Un estudio publicado por Fundación Naturgy señala que la tasa de renovación de edificios en Europa debería ser del orden del 2-3% anual para poder cumplir con los objetivos de neutralidad climática en 2050. Sin embargo, la media europea está actualmente en el 1% y España se encuentra a la cola de este ranking.
“En nuestro país, tendríamos que multiplicar por 25 el ritmo de rehabilitación”, afirma Mikel Lasa, consejero delegado de España y Portugal de EIT InnoEnergy, como principal reflexión sobre el informe ‘Iniciativas y modelos de negocio para la rehabilitación de edificios. Una comparativa global’, publicado por Fundación Naturgy.
Por su parte, Juan Jacobo Llerena, subdirector general de Eficiencia Energética de Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), señala que “en España, tenemos un parque inmobiliario antiguo, ineficiente energéticamente. De 20 millones de viviendas, 9,4 necesitan una reforma urgente”.
“Es necesaria la colaboración público-privada y una inversión inteligente en el marco de la transición energética”.
Y por su parte, la directora general de Fundación Naturgy, María Eugenia Coronado, destaca la importancia de la rehabilitación energética “en el marco de la transición energética y de la neutralidad climática que establece el Pacto Verde europeo, que ha fijado unos ambiciosos objetivos de eficiencia y descarbonización”.
Interlocutor único
Europa quiere convertirse en un continente de emisiones cero y para ello, es fundamental la eficiencia energética. Un vector que es especialmente operativo en el sector de la rehabilitación de los edificios, ya que representa el 40% del consumo total de energía de un país, el 55% del consumo de electricidad y el 36% de las emisiones de CO2.
El estudio elaborado por EIT InnoEnergy, empresa referente en innovación global en energía en Europa, analiza hasta 16 experiencias de rehabilitación energética en Estados Unidos, Australia y Europa. Sostiene que el modelo de interlocutor único es el más adecuado para dar un impulso a la mejora de la eficiencia de los edificios europeos, un 75% de los cuales es ineficiente energéticamente debido a su antigüedad.
Según recoge el estudio, más del 40% de los edificios fueron construidos antes del 1960 y el 90% antes del 1990. Por ello, la rehabilitación energética, en la que la Administración local va a tener una función decisiva, será imprescindible para alcanzar la descarbonización establecida en el Pacto Verde europeo.
En los modelos analizados, “a pesar de la variedad de planes de subvención para promover la eficiencia energética, la adopción de una rehabilitación profunda o incluso superficial es todavía limitada”, debido a las múltiples barreras con que topan los propietarios: complejidad del proceso, falta de conocimiento sobre cuestiones técnicas y poca concienciación sobre los beneficios de la rehabilitación, además del coste y las ineficiencias en el mercado.
Cadenas de valor
“En el análisis de casos realizado, se ha detectado la existencia de demasiados intermediarios y pocos profesionales formados, y se ha constatado también un exceso de burocracia, en muchos casos agravada por la falta de continuidad en las ayudas”, explica Lasa.
En cualquier rehabilitación intervienen muchos actores: propietarios, inquilinos, constructores, fabricantes, ayuntamientos y otras entidades públicas, además de los suministradores de energía. “Hay que coordinar gestiones con cinco, seis o incluso más partes interesadas. No es solo una cuestión de financiación, sino de la fragmentación de la cadena de valor que hay que organizar”, afirma por su parte Lucienne Krosse, responsable de Ciudades y Edificios Sostenibles de EIT InnoEnergy.
Según Lasa, “existen modelos interesantes como los contratos de suministro de energía a largo plazo con capitalización de los ahorros. Con esta fórmula, el propietario no tiene que hacer frente al coste de la rehabilitación en el momento inicial, sino que lo va pagando poco a poco, a través de los ahorros de energía y mediante una cuota mensual similar a la que ya pagaba antes de la rehabilitación”.
El estudio demuestra que este tipo de modelos, basados en un interlocutor único, son los que más éxito logran. Asimismo, los autores constatan que tanto las empresas suministradoras y distribuidoras de energía, como las administraciones, tienen un papel fundamental a la hora de identificar clientes potenciales.
El documento también aboga por el desarrollo de plataformas colaborativas que permitan aunar esfuerzos entre empresas tradicionalmente competidoras, para reducir el riesgo técnico y financiero, y lograr mejores costes para el propietario.
Además del modelo de interlocutor único, los autores también distinguen otros dos modelos de éxito: los planes de financiación innovadores, que permiten afrontar mejor los elevados costes iniciales, y los modelos basados en nuevos flujos de ingresos, que contemplan reducción de impuestos o incentivos.
Mar Blázquez, subdirectora general adjunta de Eficiencia Energética del MITECO, puntualiza que “tenemos dos grandes retos para impulsar la rehabilitación energética: dinamizar la demanda frente a las múltiples barreras que ralentizan el ritmo de la rehabilitación, e integrar una oferta muy desagregada en el mercado”.
Por su parte, el presidente del Colegio de Arquitectos de Madrid, Sigfrido Herráez, explica que “hemos creado una oficina de rehabilitación como ventanilla única para desarrollar este tipo de proyectos. Hay un nicho de trabajo evidente y vamos a potenciar formación específica”.
El CEO de la Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI), Roberto Colomer, afirma que “es necesaria una digitalización completa de toda la información, en la que participen todos los intervinientes en el proceso de rehabilitación y de forma sostenida en el tiempo".
Es la única manera "para poder discernir qué es y qué no es financiación verde, que es también muy importante para la recuperación económica y la creación de empleo”.