Quedan tan solo unas horas para que finalice el año que será recordado por generaciones como el "año de la pandemia", si en 2021 se consigue vencerla. Para el sector energético, la Covid-19 apenas ha detenido su marcha pero sí ha sufrido un efecto directo: la caída de la demanda.
En el caso de la electricidad, el coste del recibo de la luz de todo el año ha conseguido subirse al pódium del más bajo de la última década, con un coste total de 764 euros, según datos de Facua.
Para el gas, la situación no ha sido mucho mejor. Según datos de Enagás, la demanda de este combustible ha sido un 10% inferior a la de 2019, precisamente un año en el que los precios estaban de derribo.
Pero sin duda, quién más ha sufrido el varapalo de la crisis sanitaria ha sido el sector del petróleo. Según la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), el negocio del refino tal y como era podría no volver.
Sin embargo, a primeros de año, Europa aprobó el Green Deal, un Pacto Verde que pretendía liderar una transición energética hacia la descarbonización, y que con la pandemia ha pisado el acelerador hasta convertirse en la Reconstrucción Verde.
Europa ha aprobado un fondo de reconstrucción de 750.000 millones de euros basado en la emisión de deuda a gran escala por parte de la UE. Y de los 72.000 millones de euros que España va a recibir, el 37% irán destinados a la transición ecológica, un abanico enorme de sectores que van desde la protección a la biodiversidad hasta la transformación del sector industrial.
Adiós al carbón y ¿petróleo?
Nadie cuestiona ya que 2020 ha marcado un antes y un después del fin de las centrales térmicas de carbón. No solo en España, sino en todo el mundo.
El 30 de junio fue el día en el que se desenchufó la mitad de las centrales térmicas en nuestro país y, según Global Energy Monitor, se están cerrando las centrales de carbón, principalmente en Europa y en EEUU.
En el caso del petróleo, Luis Aires, presidente de BP España y de la patronal del sector, AOP, ha dicho en numerosas ocasiones que la demanda de carburantes no volverá a niveles pre-Covid, y que la crisis económica, la mayor eficiencia de los nuevos motores de los coches convencionales y el vehículo eléctrico serán las claves de futuro.
Durante el confinamiento y el estado de alarma en España las ventas llegaron a caer un 80% para ir recuperándose un 5% semanal hasta el desconfinamiento. Y fue la primera vez en la historia del petróleo, que los precios del mercado internacional se derrumbaron hasta situarse en niveles negativos, hasta un 320%, en concreto, los del barril de Texas.
Renovables e hidrógeno
2020 será uno de los gloriosos años de la fotovoltaica en el mundo. Según el Anuario Fotovoltaico 2020 de Anpier, a lo largo del 2019, se han instalado a nivel mundial 128 GW de energía fotovoltaica, lo que supone, respecto de 2018, un crecimiento del 25% en términos de potencia acumulada.
En España, a falta de los últimos datos de 2020, solo hasta octubre, la potencia instalada de esta tecnología ha experimentado un alza del 14,5% con respecto a diciembre de 2019 y es ahora, con 10.210 MW de capacidad de generación, la cuarta con mayor presencia a nivel nacional.
China está a la cabeza del crecimiento solar en el mundo, seguido por Estados Unidos y Japón. Entre los tres países suman más del 50% de la potencia acumulada a nivel mundial.
En eólica, los datos son también muy alentadores. Según el Estudio Macroeconómico del Impacto del Sector Eólico en España, elaborado por la firma de consultoría Deloitte para la Asociación Empresarial Eólica (AEE), la potencia eólica, tanto terrestre como marina, ha presentado ritmos de crecimiento superiores al 10% desde 1997.
En 2019, se han instalado 59 nuevos GW en el mundo. De esta manera, a finales de 2019, la potencia eólica instalada había alcanzado los 651 GW.
España es el quinto país con mayor potencia eólica instalada a nivel mundial, tras China (236 GW, 36%), Estados Unidos (105 GW, 16%), India (38 GW, 6%) y Alemania (61 GW, 9%).
¿Y qué decir del hidrógeno? Se ha postulado como la gran salvación de Europa. Después de que los países asiáticos dominen el mercado de las baterías de ión litio, la pandemia ha evidenciado que Europa tenía muy olvidada a su industria, y el gran sufrimiento económico de España es, en gran medida, por la falta de un sector potente.
Por eso, el Gobierno aprobó en octubre pasado la Hoja de Ruta del Hidrógeno, donde se prevé destinar inversiones por valor de 8.900 millones. También es "coherente" con la Estrategia Europea del Hidrógeno, con el PNIEC y la Estrategia a Largo Plazo.
Ha sido el pistoletazo de salida para comenzar la carrera por liderar la industria del hidrógeno verde entre las energéticas. Todas ellas ven grandes posibilidades para crecer como empresas.
Ley de Cambio Climático
2020 ha sido el año de la aprobación de la Declaración de Emergencia Climática y Ambiental de España, que el Gobierno anunció a finales de enero. Entonces se comprometía a adoptar 30 líneas de acción prioritarias y cinco de ellas en los primeros cien días de Gobierno para luchar contra el cambio climático.
Una de ellas fue el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que llegó en el mes de mayo al Congreso y se tramitó en el último trimestre del año. Sin embargo, finalmente, no será aprobada antes de las uvas porque se ha querido retrasar nuevamente la incorporación de las enmiendas de los grupos parlamentarios.
Entre las principales propuestas para modificar la Ley de Cambio Climático se incluye elevar del 20% al 23% el objetivo de reducción de emisiones para 2030 respecto al año 1990.
También PSOE y UP han incluido una enmienda que pasa del 70% al 74% la participación de las renovables en el consumo de electricidad para 2030 y de un 35% a 42% la participación de las energías limpias en el consumo final de energía para 2030.
Por su parte, Europa prepara una Ley de Cambio Climático, que contará con las propuestas presentadas en los Planes Nacionales de Cambio Climático y Transición Energética de los, ahora ya, 27 países miembros.
Balance climático
Según el Balance 2020 de Greenpeace, el pasado mes de mayo se alcanzaron 417 partes por millón de CO2 en la atmósfera, el máximo en la historia de la humanidad. Por eso, Greenpeace señala que cinco años después de la firma del Acuerdo de París, los compromisos de los países siguen siendo insuficientes para afrontar la emergencia climática.
El hielo marino en el Ártico alcanza el segundo mínimo histórico jamás registrado. Ya ha perdido dos tercios de su volumen. Los datos sobre incendios y crisis climática en todo el planeta son alarmantes. Comenzó 2020 con una crisis nacional en Australia, así como en Siberia y otros países. En California, los incendios han arrasado la mayor superficie de su historia. Y no hay tiempo que perder.
Quizás la pandemia haya venido para evidenciar que hay que dar una solución rápida y contundente a una situación insostenible.