La paciencia se ha agotado para los miles de trabajadores de Abengoa. Tras reclamar por activa y por pasiva el abono de sus nóminas desde verano, el 'no' de la Junta de Andalucía es el último quebradero de cabeza por ser pieza clave para que el acuerdo de reestructuración salga adelante.
En una concentración multitudinaria a las puertas del Palacio de San Telmo de Sevilla, sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía, cientos de trabajadores han hecho piña para suplicar apoyo al Gobierno andaluz. La negativa, a juicio de los sindicatos, supondría la liquidación de la empresa.
El temor va más allá. La opción del Ejecutivo autonómico es la última carta que la compañía y los trabajadores tienen para jugar. En este sentido, la plantilla ha manifestado que teme que no haya un 'plan B' para evitar la temida quiebra de la empresa pionera sevillana.
En declaraciones a periodistas, el secretario general UGT-FICA Sevilla, Manuel Ponce, ha trasladado la incertidumbre de los trabajadores que "no entienden" la postura de la Junta andaluza. "Sin su apoyo, no habrá plan" incide mientras teme que la empresa deje de existir en 15 días.
Por otra parte, ha afirmado que Abengoa ha iniciado este mismo viernes las transferencias de las nóminas pendientes. Aún sin concretar la cifra ni el número de trabajadores, desde los sindicatos confían en que la empresa busque otros esfuerzos si la Junta "sigue dando la espalda".
Plazo hasta el jueves
Como en muchos anteriores, Abengoa se ha marcado el próximo jueves 15 de octubre como día clave en el calendario. Así lo hizo tras ampliar de nuevo el plazo de adhesiones para dar otras dos semanas a la Junta de Andalucía.
Desde la compañía afirmaban que era el único compromiso de apoyo financiero que quedaba pendiente y que, en un principio, debía de haberse cerrado el pasado 30 de septiembre. Al hilo, Abengoa afeó el inmovilismo Gobierno regional "cuando la fecha límite era suficientemente conocida".
"La firma del acuerdo de refinanciación es fundamental para resolver la delicada situación que atraviesan los negocios como consecuencia de la ausencia de liquidez y avales que están afectando de manera severa a los mismos, haciendo muy difícil su viabilidad", zanjaba Abengoa.