De este modo, E.On calcula que el impacto negativo de la pandemia no recuperable representa alrededor del 2% del Ebitda de la compañía, por lo que reafirmó su política de dividendos y sus objetivos a medio plazo, aunque revisó las previsiones para el conjunto de 2020.
Así, la empresa espera que su Ebit ajustado en 2020 oscilará entre 3.600 y 3.800 millones de euros, mientras que su beneficio neto ajustado estará entre 1.500 y 1.700 millones de euros, cuando previamente anticipaba un rango de entre 3.900 y 4.100 millones, así como de 1.700 a 1.900 millones, respectivamente.
Por su parte, E.On reafirmó incondicionalmente sus expectativas de ganancias para 2022 y ratificó su intención de aumentar hasta en un 5% anual el pago de dividendos para el año fiscal 2022.
"Ahora podemos ver mucho más claramente que al final del primer trimestre y podemos mirar hacia la segunda mitad del año en curso con mayor confianza", declaró Johannes Teyssen, consejero delegado de E.On.