Iberdrola, a través de su filial estadounidense Avangrid, ha alcanzado un acuerdo para la adquisición de la energética PNM Resources por un importe de 3.663,5 millones de euros, lo que permitirá a la energética acelerar su crecimiento en EEUU, uno de sus mercados estratégicos.
Avangrid, controlada al 81,5% por la eléctrica española, ha confirmado la suscripción con PNM Resources, sociedad cuyas acciones están admitidas a cotización en la bolsa de Nueva York, de un contrato de fusión en virtud del cual la filial de se ha comprometido a adquirir el 100% del capital de la esta a cambio de un precio en efectivo pagadero a sus accionistas de 50,3 dólares por acción (unos 42,2 euros), informó la compañía.
El consejo de administración de PNM ha aprobado por unanimidad la celebración del contrato de fusión y ha recomendado la operación a sus accionistas.
El presidente de Iberdrola y Avangrid, Ignacio Galán, afirmó que la operación "es consecuencia de la estrategia que hemos seguido durante más de 20 años: operación amistosa, centrada en negocios regulados y en energías renovables, en países con buena calificación crediticia y estabilidad jurídica y regulatoria y que ofrecen oportunidades de crecimiento futuro".
Así, el precio agregado por la totalidad del capital social de PNM asciende a aproximadamente 4.317,5 millones de dólares estadounidenses (unos 3.663,5 millones de euros). Iberdrola se ha obligado a facilitar a Avangrid los fondos que sean necesarios para la satisfacción de la contraprestación de la operación.
Valor de empresa
La energética señaló que el valor de empresa implícito sería de aproximadamente 8.300 millones de dólares (unos 7.007 millones de euros) considerando una deuda neta más ajustes de aproximadamente 4.000 millones de dólares (unos 3.377 millones de euros).
El precio de compra acordado por Avangrid representa una prima del 10,0% sobre el precio de las acciones de PNM de cotización este martes y un 19,3% sobre el precio medio de los títulos de la energética estadounidense durante los 30 días anteriores a este miércoles.
El grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán señaló que la consumación de la operación está condicionada a su aprobación por la junta general de accionistas de PNM; así como a la obtención de las autorizaciones regulatorias preceptivas por parte de las autoridades federales y estatales pertinentes de EEUU; y otras condiciones habituales en este tipo de operaciones.
En la operación, Avangrid contó con BNP Paribas como asesor financiero, mientras que Latham & Watkins intervino como asesor legal. Por su parte PNM Resources contó, respectivamente, con los servicios de Evercore y Troutman Pepper.
Operación cerrada en 2021
Dado que PNM y sus filiales operan en un sector regulado, serán requeridas autorizaciones a nivel estatal (New Mexico Public Regulation Commission y Public Utility Commission of Texas) y a nivel federal (Federal Energy Regulatory Commission, Hart Scott Rodino Clearance, Committee on Foreign Investment in the United States, Federal Communications Commission y Nuclear Regulatory Commission). Se espera que este proceso quede cerrado en 2021.
La integración en Avangrid dará origen a una de las mayores compañías del sector norteamericano con 10 eléctricas reguladas en seis estados (Nueva York, Connecticut, Maine, Massachusetts, Nuevo México y Texas) y tercer operador de renovables de Estados Unidos con una presencia total en 24 estados.
La combinación de Avangrid y PNM, con aproximadamente 4,1 millones de puntos de suministro, base de activos regulados (RAB) de aproximadamente 14,400 millones de dólares (unos 12.157 millones de euros), más de 168.000 kilómetros de redes de distribución y transporte y aproximadamente 10,9 gigavatios (GW) de capacidad instalada (a 2019), acelerará el crecimiento del Grupo Iberdrola en Estados Unidos.
Nuevo México y Texas son estados conocidos para Iberdrola. En la actualidad cuenta con 1.900 MW renovables y 1.400 MW en cartera, además de haber iniciado la actividad comercial en Texas.
Octava operación corporativa
Esta supone la octava transacción corporativa de Iberdrola desde el inicio de la pandemia del Covid-19 en la aceleración de su crecimiento. En concreto, en septiembre anunció su salto al mercado japonés, tras la compra de la promotora local Acacia Renewables, con una cartera de proyectos eólicos marinos de 3,3 gigavatios (GW) de potencia.
Además, también se ha hecho con la empresa australiana de energías renovables Infigen Energy, tras el lanzamiento de una OPA amistosa en junio convirtiéndose en uno de los operadores líderes del mercado australiano de energía renovable, con 670 MW eólicos operativos y una cartera de proyectos eólicos y solares de 1 GW en distintas fases de desarrollo.
En junio, la compañía también acordó con la sueca Svea Vind Offshore AB (SVO) una opción de adquisición mayoritaria para el desarrollo futuro de la mayor cartera de proyectos de energía eólica marina en Suecia. Se prevé que estos proyectos, que suman 9 GW de capacidad y están en distintas fases de tramitación, puedan ir entrando en operación a partir de 2029.
Además, en mayo se hizo con dos proyectos eólicos terrestres en Escocia, que suman 165 MW de capacidad y cuyo desarrollo implicará una inversión de alrededor de 190 millones de euros; y cerró la adquisición de la francesa Aalto Power por algo más de 100 millones de euros.