¿Cómo se enfrentan las petroleras a la transición energética? Este cambio de paradigma del modelo es un nuevo reto existencial para las petroleras y las compañías de gas. Sin embargo, según indica el informe 'Fault Lines' de Carbon Tracker no se vive igual a ambos lados del Atlántico. Las compañías estadounidenses están muy por detrás de sus rivales europeos a la hora de adaptar sus operaciones.
El informe revela que la mayoría de las empresas europeas están empezando a adoptar una visión holística de la transición energética, reduciendo las hipótesis del futuro precio del petróleo y estableciendo objetivos medioambientales cada vez más ambiciosos.
Tanto es así, que grandes energéticas, como Total, han basado su plan estratégico para los próximos cinco años en un precio de petróleo que apenas alcanza los 60 dólares/barril. Y se refleja en carteras de proyectos más conservadoras.
En esto también las compañías estadounidenses van muy atrasadas. No hay los planes ni los retos financieros y ambientales que suponen la descarbonización.
'Fault Lines' responde a la creciente preocupación de los inversores sobre los riesgos de sus carteras en activos fósiles. Los inversores buscan impulsar el cambio a través de iniciativas como Climate Action 100+, respaldada por empresas con 47 billones de dólares en activos.
Las primeras, BP y Eni
En esta carrera por ser cada vez más verdes o al menos reducir al máximo sus emisiones netas, el informe señala que Eni y BP se encuentran entre las compañías más preparadas. Sin embargo, hasta el 50% y 60% de sus respectivas carteras no serían competitivas en un mundo con una subida de las temperaturas por debajo de 1,5°C.
Lo que asumen las compañías sobre los futuros precios del petróleo, permiten ver la probabilidad de que aprueben la inversion en esos activos. Tanto Eni como BP basan sus informes financieros en precios de hasta 60 dólares por barril.
En cambio para Repsol, hasta el 50% de su cartera estaría en riesgo y eso que la empresa es optimista y asume que los precios del petróleo alcanzarán los 68 dólares por barril.
Las últimas, en EEUU
Por otro lado, ExxonMobil, ConocoPhillips y Equinor, el 70%-90% de su cartera de proyectos no tendrá sentido si el calentamiento global se mantiene a 1,5°C. Estas carteras de “negocios como de costumbre” excluyen los proyectos que es poco probable que prosigan porque ni siquiera se ajustan a una ruta de 2,7°C.
ExxonMobil es una de las empresas menos preparadas. Entre el 80% y el 90% de su cartera de operaciones actual ("business as usual") no sería viable si el cambio climático estuviera limitado a 1,5°C.
ExxonMobil tiene los objetivos medioambientales más débiles y, al igual que otras empresas estadounidenses, no informa de sus expectativas sobre el precio futuro del petróleo a sus accionistas.
De hecho, vive el peor momento de su historia. No solo sufre no haberse adaptado a los nuevos tiempos, ahora también está lejos de ser la compañía más valiosa de EEUU, por no decir la que más valor ha perdido con la irrupción de la pandemia de COVID-19.
Acuerdo de París
A pesar de la creciente preocupación por el cambio climático, la mayoría de las grandes petroleras siguen aprobando inversiones en proyectos que son incompatibles con el Acuerdo de París, según asegura Carbon Tracker.
El informe destaca 15 proyectos aprobados en 2019 con un valor de 60.000 millones de dólares que corren el riesgo de convertirse en bienes abandonados en un mundo con bajas emisiones de carbono. Entre ellos se encuentran:
- El proyecto de gas natural licuado Golden Pass de ExxonMobil de 10.000 millones de dólares en Estados Unidos.
- El proyecto petrolero Anchor de Chevron y Total de 6.300 millones de dólares en aguas superprofundas en Estados Unidos.
- El proyecto Mero Sepetiba de Shell y Total de 3.900 millones de dólares en aguas ultraprofundas en Brasil.
- El proyecto de aguas profundas de 3.300 millones de dólares de BP, ExxonMobil y Equinor en Azerbaiyán.
Andrew Grant, director de Investigación sobre Clima, Energía e Industria de Carbon Tracker y coautor del informe, ha dicho que “la gran mayoría de los modelos de negocio de los productores de combustibles fósiles se verán afectados por la transición energética. Líderes europeos como Eni y BP están respondiendo con un enfoque cada vez más unido, pero para Exxon y otros la única coherencia es cuán completamente rehuyen la descarbonización”.
Expectativas de precios
Por último, las expectativas de las empresas sobre la demanda futura se reflejan en los supuestos de precios que hacen para las pruebas de deterioro.
Shell, BP y Eni esperan que los precios del petróleo alcancen un máximo de 60 dólares/barril, con Repsol en 68 dólares, Total en 73 dólares y Equinor en 82 dólares.
Las empresas estadounidenses, por su parte, no han revelado sus precios de deterioro, pero sus carteras de proyectos implican que esperan una demanda y precios más altos que la mayoría de los rivales europeos.