Tras meses de parón por el impacto del coronavirus y la crisis política por la renuncia del presidente Abdelaziz Bouteflika, Argelia recibe a las empresas españolas que confían en poder retomar relaciones. Casi todas ellas esperan continuar con los proyectos que quedaron congelados durante meses.
No todas las que van buscan reducir el precio del gas, como es el caso de Naturgy, según han confirmado a Invertia fuentes conocedoras. "La compañía acompañará al presidente del Gobierno con el objetivo de renegociar los contratos de suministro con la empresa estatal Sonatrach", señalan. Sin embargo, reconocen que "son negociaciones que se hacen de manera regular, aunque recibir el apoyo del Gobierno español siempre es importante".
Otras empresas del sector no acudirán a la cita pese a sus grandes intereses en Argelia. Es el caso de Cepsa, que hace justo un año vendió toda su participación en el gasoducto Medgaz a Naturgy. "Tienen oficina allí y sus negociaciones siguen su curso", explican fuentes conocedoras de la petrolera, "son periódicas tal y como están recogidas en el contrato a largo plazo".
Sin embargo, reconocen que "es normal que se renegocien los precios a la baja. Tradicionalmente en muchas regiones se ha vinculado el precio del gas al del petróleo, que ya se ha visto su caída. La crisis del coronavirus y el exceso de gas esquisto en el mercado por la escasa demanda han tenido que ver, entre otras razones".
Desaladora de Abengoa
Durante esta visita oficial, el presidente del Gobierno mantendrá reuniones de trabajo con el presidente de Argelia, Abdelmajid Tebounne y el primer ministro, Abdelaziz Djerad. Mientras tanto, Abengoa, según fuentes conocedoras, espera poder desarrollar una nueva desaladora en el país, un proyecto que quedó estancado con la llegada de la pandemia.
Su trayectoria en el país es larga y fructífera. Hasta el momento ha desarrollado tres desaladoras. La primera fue la de Hassi R’Mel (Argelia), con 150 MW de potencia (20 MW de procedencia solar) hace casi 10 años.
Este proyecto marcó el inicio del programa argelino sobre energías renovables, que promueve la instalación de plantas de producción eléctrica a partir de fuentes alternativas de energía. Además, da respuesta a las necesidades energéticas del país de una forma sostenible ya que, junto con el ahorro energético y de combustible que representa, evita emitir a la atmósfera unas 33.000 toneladas de CO2 al año.
Refinería de Técnicas Reunidas
Otro proyecto que también se quedó encima de la mesa es la construcción de una refinería de petróleo de la que estaba encargada Técnicas Reunidas. En diciembre pasado la compañía española fue seleccionada por Sonatrach, la empresa estatal de petróleo de Argelia, para ejecutarlo.
Se trata de un proyecto para la construcción integral de una nueva refinería de petróleo en Haoud el-Hamra, Hassi Messaoud. El proyecto se iba a ejecutar en consorcio con Samsung Engineering y Técnicas Reunidas iba a liderarlo con una participación del 55%.
"El objetivo es reactivar el plan", explican fuentes conocedoras de la compañía, "se congeló por la Covid y se espera que ponga en marcha en los próximos meses. Es un proyecto enorme que había que licitar demasiado a la baja para ganarlo, pero esta empresa lo consiguió".
El contrato, firmado en enero pasado, fue uno de los cinco mayores de la historia de la compañía y supuso un importe de unos 3.300 millones de euros. Su participación sumaba unos 1.800 millones de euros.
Ciclo combinado de DF
Duro Felguera es la quinta compañía energética que acompaña a Pedro Sánchez. Aspira a llegar a un acuerdo para relanzar la construcción de un ciclo combinado de gas que se quedó paralizado por las restricciones y los confinamientos por la pandemia.
Actualmente Duro Felguera es otra de las empresas españolas con una larga tradición de actividad económica en el país del Magreb.
Hace siete años, la ingeniería asturiana se adjudicó la construcción de una planta de ciclo combinado en la localidad argelina de Djelfa para la compañía Société de Production de l’Electricité, filial del grupo Sonelgaz (la empresa eléctrica y gasera estatal), por 544 millones de euros.
No es la única central de ciclo combinado que se le ha encargado a DF, pero su objetivo ahora es retomar lo que quedó congelado en marzo.