El vehículo eléctrico configura un nuevo modelo industrial y energético en la era post-covid
La industria del automovil, las baterías de almacenamiento, el autoconsumo, las energéticas y las inmobiliarias, principales protagonistas.
17 septiembre, 2020 12:45Noticias relacionadas
Coincidiendo con el inicio de la Semana Europea de la Movilidad, la Oficina de Javier García Breva ha presentado su último Informe IPM “La Revolución Industrial del Vehículo Eléctrico” en el que se analiza cómo el vehículo eléctrico representa la mejor oportunidad para que la política industrial, la energética y la urbanística converjan en los objetivos de energía y clima con políticas coherentes.
La Estrategia de Descarbonización a largo plazo (ELP), que el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico ha hecho pública recientemente, establece un objetivo de electrificación del transporte del 79% en 2050.
El objetivo de reducción de emisiones de los automóviles aprobado por la UE para 2030 es del 37,5%, equivalente a 60 gramos de CO2 por kilómetro, lo que representa una reducción del 50% de las emisiones actuales.
Según el experto en nuevos modelos de negocio energético, “el vehículo eléctrico se convierte en un instrumento para la recuperación de la economía europea y para que España aproveche los recursos del fondo europeo aprobado en el mes de julio para descarbonizar y electrificar el transporte”.
Por otra parte, para Javier García Breva, la innovación que supone el desarrollo del vehículo eléctrico es la alternativa a la industria del automóvil porque reúne elementos que van a determinar la actividad económica, como la reducción de emisiones, una nueva mentalidad social sobre la salud y el medio ambiente, una mayor productividad vinculada a la electrificación y un nuevo tejido industrial.
El informe pone de manifiesto la adaptación de la economía y de los hábitos de las personas hacia mayores exigencias de sostenibilidad y habitabilidad que determinan nuevas reglas de competitividad en ámbitos como la energía renovable distribuida, la movilidad eléctrica inteligente y edificios autosuficientes que integren el vehículo eléctrico en la gestión energética del edificio.
De acuerdo con los datos aportados por Javier García Breva, un nuevo complejo industrial se está conformando en todo el mundo en torno al vehículo eléctrico que exige la convergencia de distintos sectores que hasta ahora se han desarrollado separadamente.
“Fabricantes de vehículos, baterías de almacenamiento, autoconsumo, fotovoltaica, eléctricas, petroleras e inmobiliarias protagonizan alianzas empresariales para liderar el avance de la movilidad eléctrica. Las sinergias de la electrificación del transporte aumentarán sus beneficios económicos, sociales y ambientales”, confirma Javier García Breva.
Finalmente, el nuevo Informe IPM describe los nuevos modelos de negocio que van a impulsar la movilidad eléctrica como la carga inteligente donde se vive o trabaja y el almacenamiento local, que hacen del vehículo eléctrico el primer recurso energético distribuido.
También supone una simbiosis entre la edificación y el transporte que integra el vehículo eléctrico en los edificios, intercambiando energía y gestionando la demanda, y que convierte la rehabilitación energética en la medida más útil para crear demanda de vehículos eléctricos.