El 75% de los directivos de las empresas del sector energético ven los cambios regulatorios como el principal reto al que deberán enfrentarse próximamente sus compañías, según el informe 'Perspectivas Energía en España 2021' de KPMG, realizado en colaboración con la CEOE.
Asimismo, la digitalización aparece como el segundo gran desafío para el sector, con un 63% de votos de los encuestados, mientras que la gestión de las personas, con un 58%, ocupa el tercer lugar.
Respecto a su situación económica, el 55% de las energéticas cree que recuperará sus ingresos previos a la Covid-19 entre lo que queda de 2021 y 2022, y sólo un 32% sitúa su recuperación más allá del año próximo.
Así, el 36% de los directivos del sector prevé que sus ventas crecerán hasta un 5% este año, mientras que otro 29% cree que ese incremento será aún mayor.
Respecto a su capacidad de acometer inversiones, uno de cada tres prevé que el comportamiento inversor de su empresa crezca más de un 5% a lo largo de este ejercicio. En lo relativo a la situación de sus plantillas, un 70% de los consultados espera mantenerlas o incrementarlas en 2021.
El socio responsable de Energía de KPMG en España, Alberto Martín, considera que tras el enorme impacto de la pandemia en la demanda, el sector de la energía "espera una rápida recuperación, pero al mismo tiempo se enfrenta a la aceleración de sus tres grandes retos: la transición energética, la digitalización radical del negocio y la guerra por el talento".
En este sentido, la primera prioridad estratégica de las compañías energéticas es la transformación digital y la mejora de procesos -para el 53%, en ambos casos-. Después viene el acceso a los Fondos del Plan Europeo de Recuperación, para el 44%, y el desarrollo de nuevos productos o servicios, citado por el 41% de los directivos.
PNIEC, ambicioso pero factible
Una de las piedras angulares del futuro del sector de la energía es el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que el Gobierno envió a la Unión Europea en marzo pasado. Tiene como objetivos en 2030 una reducción de un 23% de las emisiones de gases de efecto invernadero respecto a los niveles de 1990, un 42% de penetración de energías renovables en la demanda final y un 39,5% de mejora de la eficiencia energética.
En lo que se refiere a este plan, exactamente la mitad de los directivos encuestados lo califica de "muy ambicioso pero factible con las medidas adecuadas", mientras que, para un porcentaje similar, el 48%, es "excesivamente ambicioso y no se cumplirá". Solo un 2% cree que es "realista y puede verse superado por la realidad en 2030".
En cuanto a las barreras para el cumplimiento de este PNIEC, el 17% de los directivos menciona el desarrollo de las interconexiones y el almacenamiento, el 15% cita la visibilidad de precios a medio y largo plazo y el 12%, la dificultad de poner en marcha medidas suficientes de eficiencia energética.
Hidrógeno verde
Respecto al hidrógeno de origen renovable, denominado 'hidrógeno verde', el 41% de los directivos de las energéticas considera que será clave de cara a lograr la neutralidad energética en 2050, pero que su madurez solo llegará a partir de 2030.
Sin embargo, otro 31% cree que se ha subestimado y que, efectivamente, va a ser clave para alcanzar la neutralidad energética en 2050, pero también va a comenzar a tener un impacto importante antes de 2030.
En lo que se refiere a si tienen ya proyectos elegibles para ser financiados a través del Plan de Recuperación Europeo, el 57% de las empresas asegura disponer ya de planes sobre esta materia, mientras que el 11% carece de ellos y el 32% confiesa directamente que "no lo sabe".
El informe se basa en una encuesta realizada entre diciembre de 2020 y enero de 2021 a 76 empresas energéticas, de las que el 42% tiene más de 1.000 empleados y el 68% factura más de 200 millones de euros.