Fue en agosto cuando el entonces presidente de Abengoa, Gonzalo Urquijo, informaba de que la primera línea de la financiación del plan de rescate llegaría en septiembre. Cinco meses después las cosas han cambiado y las peores pesadillas se han cumplido. El plazo previsto para la entrada de la financiación llega a su fin mientras la empresa culpa directamente a la Junta de Andalucía.
Según el plan de reestructuración anunciado en agosto, el periodo de adhesiones estaba fijado hasta el 11 de septiembre. Concluido el plazo, se verificarían las condiciones para la firma de documentos y el desembolso del primer tramo de financiación. El segundo tramo llegaría en diciembre junto a la ruptura del grupo económico y fiscal de Abenewco 1 con Abengoa S. A.
Pese al calendario previsto, nada se ha cumplido. El 4 de septiembre, Abengoa anunció la ampliación del periodo de adhesiones ante el fleco suelto que le quedaba: la Junta de Andalucía. Según el rescate, el Gobierno de Juanma Moreno se comprometía a dar 20 millones de euros, dinero que no ha llegado al no encontrar el “vehículo legal” para hacerlo.
Esta postura ha sembrado importantes críticas en la compañía sevillana. Fuentes de la negociación reconocen a Invertia que la tardanza de la administración autonómica no ayuda a mantener la viabilidad de la compañía. “No es nada fácil”, admiten mientras lamentan el “tremendo daño” que está ocasionando la “inacción” del Ejecutivo andaluz.
Lamentan además que el argumento de la Junta de Andalucía sea una excusa “política”. Pero la versión del Gobierno regional es otra. Aseguran que siguen trabajando en el tema con una “preocupación permanente” por el efecto que podría tener para el empleo y la aportación del sector industrial en el PIB andaluz.
Traslado a Valencia
Mientras la negociación por la firma de la Junta continúa, la alerta de traslado de Abengoa a la Comunidad Valenciana ha incomodado a la administración de Juanma Moreno. “Abengoa condiciona su permanencia en Andalucía a los 20 millones que tiene que poner el Gobierno andaluz”, reprochaba el consejero andaluz de Transformación Económica, Rogelio Velasco.
“No parece razonable”, justificaba el titular al representar la ayuda de la Junta el 3% del rescate. Afea así que la empresa opte por el traslado y culpe al Gobierno andaluz de su previsible concurso de acreedores. “Mantenemos el propósito de ayudar a Abengoa pero dentro de la estricta legalidad”, defiende Velasco.
La crítica se tiñe también de tintes políticos. Desde el Gobierno andaluz de PP y Cs reprochan al PSOE que utilice la problemática de Abengoa desde la demagogia. “¿Concederían ayudas a empresas como las que han terminado en los tribunales?”, comentaba Velasco quien pedía que fuese el Gobierno central el que aportara ese apoyo financiero.
Preconcurso de la matriz
Queda todavía sobre la mesa la situación financiera de Abengoa S. A. En agosto, su consejo de administración pidió el preconcurso de acreedores para salvar su sociedad matriz y no perjudicar su rescate. Urquijo afirmaba entonces que la decisión se tomaba para proteger los intereses de los acreedores y accionistas de la sociedad.
El día clave será este 18 de diciembre. Es el día en el que finaliza el plazo del artículo 5 bis de la Ley 22/2003, de 9 de julio, Concursal (Ley Concursal). Concluyen así los cuatro meses en los que la compañía debería haber buscado financiación o adhesiones para salvar a la sociedad matriz.